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30.1.12

Nueva derrota de la fiscalía en el caso Bombas: tendrá que pagar las costas del juicio


26 DE ENERO DE 2012

Nueva derrota de la fiscalía en el caso Bombas: tendrá que pagar las costas del juicio


El fallo al respecto, estableció que “no resulta serio, prudente ni respetuoso sostener que se litigó con motivo plausible” para haber mantenido al grupo de jóvenes anarquistas ocho meses en prisión por formar parte de una supuesta organización terrorista.

La Séptima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de apelación que presentó la Fiscalía Metropolitana Sur para eximirse de pagar las costas del proceso judicial por el llamado caso Bombas. De esta forma, el Ministerio Público deberá cancelar más de 29 millones de pesos por el proceso, los que incluyen los honorarios de los abogados defensores.
A fines de diciembre pasado, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones acogió un recurso de hecho presentado por el Ministerio Público y le concedió el derecho a apelar de la condena en costas impuesta por el Octavo Juzgado de Garantía, luego de sobreseer a 14 imputados del caso. La Fiscalía buscaba revertir la decisión que le ordenó pagar el valor de todo el proceso que terminó infructuosamente tras cuatro años de investigación, en la arista que perseguía la asociación ilícita. En la oportunidad la Primera Sala, en votación dividida, resolvió acoger el recurso de hecho considerando que fue el propio Ministerio Público el que pidió el sobreseimiento de la causa, por lo que consideró como un derecho la posibilidad de apelar en cuanto a la condena en costas.
El fallo al respecto, estableció que “no resulta serio, prudente ni respetuoso sostener que se litigó con motivo plausible” para haber mantenido al grupo de jóvenes anarquistas ocho meses en prisión por formar parte de una supuesta organización terrorista.
Según informó Radio Bío Bío, el abogado defensor de Pablo Morales, Mauricio Daza, indicó que quienes deberían pagar las costas son el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y el ex fiscal Alejandro Peña por su actuar en este caso.

12.7.10

La Roja de “todos”

12-07-2010

La Roja de “todos”

Paul Walder
Punto Final


La eliminación de la selección chilena nos ha hecho poner nuevamente los pies en la tierra. Se trata de un ritual que la historia más reciente no había registrado desde el Mundial de Francia, en 1998, pero que ha tenido expresiones en otros y muy diversos eventos. Es un rito expiatorio levantado por los medios de comunicación, que en la interpretación y reinterpretación de los mismos hechos busca alejar los viejos y endémicos fantasmas que cruzan nuestra historia ciudadana.

Si atendemos a la charlatanería periodística, la selección chilena se transmuta en un elemento redentor, un talismán que nos protege de toda aquella mitología y hechicería que ha construido una malograda identidad. Como si el uso y abuso de frases como “mentalidad ganadora” , “Chile, haciendo historia” o “actitud triunfalista” pudieran encantar a ese otro Chile, o “Chilito”, aquella “chilenidad” creada e instalada no por el pensamiento ganador de la oligarquía y sus medios, sean políticos, culturales o de comunicación, sino por un pueblo sufriente e históricamente derrotado. Como si un partido de fútbol o dos días extra de fiesta para el Bicentenario fueran a esfumar, cual hechizo, esa carga histórica que pesa no como una maldición de los dioses o de la naturaleza, pero sí como resultado de una construcción social, económica, política.

El Chile del Mundial, el país triunfador, expresado en una selección chilena de rasgos físicos muy representativos, es más un producto publicitario que una expresión de la movilidad social. Es ilusión, pero especialmente deseo y aspiración social de integración, de término de las discriminaciones, de fin de la exclusión. Es el Chile de las oportunidades representado y construido en la selección de Marcelo Bielsa, efecto de un trabajo largo y extenuante. Es el resultado de un bien diseñado y elaborado proceso. Es gestión, es trabajo. Es excelencia.

Cabe hacerse la pregunta, ¿qué Chile es representado por la selección? ¿Somos todos? Porque se dice y se repite es “la Roja de todos”, cuyos atributos, su “mentalidad ganadora”, “actitud triunfalista” o su capacidad de “hacer historia” entre otros rasgos positivos, serían también de todos. Todos los chilenos compartiríamos esa nueva actitud ganadora, todos estaríamos escribiendo otra y mejor historia. Pero se trata de un discurso publicitario levantado con fruición por los medios y alentado por las elites políticas.

Aun cuando vemos que la selección es representativa de la noción física de la chilenidad, de nuestro mestizaje, sus atributos no son compartidos por todos los ciudadanos que conformamos la chilenidad. Porque en no todas partes están esas oportunidades, ni el término de las discriminaciones y las marginaciones. Y tampoco el trabajo que permite esos resultados. Para comprobarlo no hace falta ir muy lejos: miremos los resultados del Simce, que reflejan un país desintegrado; observemos los indicadores de la OCDE para Chile, con la peor distribución del ingreso en Latinoamérica y posiblemente en el mundo.

El buen desempeño de la selección, levantado por los medios y otros poderes, es sólo la cara bonita del Chile de hoy. Un país controlado por el sector privado (¡y cómo ha penetrado hasta el fondo en el fútbol!), campeón de la gestión empresarial, obsesionado por los resultados y por la excelencia. Un proceso que si bien puede tener esos buenos efectos, no puede afirmar que sean extendidos ni menos integradores. Porque si es un proceso, un trabajo que ha generado más comercio, más negocios, más crecimiento económico, éste es segmentado y discriminador. El proceso de gestión que conduce a la excelencia no sólo es discontinuo, es también arbitrario y excluyente.

La Roja podría ser de todos, como si fuera una verdadera representación de un país de oportunidades e integración. Pero es publicidad y todo tipo de oportunismos aledaños. Es fútbol, es espectáculo, pero también es un negocio, cuyo espíritu, que es el lucro, no lo diferencia de muchos otros negocios. Es un complejo servicio de consumo masivo, