24.12.08

¿Revolución en el siglo XXI?

Entrevista al investigador, ensayista y militante Néstor Kohan

¿Revolución en el siglo XXI?

Agencia Bolivariana de Prensa


¿Cuáles son en su opinión las vías y las formas de la revolución en América Latina?

En mi opinión lo primero que quisiera destacar en esa pregunta es algo previo a la respuesta. Me refiero a la pertinencia o no de la revolución… Porque durante los últimos 25 años, es decir, un cuarto de siglo, las grandes usinas del imperialismo y también de las diversas variantes del reformismo y la socialdemocracia internacional han tratado de inocular en el movimiento popular latinoamericano la peregrina idea de que la revolución ya no es viable, ni posible ni deseable. Preguntarse entonces por las vías y las formas presupone poner en discusión esa violenta campaña de desarme ideológico. Aclarado esto, me parece, desde mi modesta opinión —porque yo no soy un gurú con una bola de cristal ni un adivino que tenga la verdad revelada de ningún oráculo— que los caminos y las formas del proceso revolucionario latinoamericano son diversas y variadas. No se pueden encapsular en recetas de pizarrón ni fórmulas de escritorio. Las transformaciones sociales vienen y vendrán a través de movimientos sociales, organizaciones políticas y organizaciones insurgentes, político-militares. Durante el último cuarto de siglo los “tanques pensantes” del imperialismo y de la socialdemocracia supuestamente progresista han tratado de recortar ese abanico de formas de lucha, de aplastarlo, de segmentarlo, reduciendo la única forma a la lucha de los movimientos sociales, despreciando la organización política y deslegitimando, demonizando y satanizando, de modo absolutamente macartista, las formas no institucionales, insurgentes y político militares que históricamente ha asumido y continúa asumiendo la rebeldía y la resistencia popular. Volver entonces a recuperar el debate por las vías y las formas de lucha y de transformación social radical se torna una tarea impostergable. Ya es hora de hacer un beneficio de inventario y un balance crítico con el reformismo y el posmodernismo que tanto nos reclamó despreciar las formas políticamente organizadas de la rebeldía popular (que no se limitan a las protestas espontáneas) y darles la espalda a las vías de confrontación radical —incluso político militares— con los poderes establecidos.

¿Tiene vigencia el planteamiento de la combinación de todas las formas de lucha?
Los enemigos de nuestros pueblos, el imperialismo y las burguesías criollas (mal llamadas “nacionales”) no renuncian a ninguna forma de lucha. Desde la construcción de consenso, la conformación de la hegemonía hasta el ejercicio de la fuerza material. Si ellos tienen a mano y despliegan ese abanico de formas, ¿en nombre de qué los pueblos deberían renunciar a ciertas formas de lucha? ¿Frente a la violencia de arriba, ejercida no por un loco suelto sino por toda una serie de instituciones represivas —policía, gendarmería, fuerzas armadas, organismos de inteligencia, etc.—, nuestros pueblos deberían acaso responder ofreciendo mansa y sumisamente “la otra mejilla”? No lo creo justificado. No lo creo realista. No lo creo deseable.

¿Cómo sería esa situación en el caso colombiano?

En Argentina existía un historiador y pensador de origen comunista, en su juventud, luego peronista revolucionario, en su madurez, que se llamaba Rodolfo Puiggros. Su obra historiográfica es prolífica y muy polémica. Yo comparto algunos de sus puntos de vista, en otros casos (como es el tema del populismo) tengo opiniones muy diversas a las que lo hicieron famoso. Sin embargo siempre me gusta citar una idea suya. Decía el viejo Puiggrós que muchas veces los argentinos hemos sido “inspectores de revoluciones ajenas…”. O sea que como no hemos podido hacer nuestra propia revolución, vamos por el mundo con el dedo en alto inspeccionando revoluciones ajenas… Creo que debemos aprender esa lección. No soy colombiano. No conozco en profundidad la realidad colombiana. Aclarado esto, creo sin embargo que como internacionalistas convencidos, que llevamos en la cabeza pero también en el corazón la Patria Grande latinoamericana, sí podemos opinar sobre otros países hermanos. Creo que el pueblo colombiano ha sido uno de los pueblos más dignos y combativos de la historia de nuestra América. Todo el mundo que esté mínimamente informado y que no tenga anteojeras ni reciba dinerillos del imperialismo sabe perfectamente que la violencia en Colombia no la inicia el pueblo sino las clases dominantes con el asesinato del caudillo popular Jorge Elieser Gaitán en 1948. Cualquiera que no haya vendido su pluma ni su conciencia a los grandes monopolios de (in)comunicación ni repita como un loro sumiso sus propagandas diagramadas desde una estrategia de “guerra psicológica”, sabe y conoce perfectamente que en Colombia las organizaciones político- militares nacieron hace varias décadas y que nunca han tenido nada que ver con la mafia ni con el narcotráfico. Por lo tanto, si en Colombia, a pesar de las innumerables campañas militares de exterminio contra el pueblo desarrolladas por varios gobiernos formalmente “constitucionales”, desvergonzadamente financiados por EEUU, continúan desarrollándose diversas formas de protesta popular (desde la movilización estudiantil, la huelga obrera, la protesta sindical urbana, la rebeldía indígena, las ligas agrarias y campesinas hasta las luchas guerrilleras, eso no responde a ningún “complot” de unos monstruos irracionales o delirantes. Para comprender la historia de América Latina hace falta dejar de lado la deformante estética de Hollywood y su eterna “conspiración” internacional de monstruos malditos que pretenden acabar con la vida apacible de las familias norteamericanas. Colombia es parte de nuestra América. Allí proliferan diversas formas de lucha popular. Los sectores progresistas y honestos, que no ceden al chantaje de la maquinaria de guerra psicológica del Comando Sur del Ejército norteamericano y sus organismos de inteligencia, no sólo no deberían demonizar esas luchas sino que, en mi modesta opinión, deberían apoyarlas.

¿Cómo debe enfrentarse hoy el terrorismo de Estado y el intervencionismo imperialista?

En primer lugar llamando a las cosas por su nombre. Cuando intervienen los norteamericanos no estamos frente a la “defensa de los derechos humanos” sino frente a una intervención imperialista. No se meten en los demás países en nombre de la “racionalidad liberal” para enfrentar el fundamentalismo. Lo hacen para defender sus intereses, imponiendo por la fuerza su “american way of life” y sus negocios. En segundo lugar, cuando el Estado de cualquier país de América latina utiliza sus instituciones permanentes, formadas por decenas y centenas de miles de personas profesionales y entrenadas, que estudian cómo vigilar, cómo pegar, cómo reprimir, cómo matar, cómo asesinar, debemos llamar las cosas por su nombre. Eso no es “seguridad”. Eso es represión. Eso es violencia de arriba. Eso no es “democracia”, eso es terrorismo. Debemos poner fin a la legitimación de la violencia de arriba contra el pueblo. Para enfrentar la violencia de los Estados y la intervención del imperialismo todas las formas de rebeldía, resistencia y solidaridad popular son legítimas. Desde las grandes campañas de repudio, las movilizaciones a las embajadas yanquis, las huelgas, las protestas y también la resistencia armada. La violencia de los pueblos es una justa respuesta a una violencia sistemática implementada contra los pueblos. ¿Quién dijo que la única violencia legítima es la que se ejerce para mantener y reproducir el capital?

¿Tiene alguna opinión sobre el debate en torno a las FARC y la lucha armada que recientemente ha tenido lugar entre el comandante Fidel Castro y el sociólogo James Petras?

Esa es una pregunta sumamente difícil, debo reconocerlo. Me resulta difícil opinar, porque el tema es complejo y porque además me siento muy vinculado a ambos polemistas. En el caso de Fidel, no sólo le tengo una admiración personal y un cariño que no puedo ni quiero disimular. Además lo considero un maestro. No mío, sino de varias generaciones de revolucionarios de nuestra América. Así lo he expresado en varios artículos publicados en Cuba, en Venezuela y en Argentina. También lo he condensado en un libro dedicado a la biografía de Fidel (titulado Fidel para principiantes, texto por el cual pasé años leyendo y estudiando los discursos de Fidel y muchísima bibliografía sobre su vida y sobre historia de la revolución cubana). Tuve el inmenso honor de conocerlo personalmente en el año 2001 y de conversar largamente con él. Una experiencia absolutamente inolvidable que me sigue emocionando cada vez que lo recuerdo. Realmente le tengo mucho cariño a Fidel. Lo digo sin diplomacia alguna. Es lo que sinceramente siento y lo que pienso. Siempre he defendido a Cuba y a su revolución socialista y lo seguiré haciendo.
En el caso de James Petras, también lo conozco personalmente desde hace aproximadamente 15 años, desde una visita suya a la Argentina. He estado junto a él varias veces en La Habana y en Caracas. James ha sido siempre muy valiente. En los años ’90, cuando todo el mundo se hacía neoliberal o socialdemócrata, Petras seguía denunciando al imperialismo y la domesticación de los intelectuales “aggiornados”. Me consta que Petras siempre ha sido un defensor sincero de la revolución cubana. Pero no de manera hipócrita, para que lo inviten a eventos y grandes hoteles, sino por convicción. Petras tiene un estilo muy confrontativo en las polémicas, es ácido, es irónico (maneja la ironía no sólo en inglés sino también en español, lo cual es difícil ya que no es su lengua). A veces el estilo sumamente hiriente de Petras lastima, ofende o molesta (lo cual no siempre es lo mejor, si lo que se busca es convencer al otro), pero muchas veces, detrás de ese estilo discutible, hay verdades fuertes y muy buenas fundamentaciones. Recuerdo sus polémicas de los años ’90 y sus impugnaciones ácidas de quienes pretendían dejar de cuestionar al imperialismo.

He leído algunas partes de la polémica. No estoy seguro de haberla leído en forma completa, quizás haya intervenciones que me faltan consultar.

Lo primero que podría decir, remarcando una vez más la complejidad del problema abordado y lo difícil que me resulta opinar al respecto, es que es muy saludable que haya polémica entre los revolucionarios. Si hay polémica es porque el marxismo está vivo y la revolución está viva. Si hay polémica es porque el pensamiento radical —allí se ubican tanto Petras como Fidel— no ha muerto y sigue dando batallas. ¡Bienvenida entonces la polémica fraternal entre compañeros y hermanos de la misma causa!

En segundo término, agregaría que Fidel había expresado esa opinión sobre la posible caducidad de la lucha armada ya antes de la muerte del comandante Marulanda. En los últimos años Fidel vino dos veces a la Argentina, si no recuerdo mal. Una vez estuvo en Buenos Aires, otra en Córdoba. Junto con miles y miles de jóvenes, fuimos a los dos actos. No me los podía perder. Escuchar a Fidel es un privilegio. Compartí gran parte de lo que dijo. Pero debo confesar, para ser sincero, que no me gustó nada cuando expresó que la lucha armada era cosa del pasado. No me pareció una formulación feliz, sobre todo tomando en cuenta que su auditorio no era el de viejos nostálgicos que recordaban los años ’60 (aunque también había ese tipo de público) sino jóvenes que comenzaban a realizar sus primeras experiencias políticas luego de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001. Jóvenes que hoy piensan cómo organizar fuerzas sociales revolucionarias en Argentina. Muchas veces, corrientes reformistas o populistas, mayoritariamente institucionalistas e incluso cooptadas por el Estado y los partidos burgueses, nos han replicado en Argentina “lo de ustedes está bien, pero es romántico, viejo y antiguo, acuérdense de lo que dijo Fidel cuando vino…”. Esa formulación desafortunada de Fidel, poco justificada y hasta incomprensible si la analizamos desde la óptica de los movimientos populares (no desde la lógica estatal de la diplomacia o la razón de Estado), sirvió para legitimar al gobierno de Kirchner y también para impugnar cualquier opción de cambios de fondo, radicales y revolucionarios, en nuestro continente. Aun siendo absolutamente defensores de la revolución cubana, con la cabeza y con el corazón, con la militancia y con las ideas, en los libros y en la militancia de la vida cotidiana, esa formulación de Fidel no nos ayudó ni nos ayuda.

¿Acaso desapareció la salvaje política de “seguridad” (léase represión) de las burguesías criollas (burguesías lúmpenes las denominaban Ruy Mauro Marini y André Gunder Frank) en América Latina? ¿Ya no hay violencia de arriba contra nuestros pueblos en nuestro continente? ¿Se puede cambiar el mundo sin revolución (como propone por ahí John Holloway…)? ¿Puede haber acaso revolución sin confrontación social, sin ejercicio de la fuerza material y sin grandes choques de clase? ¿Se puede recuperar para el pueblo lo que las burguesías y el imperialismo históricamente le expropiaron sin enfrentar por todos los medios posibles al Estado burgués y sus instituciones de represión?

Las respuestas, a mi modo de comprender, no son positivas, sino todo lo contrario. ¡Sin revolución no podremos expropiar a los grandes ricachones, resistir al imperialismo, defender nuestros recursos naturales y sociales, hacer respetar a nuestras patrias ni construir el socialismo! Recuerdo y traigo a colación el testimonio del embajador norteamericano —hombre siniestro de la CIA— en el reciente documental Salvador Allende. Recordando lo que sucedió en Chile, este cínico agente de la CIA en Santiago, organizador y ejecutor del nacimiento a sangre y fuego del neoliberalismo a escala mundial en septiembre de 1973, declaró ante las cámaras de ese conocido documental lo siguiente (cito de memoria): “Ninguna clase social se suicida. ¿Qué querían inventar? Esto ya lo demostró Lenin”. Como dicen los abogados: a confesión de parte, relevo de pruebas. Si los imperialistas lo reconocen…

Fidel lo sabe mejor que nadie. Basta consultar sus formidables discursos tras la muerte de su entrañable amigo y compañero Salvador Allende… ¿no vamos a aprender nada de aquella experiencia? Hoy en Bolivia, en Venezuela, en Colombia y en varios otros países vuelve a plantearse de manea urgente el problema. Nuevamente proliferan las ilusiones sobre la supuesta “neutralidad profesional de las Fuerzas Armadas” en Bolivia y en otros países. Es cierto, nunca se repite la historia, pero debemos aprender de ella.

En tercer lugar, se alega que “ya no hay condiciones para la lucha armada”. ¿Es cierto esto? Quizás pudo haber sido cierto en los años 90, cuando proliferaba y reinaba el neoliberalismo más furioso y agresivo (aun así en aquellos años —1994, si no recuerdo mal, apenas cinco años después de la caída del muro de Berlín— los zapatistas patearon el tablero, fusil en mano, y comenzaron a desmontar la euforia neoliberal, acompañando de este modo la persistencia irreverente y por entonces solitaria de la insurgencia colombiana). Pero en el siglo XXI queda claro que la situación ha cambiado. No se puede ocultar. Hoy hay un giro hacia la izquierda en todo el continente. Ya no estamos en los 90. Por el lado revolucionario o por el lado reformista, los “neoliberales clásicos” retroceden. Gracias al comandante Hugo Chávez y la revolución bolivariana, hoy se vuelve a discutir el socialismo (palabra prohibida en los 90…) en la agenda latinoamericana. Hoy hay nuevas generaciones que van para adelante, dejando atrás el pesimismo y la resignación de los 90. Además actualmente el imperialismo sufre una crisis tremenda, lejos estamos de la euforia de Francis Fukuyama que vaticinaba el reinado indiscutido y eterno de los EEUU.

¿Por qué decir entonces que “no hay condiciones”? ¿Por qué seguir repitiendo un latiguillo de los años 90 cuando la situación cambió de forma tan notable? Solo se podría explicar por la lógica diplomática y la razón de estado. ¡Pero es que el mismo Fidel ha sido el gran maestro que nos enseñó a despreciar esa lógica impulsando el internacionalismo militante en las épocas más oscuras! ¡De él y del Che lo hemos aprendido! ¿Por qué abandonarlo y subordinarse a la razón de estado y las conveniencias geopolíticas o diplomáticas?

Incluso, pienso, si no hubiera condiciones… ¿no habría que intentar crearlas? ¿No fue la revolución cubana la gran maestra que nos enseñó que no debemos arrodillarnos ante el culto ciego y fanático de “las condiciones objetivas” (tan cultivadas por los manuales del marxismo ortodoxo de la antigua Unión Soviética, cuestionados ácida y más que justamente por Fidel y el Che)?

En cuarto lugar, emerge la cuestión de la hegemonía. A esta altura de la historia, ya está bien claro que el capitalismo no se cae solo. ¡Basta ya de catastrofismo determinista y economicista! Por más crisis económica que haya (incluso ante una crisis tremenda como la actual, sólo comparable con la de 1929), el sistema del capitalismo no se derrumba si no hay organización, construcción de fuerza social y empuje popular que lo voltee y lo tumbe. La teoría de la hegemonía de Antonio Gramsci nos resulta de una actualidad abrumadora. Ganar mentes, corazones y espíritus —es decir, dar la batalla en el terreno de la subjetividad popular— es la gran tarea. Fidel lo ha comprendido de manera clara y diáfana. Es un maestro. Lo denomina con la terminología de José Martí, batalla de las ideas. Es la lucha por la hegemonía. Está muy bien. Nada más urgente en la época de la imagen y los grandes multimedias de la (in)comunicación.

Ahora bien. La batalla de ideas y la lucha por la hegemonía, urgentes, impostergables, insustituibles, no excluyen ni cancelan la violencia revolucionaria. Antonio Gramsci era muy claro cuando nos enseña que hegemonía es la combinación de consenso y violencia. Nunca hay consenso puro, como tampoco existe violencia pura. Siempre hay una combinación de ambos. Ni el régimen más despótico (pensemos en Pinochet o Videla) desestimó la construcción del consenso. Ni los regímenes más “pacíficos” (pensemos en Suecia o Noruega, paraísos añorados por todo socialdemócrata que se precie de tal) cancelan la violencia. ¿El político socialdemócrata y pacifista Olof Palme falleció de muerte natural? ¿En Francia no hay servicios de inteligencia? ¿No hay policía en Alemania ni grupos de choque antidisturbios? ¿En el estado español no se tortura y no se reprimen las manifestaciones?

Todo proyecto revolucionario en nuestra América debe combinar la batalla de las ideas, la lucha por la nueva hegemonía, la creación de consenso con la estrategia de confrontación y el manejo de todas las formas (actuales o potenciales según el país) de lucha. Prepararse en todos los terrenos es la gran tarea del momento.

En cuarto lugar, se habla de la insurgencia colombiana y se le aconseja que la lucha armada ya no tendría vigencia. Eso fue lo primero que dijo Fidel. Respondiendo a las críticas que recibió, aclaró más tarde que no deberían entregar las armas, aunque la idea en cierto modo rondaba la polémica, por eso tuvo que aclarar, sino no hubiera hecho falta.

Preguntémonos entonces: ¿deberían entregar las armas? ¿A nombre de qué? ¿Las guerrillas deben rendirse? ¿Es que acaso ya hay garantías democráticas, participación popular, nivel de vida digno para los humildes, respeto a la mujer, defensa del medio ambiente y soberanía completa para el pueblo colombiano? ¿Se acabaron los paramilitares? ¿Ya no hay presos políticos en Colombia? ¿Todos los torturadores, violadores y asesinos de la motosierra han sido juzgados y encarcelados?

¿Por qué exigirle a la guerrilla que se arrodille sin condiciones? ¿Nos olvidamos de los 5000 asesinados de la Unión Patriótica, cuando las FARC intentaron una salida política y los aniquilaron como moscas ante el silencio cómplice de gran parte del progresismo ilustrado y bienpensante? ¿Alguien le pide al ejército colombiano, por ejemplo, que deposite todas sus armas en una plaza de Bogotá? Cualquier persona con sentido común lo vería como un despropósito. ¿No es cierto?

La legitimidad de la insurgencia colombiana no se puede anular por decreto. Además, la mejor manera de que los yanquis no enfoquen toda su energía represiva y contrarrevolucionaria sobre el heroico pueblo cubano que tan valientemente ha resistido durante tantos años al bloqueo, es que se mantengan las actuales resistencias antimperialistas (Colombia, Palestina, Irak, Afganistan) y surjan incluso nuevas resistencias. Que la insurgencia colombiana —especialmente las FARC— siga existiendo y desarrollándose es la mejor garantía para que la Venezuela bolivariana no sea cercada por el títere del los yanquis Uribe y así pueda profundizar su proceso. Que sigan existiendo las FARC es la mejor garantía para que los yanquis tengan que dispersar sus fuerzas ayudando de este modo a que la Cuba de Fidel se mantenga firme sin ceder un milímetro, como siempre lo ha hecho. Esa era precisamente la estrategia del Che en su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”: multiplicar las luchas para dispersar la fuerza del enemigo. Hoy no es Vietnam sino Colombia, Palestina, Irak, el país vasco y Afganistán. La estrategia del Che sigue siendo actual y pertinente, adaptada a nuestra coyuntura.

¡La mejor defensa de Cuba hoy pasa por la continuidad de las luchas sociales radicales, sindicales, campesinas, estudiantiles y político-militares, contra el capitalismo y el imperialismo en toda América Latina, incluida la resistencia armada de los guerrilleros y las guerrilleras colombianas! Flaco y delgado favor le harían a Cuba si las FARC abandonaran la lucha armada, según mi modesta opinión.

En quinto lugar, considero un error —producto de toda exageración que suele acompañar a las polémicas— contraponer las virtudes de Marulanda por sobre el Che, como por momentos deja sugerir uno de los escritos de Petras. ¿Hay que elegir entre uno y otro? Sinceramente no lo creo. Ernesto Guevara y Manuel Marulanda son dos de los grandes símbolos de lo mejor que produjo nuestro continente. La juventud de todo el mundo (incluida la cubana y la argentina) debería aprender de ambos, no de uno u otro. Fidel es también otro de esos maestros, aunque se pueda disentir fraternal y respetuosamente con él en una opinión puntual.
El gobierno colombiano vaticina el ocaso definitivo de las FARC. ¿Es realista ese diagnóstico?

Reitero que no soy colombiano y que tampoco aspiro a ser un inspector de otras realidades. Sin embargo, por lo poco que conozco, esos vaticinios triunfalistas ya son habituales y hasta “folclóricos” en Colombia, donde diversos gobiernos anunciaron la muerte de Marulanda una cantidad innumerable de veces, durante décadas, muchísimo antes de su reciente fallecimiento. Esos vaticinios dan risa y provocan la sonrisa. Lo mismo hacía el tirano Somoza, poco antes de ser derrocado por la insurgencia sandinista. Somoza decía “son unos forajidos, ya los tenemos derrotados” escaso tiempo antes de caer. Yo no compraría “carne podrida”, como suelen decir los periodistas en Argentina (esto es: información falsa carente de veracidad). La derrota terminal, ocaso final y disolución de la guerrilla de las FARC tiene más que ver con los deseos de los narco guerreristas y toda la política mafiosa de un gobierno ilegítimo (cuestionado por la Corte Suprema de la justicia colombiana) que con la verdad histórica. En cuanto a la delirante y macartista acusación del gobierno colombiano y de su patrón yanqui, quienes acusan a las FARC de ser un grupo “terrorista” me limito a recordar el análisis del libro del brillante intelectual estadounidense Noam Chomsky Estados canallas (editorial Paidos) quien demuestra en forma contundente y demoledora que las FARC no son terroristas, narcos ni nada parecido.

¿La crisis financiera del capitalismo coincide con el fin de las FARC?

La crisis financiera recién comienza. Es más que probable que se profundice. Hasta los periódicos más conservadores y neoliberales así lo vaticinan. Nada tiene que ver ese fenómeno del capitalismo con una supuesta derrota de las rebeliones y rebeldías populares, incluyendo dentro de estas últimas la lucha de la insurgencia colombiana de las FARC. Mientras que el capitalismo está en crisis, las rebeldías aumentan y crecen, acompañadas de nuevos sujetos sociales que comienzan a luchar (el caso de los indígenas colombianos es muy expresivo en este sentido). Por lo tanto, esa supuesta coincidencia no es tal, desde mi punto de vista.

Algunos sectores de la izquierda consideran que las FARC deben terminar con la lucha armada y entregar a todos los prisioneros de guerra sin condiciones. ¿Qué opina al respecto?

Lo deseable sería que todos los seres humanos vivieran en el planeta Tierra de manera armoniosa y pacífica. ¿Quién puede desear lo contrario? Sólo un loco o un perverso. Pero lamentablemente vivimos desde hace milenios en sociedades divididas en clases sociales, con explotadores y explotados, con gente que ejerce el poder y gente que se resiste. Mientras existan clases sociales antagónicas habrá contradicciones y confrontaciones, habrá luchas de clases. La modalidad más alta de esas confrontaciones sociales, según Antonio Gramsci, son las guerras civiles. Lenin —disculpas por citar a alguien tan vigente y tan demonizado… pero ya es hora de comenzar a recuperar todo lo que perdimos en el terreno teórico durante los últimos 25 años— consideraba que las guerras civiles se desarrollan no entre unos pocos locos sueltos, de un lado, y todo el pueblo del otro lado, sino entre dos partes del pueblo. Las guerras civiles de verdad, no la de los pizarrones y los libros de epopeya o las películas de Hollywood, se despliegan y tienen lugar entre dos partes del pueblo. En esas guerras, en esas confrontaciones de clases, en esas luchas de clases aparece el problema de los prisioneros. No puede apelarse a un falso e hipócrita humanitarismo estilo de la ONU o el Vaticano, poniendo en un lado a “víctimas inocentes y virtuosas” y en el otro lado, a “guerrilleros monstruosos” representantes del “eje del mal”. Esa imagen macartista y maniquea que lamentablemente han logrado instalar muchos monopolios de (in)comunicación resulta insoportable y sinceramente provoca nauseas.

Además, en mi país todo el mundo comentó que cuando apareció ante los medios de comunicación la señora Ingrid Betancourt aparecía rozagante y luminosa. Nada tenía que ver la propaganda de una mujer maltratada, al borde la muerte. Parece que mal no la trataban los insurgentes para que apareciera de la noche a la mañana casi como una modelo televisiva. ¿no es cierto? Eso me lo comentó mucha gente en Argentina, incluso gente que no es de izquierda ni simpatiza con el socialismo. Se trata de una evidencia de sentido común.

Entonces, el problema de los prisioneros y las prisioneras debe analizarse desde el ángulo de la lucha de clases del pueblo contra los explotadores, eludiendo el falso atajo de la CNN y otras agencias similares que manipulan la verdad y construyen lo que ellos quieren para convencer a millones.

Nunca entendí porqué las FARC deberían entregar a los prisioneros militares (colombianos o yanquis que hoy participan y actúan en la guerra civil colombiana) a cambio de… ¡nada!. ¿De nada? ¿No hay prisioneros insurgentes en las cárceles de Colombia? ¿Nadie se enteró que hay más de medio millar de combatientes presos en las peores condiciones inimaginables? El propio gobierno de Uribe se vanagloria públicamente de haber apresado durante su primer gobierno nada menos que 150.000 (ciento cincuenta mil) civiles, muchos de ellos acusados de supuestos “vínculos con las FARC”. ¿Por qué nadie habló durante la crisis del caso Betancourt de las presas políticas del pueblo violadas en las mazmorras del régimen de Uribe? Hubo muchas misas hipócritas (a una de ellas asistió la presidente argentina Cristina Kirchner, dicho sea de paso…). Misas y velas que pedían la libertad de un solo bando. ¿El humanitarismo ve de un solo ojo? ¿Es un humanitarismo tuerto? ¿Por qué no hacían misas por las prisioneras políticas torturadas y violadas? ¿No existen? Eso sólo se explica por la hipocresía de una moral burguesa (falsamente religiosa) que, repito, sencillamente da nauseas y ganas de vomitar.

Muchos movimientos actuales plantean siempre la unidad. ¿Cuáles serían en su opinión los pasos prácticos hacia ese objetivo?

La unidad es impostergable. Pero no unidad con los poderosos, no unidad con la burguesía, sino unidad de las rebeldías, unidad de la izquierda social, la izquierda política y la izquierda insurgente. Las tres son dimensiones de una misma batalla antimperialista y anticapitalista. Los pasos concretos podrían ser construir una agenda mínima de movilizaciones a nivel continental contra el imperialismo, por la defensa de los recursos naturales, por la defensa de los presos políticos del pueblo. Unidad concreta entre las coordinaciones de la Vía Campesina, la Coordinadora Continental Boliviana, el Encuentro Cono Sur y otras experiencias de articulación a nivel latinoamericano.

Desde la Coordinadora Continental Boliviana existe una propuesta de crear el Movimiento Bolivariano. ¿Cómo valora esa iniciativa?

Creo que es una propuesta interesante. Puede ayudar a confluir en el gran torrente de la lucha contra los poderosos del norte, porque el nuevo gobierno de Obama continuará aplastando y dominando a nuestros pueblos. Debemos prepararnos para enfrentar a un imperio con cara “multicultural”, presidente negro, generales gays, torturadoras mujeres… Construir un movimiento bolivariano donde converjan diversas rebeldías puede ser un paso importante hacia la unidad antimperialista continental.

¿Qué opina de constituir el 26 de marzo como día universal del derecho a la rebelión armada?

Si no estoy mal informado esa fecha ha sido elegida por la muerte del comandante Manuel Marulanda Velez. Creo que es una buena elección. Recordemos que el 8 de marzo fue elegido por la revolucionaria comunista Clara Zetkin como día universal de la mujer. Tal esta nueva fecha se transforme con el tiempo en una fecha emblemática…

¿Que le dicen estos tres nombres: Bolívar, Marulanda y Che?

Los tres sintetizan la historia de nuestra América. Bolívar, junto a San Martin, Tupac Amaru, Bartolina Sisa y Toussaint de Louverture, sin olvidarnos de Artigas, Mariano Moreno ni de Manuel Rodriguez, entre muchísimos otros, expresa el momento de la primera independencia americana. El Che sintetizó el momento más alto, a nivel mundial, de la rebelión por la segunda independencia. Manuel Marulanda, tan demonizado, tan injustamente “olvidado”, pero al mismo tiempo tan admirado por sus compañeros y compañeras, es el nombre que sintetizó la continuidad de la lucha revolucionaria del Che en tiempos de neoliberalismo, posmodernismo, socialdemocracia y contrainsurgencia “democrática”. Todos esos nombres son grandes maestros, espejos donde deberían mirarse las nuevas generaciones de jóvenes rebeldes. ¡Ninguno de ellos ha muerto! Todos están vivos, nos acompañan día a día en las nuevas rebeliones del siglo XXI por la Patria grande, la lucha antimperialista, el hombre nuevo, la mujer nueva y el socialismo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76547

18.12.08

Quieres darle un(os) zapatazo(s) a Bush

En 30 segundos tirale a Bush todos los zapatasos que puedas. Es muy gracioso; en estos momentos he llegado a tirarle 9 en 30 seg. :P

El link:
http://play.sockandawe.com/game/

12.12.08

Matemáticas en misa ya

Este es un escrito hecho en España, pero es un buena propuesta para todos los paises en que las religiones (... y sus maximas autoridades) tienen el control de aspectos centrales de su vida publica.
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12-12-2008

Por una educación pública, laica y de calidad
¡Matemáticas en misa ya!

Rebelión

Somos un grupo de docentes de todos los niveles educativos que estamos muy preocupados por el bajo nivel cultural en nuestra sociedad, los altos índices de fracaso escolar y la proliferación de telebasura.

Para salir de esta situación queremos traspasar los muros de las escuelas, los institutos y las universidades, llevando la cultura y la educación a ámbitos en los que hasta la fecha hemos estado ausentes, en los que nuestra dejadez ha privado a muchos ciudadanos del derecho universal a la cultura.

Como primer paso, queremos llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que nos cedan un diez por ciento del tiempo de las misas con el fin de que profesores especialistas en las distintas disciplinas puedan llegar más fácilmente a los creyentes mediante breves intervenciones didácticas.

Estamos estudiando cuál sería el momento idóneo para insertar en las misas contenidos científicos y culturales, tal vez inmediatamente después de la consagración o justo antes del padre nuestro.

Está claro que algunos feligreses podrían, con razón, objetar que ellos no tienen porqué aumentar sus conocimientos ni su cultura, ya que acuden a misa con el sólo fin de orar y escuchar la palabra de Dios.

Para solucionar este problema, y aunque pudiera parecer inconstitucional, a la entrada a la iglesia les haríamos rellenar un formulario para que manifestaran su preferencia por la religión o la cultura.

Una vez identificadas estas personas, podrían abandonar en el momento adecuado la nave principal de la iglesia y reunirse en las capillas laterales, la cripta o el salón parroquial. Con el fin de evitar agravios, estas personas podrían recibir durante ese rato charlas de carácter no cultural ni educativo pero muy relacionadas con los contenidos que se estén impartiendo en ese momento al resto de los fieles desde el altar.
Por ejemplo, los feligreses que no quieran repasar la tabla periódica, estudiarán los efectos perniciosos de los colorantes alimentarios, los que no quieran hacer ejercicios de educación física podrán ver un documental sobre la obesidad, y los que no quieran repasar los verbos irregulares ingleses podrían estudiar estadísticas sobre la importancia de hablar idiomas en el mundo moderno.

Los obispos nos han adelantado que no habría problema en computar el tiempo de cualquiera de estas actividades como tiempo equiparable al dedicado a escuchar la palabra de Dios, a la oración, a la contemplación, la penitencia o a la caridad y en ningún caso podrá discriminarse el acceso a la salvación eterna a los fieles en razón de sus preferencias religiosas o educativas.

Tampoco han puesto la más mínima objeción a la aparente contradicción derivada de que el contenido de las misas esté basado en la fe y las creencias, en contraste con la naturaleza científica y académica de los contenidos que habitualmente impartimos en las aulas.

En un primer momento, las clases se impartirían sólo durante las misas obligatorias de los domingos y fiestas de guardar, para más adelante extenderse a otros actos religiosos de asistencia no obligatoria como bautizos, bodas, comuniones, funerales, ejercicios espirituales, ordenaciones sacerdotales e incluso ceremonias de canonización o beatificación.

Pero, ¿de dónde saldría el dinero para pagar al profesorado que trabaje los domingos? Sin duda alguna de los donativos que los fieles depositan en los cepillos, del porcentaje de impuestos destinados al sostenimiento de la Iglesia Católica o, en general, de los presupuestos de la Iglesia.

Para garantizar la calidad de las enseñanzas impartidas, nuestra asociación gestionaría directamente el dinero aportado por la Iglesia y con él contrataría a profesores de sólida formación pedagógica y científica que se encargarían de impartir las clases durante las misas.

Naturalmente, dado el carácter eminentemente laico de las clases, no dudaríamos en despedir fulminantemente a aquellos profesores que no mantuvieran una coherencia laica entre su vida profesional y personal haciendo cosas como casarse por la iglesia, acudir a misa semanalmente o participar en cualquier tipo de actos religiosos.
Finalmente, llevaremos nuestras negociaciones hasta el mismo Vaticano, con cuyas autoridades firmaríamos un concordato que garantizara la continuidad de nuestra noble tarea docente en las iglesias durante los años venideros.

Entre tanto, puedes hacer llegar nuestra propuesta educativa a docentes, padres, alumnos, políticos, sindicalistas, medios de comunicación e incluso a las autoridades eclesiásticas. Tal vez así contribuyamos a que se entienda mejor lo que está ocurriendo en relación con la enseñanza de la religión en los centros sostenidos con dinero público.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=77281

10.12.08

¿Todos los seres humanos nacen libres?

10-12-2008

60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

¿Todos los seres humanos nacen libres?
Il Manifesto

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

La Declaración Universal de los Derechos Humanos se celebra estos días como un documento internacional de relevancia excepcional. Se trató de un intento importante para fundar y universalizar los derechos humanos. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la ONU proclamó solemnemente que los derechos humanos son una prerrogativa absoluta de todos los individuos, pertenezcan a la nación, cultura o civilización que pertenezcan. En el primer artículo de la Declaración se llega a afirmar que todos los seres humanos “nacen libres”, que son “iguales en dignidad y derechos” desde su nacimiento, y que “deben comportarse fraternalmente”. Se trata de una concepción filosófica inspirada en el idealismo ético que dominaba en la segunda posguerra en Europa.
La filosofía universalista del “derecho natural”, típica del protestantismo y del catolicismo prevaleció sobre el resto de doctrinas. El resultado fue que la Declaración Universal poco tiene de universal. Impone como cosa debida una visión concreta del mundo impregnada de individualismo, liberalismo y formalismo jurídico occidentales.
No es casual que se hayan producido violentas discusiones internacionales a este respecto. En concreto, en 1993, durante la segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre derechos humanos, dos concepciones incompatibles del todo se enfrentaron. Por un lado estaban las tesis de la Declaración Universal, con su reivindicación de los derechos individuales, de la libertad y la privacidad. Por el otro, estaba la posición de gran parte de los países de América Latina y los países asiáticos, con Cuba y China al frente. Estos países situaban en el centro los “derechos colectivos”, ignorados en la Declaración Universal, especialmente la lucha de los pueblos contra la pobreza y el dominio económico, financiero y militar de los países industriales.
En realidad la Declaración de 1948 ha ejercido y ejerce aún una influencia mínima en las relaciones internacionales. La formuló un organismo como la Asamblea General, carente de poder normativo efectivo. De hecho, el texto de la Declaración está estructurado como una proclamación ético-filosófica que carece de sanciones e instrumentos ejecutivos capaces de llevarla a cabo. Para probar la ineficacia dramática basta con consultar los informes de Amnistía Internacional: más de dos mil millones de personas sufren actualmente la violación sistemática de sus derechos. La magnitud del fenómeno es creciente y afecta a un número altísimo de estados: más de 150 de 200, incluidos los estados occidentales. Las violaciones incluyen una larga serie de atrocidades; entre otras, el genocidio, la tortura, la pena de muerte, las ejecuciones sumarias, las desapariciones, los homicidios políticos, la violencia contra las mujeres, la esclavitud, la violencia contra los niños, las ejecuciones capitales de niños y discapacitados, el trato inhumano y degradante de los detenidos.
Pero las tragedias del mundo son sobre todo las guerras de agresión, el hambre y la pobreza absoluta, cuyos responsables son mayormente los países occidentales, empezando por los Estados Unidos y la OTAN. Pensemos en Guantánamo, Abu Ghraib, Bagram, en las masacres en Iraq y Afganistán. Recordemos, como acaba de hacer Luciano Gallino, que en la India, de 1996 a 2007 se han suicidado 250.000 campesinos por culpa del hambre y las deudas. La razón de su miseria se halla en los monocultivos impuestos por las corporaciones europeas y estadounidenses. ¿No habíamos quedado en que todos los hombres nacen iguales?

2.12.08

La policía científica colombiana reconoce que el computador de Raúl Reyes no tenía correos electrónicos

02-12-2008

La policía científica colombiana reconoce que el computador de Raúl Reyes no tenía correos electrónicos

Yvke

El capitán Ronald Ayden Coy Ortiz, quien hizo el informe de la policía científica sobre el computador, admitió bajo juramento que el supuesto equipo de Reyes no contenía correos electrónicos sino "documentos de Word". Esto podría dejar sin curso la investigación contra María Augusta Calle, William Parra y otros acusados de recibir correos del líder guerrillero, pues no hay forma de probar que esos documentos fueron enviados.

Un capitán e investigador antiterrorista de la DIJIN (policía científica de Colombia), Ronald Ayden Coy Ortiz, quien elaboró el informe del computador que el Ejército de Colombia afirma haber encontrado en el campamento de Raúl Reyes, declaró bajo juramento ante la Fiscalía que no encontró correos electrónicos en dicha computadora. "Sólo habían documentos de Word", indica el noticiero del Canal Uno de Colombia. (Nota de janoengels: en el enlace que aparece al final del articulo se incluye el segmento de este noticiero donde aparece la información)
Al preguntársele: "Informe al despacho si ustedes (el DIJIN) hallaron en los elementos electrónicos incautados a Raúl Reyes, archivos correspondientes a los correos electrónicos enviados y recibidos por él", el capitán Coy respondió: "Pantallazo de correo electrónicos no se han hallado hasta el momento. Se han hallado gran cantidad de direcciones que pertenecen a correos electrónicos, pero Reyes almacenaba la información en Word y de programas Microsoft".
El gobierno de Colombia había sostenido hasta ahora que el computador contenía miles de correos enviados por el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), quien murió al ser bombardeado ilegalmente su campamento por los militares neogranadinos en Ecuador en marzo.
Ello les permitió iniciar juicios contra los parlamentarios Piedad Córdoba, Wilson Borja y Gloria Inés Ramírez; el ex asesor de paz Lázaro Vivero; el director del semanario Voz, Carlos Lozano; el periodista de Telesur William Parra; la directora de una ONG, Liliana Patricia Obando; el ex candidato presidencial Álvaro Leyva, el investigador estadounidense James Jones y el ciudadano Amilcar Figueroa, de Venezuela. "
La declaración podría dejar sin curso la investigación" contra los incriminados por el contenido del computador, ello porque "los documentos de Word no sirven para demostrar que hubo correos cruzados del cabecilla guerrillero con los investigados", según indicaron en Canal Uno. Los abogados que representan a los mencionados en el computador, pedirán que se declare nula la prueba de los correos electrónicos, porque según la declaración del capitán, no hay forma de probar que hayan sido enviados o recibidos, porque los archivos de Word no sirven para probar que hubo intercambio de comunicaciones.
Juan Manuel Santos, ministro de Defensa neogranadino, insistió en la existencia de los correos electrónicos y dijo que quienes quieren negarlo son los implicados. "Los correos son prueba ya inclusive en España".
El 1º de marzo pasado, un escuadrón del Ejército colombiano ingresó de forma ilegal a territorio ecuatoriano y atacó un campamento de las Farc, donde asesinaron a 25 personas, entre ellas varios civiles de México y Ecuador. Tres jóvenes sobrevivientes declararon que las fuerzas colombianas remataron a varias personas por la espalda y que todos estaban desarmados en el momento del ataque. Desde ese momento, las relaciones diplomáticas entre ambos países se encuentran suspendidas.
Luego de este hecho, la Interpol presentó un informe sobre las supuestas computadoras.

1.12.08

Eternamente bi

Me parece interesante que lean estas entrevistas sobre la bisexualidad publicadas en internet el año 2006 por el periódico lésbico de internet Rompiendo el Silencio. Particularmente esta entrevista tiene un carácter histórico debido a que el grupo chileno que aparece en la entrevista no esta en funcionamiento.

No alcance a ingresar a el, y en la actualidad es difícil que pueda replicar la experiencia debido a mi mayor interés por la militancia proletaria, además de mi bajo manejo teórico del tema de la diversidad sexual en general y de los derechos de lxs bisexuales en particular. Sin más que decir, les invito a leer la entrevista.
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La bisexualidad entra a la escena activista

Eternamente bi

En todo el mundo, se están organizando las personas bisexuales para tener una mayor participación en la escena activista LGBT. Desde México, Natalia Anaya de Opción Bi lleva adelante su lucha contra los prejucios, y en Chile, el grupo "Exigimos Igualdad", junta fuerzas tras su primera aparición pública en la Marcha del Orgullo, con bandera incluida.

Por Redacción RS /.

En un mundo donde "el ser o no ser" es requisito indispensable para pertenecer a un grupo, las personas bisexuales parecen estar en una eterna lucha contra todo el mundo, incluido sus pares, como lesbianas, gays y trans que las y los discriminan cediendo a los prejuicios que se han tejido en torno a esta denominada "opción sexual".

Natalia Anaya, es mexicana, tiene 47 años, se considera una mujer trans y bisexual, tiene dos hijos y una pareja no trans. "Ellos tres son mi luz", añade desde esa ciudad. Pero su bisexualidad la lleva al plano político y es así como integra el directorio de la web "Opción Bi", página dedicada a darle un sentido informativo, serio y político a un tema constatemente vapuleado por los estereotipos.

"Me di cuenta de mi capacidad para amar y sentirme atraída por hombres y mujeres desde mi infancia. A los cinco años, ya tenia mi primera novia y a los 8, mi primer novio. Tuve parejas y amantes mujeres y hombres desde la adolescencia, pero escuché la palabra “bisexual” hasta los 37 años. En ese momento, sentí que esa era la palabra que podía describir lo más cercanamente mi orientación sexual. Reconozco que es una palabra limitada, pero es la que tengo a la mano", cuenta.

En el mundo lésbico y gay, al parecer hay muchos prejuicios sobre la bisexualidad, incluso en los movimientos homosexuales, lésbicos y lésbicos feministas no parecen tomarlos en serio...

Si, en los colectivos lésbico-gay existen muchos prejuicios sobre la bisexualidad y sobre las persona con esta orientación. Me parece que estos prejuicios hablan de que sí nos toman en serio, y muy en serio. He descubierto que la palabra “bisexual” es una palabra altisonante en los contextos lésbico-gays, pues cada vez que la digo en voz alta observo rostros de enojo y miedo. Esta observación la he comentado con mis amigos gays y amigas lesbianas, y de manera sorprendente, me han dicho que mi orientación y mi actitud de nombrarme abiertamente bisexual, les parece muy amenazante.

¿Amenazante?

Si. Un sexólogo y psicoterapeuta gay me dijo una vez que las personas bisexuales les ponemos enfrente, a las personas monosexuales, todas las posibilidades de su propia sexualidad. Otra cosa que les amenaza mucho a las personas monosexuales es que, cuando son nuestras amantes, temen que les seamos infieles con el otro sexo, pues no pueden competir con un pene o con unos pechos femeninos, según sea el caso, como si los hombres y las mujeres seamos sólo eso. Lesbianas y gays nos dicen que nos acostamos con el enemigo.

¿Y qué te pasa a ti frente a todo eso?

Yo comprendo todas estas razones y sentimientos, pero creo que tenemos el gran reto de trabajar para superar estos recelos y crecer juntas y juntos. A lesbianas y gays les decimos que desde siempre les hemos amado pues han sido nuestras parejas; que hemos hecho activismo codo con codo; que hemos estado en las marchas y repartiendo propaganda, llevando orgullosamente la bandera del arco iris; llevamos toda la vida juntas y juntos. Les decimos que no está bien que repitan el esquema y nos discriminen, cuando ellas y ellos padecen discriminación. Les decimos que lesbianas, gays y bisexuales padecemos discriminación desde la heterosexualidad hegemónica y obligatoria y nos oponemos a sustituirla por la monosexualidad obligatoria. A lesbianas y gays les decimos que estamos en el mismo barco y que, ahora, la pequeña gran diferencia es que hemos decidido nombrarnos públicamente.

En ese contexto, ¿cómo nace crear una web orientada al público bisexual?

El sitio en internet del grupo Opción Bi es una forma de salir del armario en el mundo de habla hispana. Sobretodo porque detectamos la carencia de textos sobre bisexualidad, e inglés hay poco y en español, casi no hay nada. La bisexualidad se trata en los textos como un sub-rubro de la homosexualidad y lo peor, es que la bisexualidad de las mujeres es prácticamente inexistente en los textos. Y, por supuesto, es muy frecuente descubrir textos sobre bisexualidad pensados desde la bifobia y desde la ignorancia. El sitio en Internet busca comenzar a llenar estos espacios.

¿Cuál ha sido la respuesta de las y los lectores hacia su web?

La respuesta ha sido maravillosa, pues mucha gente nos escribe para compartirnos sus sentimientos y sobre todo pide ayuda para explicarse lo que siente. Hay mucha confusión, pues en este mundo dicotómico tenemos sólo dos opciones (homosexual o heterosexual), y cuando nos descubrimos con una mayor capacidad para desear y amar a las otras personas, sin que el sexo sea un obstáculo, los sentimientos se confunden. Yo misma sufrí por años esa confusión.

¿Por qué crees que la bisexualidad es una de las orientaciones más invisibles dentro de la diversidad sexual?

Yo creo que hay varias razones. Supongamos tres parejas: un hombre y una mujer, dos hombres y dos mujeres, las tres besándose. Creemos que podemos suponer de inmediato su orientación sexual. Sin embargo, cualquiera de esas personas, o todas, puede ser bisexual en sus prácticas amorosas y eróticas, lo acepte o no, se nombre o no. Por otro lado, el rechazo de lesbianas, gays y heterosexuales hace que por supervivencia nos mimeticemos para no perderles como amantes y como redes sociales de amigos y apoyo. Por último, hace falta construir un empoderamiento y orgullo de nombrarse bisexual, pero es un trabajo personal de largo plazo en el que estamos trabajando como Opción BI, pero que falta mucho por avanzar.

¿Cómo has enfrentado tu bisexualidad en el mundo lésbico?

En lo particular, he sido recibida extraordinariamente por las lesbianas jóvenes, es más creo que tengo mucho éxito con ellas. Las mayores son respetuosas conmigo, desde lejos, pero en un proceso de aceptación progresivo estoy construyendo relaciones de amistad con varias. Mi pareja y yo somos invitadas frecuentemente a fiestas lésbicas y las disfrutamos mucho. Sin embargo, muchas de mis amigas bisexuales no siempre han tenido esa suerte, pues han recibido rechazo de diferentes formas. A pesar de esto, yo veo que en México se está dando un cambio positivo dentro de los colectivos lésbicos. Creo que Opción Bi está logrando cada vez mayor aceptación de las lesbianas hacia las y los bisexuales.

En Chile "Exigen igualdad"

No quieren dar sus nombres reales, porque dicen que ya han sido amenazados por grupos neonazis; sin embargo, crearon nick (o sobrenombres virtuales) bien originales: Señor No y Señorita Nadie son los fundadores del colectivo "Exigimos Igualdad", que hoy cuenta con un fotolog y un Blog concurrido y visitado en la esfera de internet. Por el momento, se dedican a la difusión de su realidad.

"La idea era hacer propaganda primero (darnos a conocer como organización), para luego hacer un llamado a la gente para que se nos una. Pero también es que hacemos un gran llamado a la autogestión, que cada persona luche por sí misma, y de acuerdo a ésta consigna, cualquiera puede pertenecer a "Exigimos Igualdad", cuenta la Srta. Nadie

¿Cuál es el objetivo de organizarse en torno a la bisexualidad?

Sr No: Luego de descubrir que no había ningún grupo que tratara debidamente el tema de la bisexualidad y además del aparente aumento de ésta en las/los jóvenes, quienes fallaban en autodefinirse como tales, creímos que era necesario comenzar a educar al respecto a quienes son bisexuales. Nuestra meta actualmente es lograr el reconocimiento de la bisexualidad desde los propios jóvenes bisexuales y demás minorías sexuales.

Srta. Nadie: Teniamos la inquietud como jóvenes bisexuales de ver quienes eran los que luchaban por nuestra aceptación, pero nos dimos cuenta que las organizaciones existentes no sólo no se enfocaban en nosotros, sino que algunas, claramente, no nos reconocian (incluso definiéndonos como gente indecisa que pasa por una etapa de duda sexual). Es entonces cuando decidimos "hacer algo", ya que de brazos cruzados nunca lograriamos nada. Además, como dice mi compañero, existe un aumento en nuestra comunidad, siendo últimamente bulladamente reporteados, otorgándonos nombres como "heteroflexibles" o "heterocuriosos", pero muchos no se aceptan aún como bisexuales, nosotros hacemos ese llamado por la aceptacion personal.

¿Por qué creen que el tema de la bisexualidad es tan prejuiciado en el ambiente gay lésbico acá en Chile?

Sr No: Todos los prejuicios que existen sobre la bisexualidad son los mismos que recaen sobre cualquier otro grupo sexual. Pero, a nuestro parecer, una de las principales razones de por qué la bisexualidad es poco valorada por el resto es que no responde a los estándares binarios de nuestra sociedad. Esta es una sociedad profundamente binaria y exige que vivamos según eso, al no elegir un "extremo" o "bando" reconocido (homosexual o heterosexual), rompemos con ese sistema y se nos llama indecisos o promiscuos por ello.

Srta. Nadie: Se tiende a creer que somos personas indecisas que no queremos reconocer nuestro homosexualismo, amparándonos en una imagen heterosexual, y porque como potencialmente, podríamos tener una pareja femenina o masculina, se tiende a creer que somos personas promiscuas, incluso, que nos gusta herir los sentimientos de las personas. Pero nosotros queremos terminar con esa imagen, demostrando que realmente somos personas que nos tomamos nuestras relaciones en serio, y que la promiscuidad se da a niveles tanto heterosexual como homosexual.

¿Cómo ha sido la acogida que han tenido del resto de sus pares? (organizaciones gays y lésbicas más que nada) ¿buen recibimiento? ¿rechazo?

Sr No: No hemos sufrido rechazo de ninguna organización, pero lamentamos la nula mención de la bisexualidad en la marcha de Septiembre. Para mucha gente no existimos y esperamos cambiar eso para que todas las organizaciones podamos actuar en conjunto, manteniendo nuestros propios ideales, por una gran meta en común.

Srta. Nadie: Hemos recibido un buen recibimiento por parte de las otras organizaciones, incluso hemos colaborado en algunas actividades de la C.U.D.S, también, hemos tenido invitaciones de colaborar y participar en varias de éstas, pero, por supuesto, aún falta reconocimiento de nuestra comunidad en ellas, y claro, más participación de bisexuales activistas, más motivación de nuestra propia gente.

La bandera rosada, azúl y violeta

La bandera flameó en la marcha del Orgullo, y aunque fue comprendida por muy pocos y pocas que participaron en la actividad, sus defensores explican de qué se trata este simbolo.

Natalia Anaya sostiene que la bandera la diseñó Michael Page, considerado padre del descubrimiento de la bisexualidad. Page propuso tres colores: rosa, azul y morado o violeta. Según Page, los colores significan homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad.

De esa manera, tienen una mayor aceptación dentro de la escena política y activista y la hacen sentir como un derecho. Natalia dice que está segura de que la bisexualidad es una opción política.

"La bisexualidad no hace grupos exclusivos de hombres y de mujeres por separado, ni de lesbianas o gays separados, ni heterosexuales fuera o lejos. En la bisexualidad no caben ni la heterofobia, ni la homofobia, ni la lesbofobia, mucho menos, la bifobia. En nuestro grupo y en nuestra orientación sexua,l caben todas y todos. Ahora, creo que el término medio siempre ha existido, pero es el pensamiento dicotómico el que se resiste empecinadamente a ignorarlo, rechazarlo o negarlo; es en el lenguaje en el que no aparecen palabras para nombrar los términos medios".

En tanto, en "Exigimos igualdad", tiene una concepción más revolucionaria desde el término sexual. Desde ahí es que ellos y ellas se definan en una "parada" desde la ideologia de izquierda y anarquista.

Sr No: El estado falla en responder a nuestras exigencias y necesidades. Necesitamos un cambio tanto político como cultural completamente revolucionario y rebelde. Nos adherimos a otros grupos contraculturales tales como los anarquistas y movimientos de legalización de la marihuana. Nosotros no vamos a pedir. Exigimos.

Srta. Nadie: Es absolutamente necesario politizar la bisexualidad, en el momento es que es la política del país la que marca la aceptación de la ciudadanía y la sociedad. Nuestra tendencia izquierdista se debe a que es la derecha conservadora de Chile la que siempre está en contra de la aceptación de las "minorías" sexuales (como por ejemplo en el caso del matrimonio con personas del mismo sexo, o el escándalo del barrio El Golf), además que apoyamos la mayoría de los movimientos contraculturales (okupas, marihuana, feministas, etc.). Desde siempre, ha sido la izquierda la que ha aceptado nuestras propuestas (Hirsh era el único de los candidatos presidenciales que estaba de acuerdo con el matrimonio de personas de un mismo sexo), es una lástima que la Concertación, la que gobierna este país, sea manejada por la derecha católica empresarial.

¿Cómo piensan hacer frente a los estereotipos y prejuicios sobre labisexualidad?

Srta. Nadie: Con una actitud seria y de compromiso con la lucha, cambiando la imagen de jóvenes descarriados por la de jóvenes comprometidos. Mostrándole a los miembros de la sociedad, a través de nuestra organización (y las próximas a aparecer) con hechos empíricos, que los prejuicios son falsos, y se basan en la ignorancia y educación retrógada de nuestra cultura tercermundista. Tenemos que hacernos ver y mostrar que como miembros activos de la sociedad también exigimos, exigimos igualdad.


Natalia Anaya y el tema del VIH/Sida:
“El temor que tienen las lesbianas de las bisexuales, ¡es ser infectadas!”

¿Qué pasa con el tema del VIH/Sida, tema muy cuestionado hacia las y los bisexuales?

Este es un tema muy interesante, pues me han sorprendido los comentarios que han hecho mis amigos gays y amigas lesbianas. Los gays hablan de que los bisexuales están pasando el vih/sida de la población homosexual a la heterosexual y que eso está muy mal, pues entre homosexuales “nos merecemos el Sida por promiscuos y pecadores, pero los heterosexuales son gente inocente”. Esto habla de la propia forma de verse a sí mismos. Los gays como gente mala y enferma y que ven la heterosexualidad como el mundo sano y bueno. ¡Qué horror! Por otro lado, una de las razones por la que las lesbianas han rechazado a las bisexuales es el temor a ser infectadas. ¡Como si la orientación sexual sea la causa del crecimiento de la epidemia! Definitivamente, no estoy de acuerdo con estas dos visiones y creo que hace falta mucha información. Además veo un claro interés de estigmatizar a un grupo y lo peor, es que desde otros grupos estigmatizados. Creo que la invisibilización de la bisexualidad en las políticas públicas contra la pandemia, además de un terrible problema de jerarquía entre los géneros, ha permitido esa transmisión.

Pero en su propia web hay artículos que no le hacen mucho favor a la causa de las y los bisexuales. Por ejemplo uno dice que las y los bisexuales no se casan ni comprometen...

Tienes razón, este sitio lo hacemos con el apoyo de ANODIS, el dueño de esta agencia de noticias del sitio es bisexual, pero sus colaboradores son gays. Por ello, a veces suben artículos desinformados y bifóbicos. Ésto pronto lo resolveremos.

Fuente: http://www.rompiendoelsilencio.cl/entrevistas/entrevistas_1oct06_2.htm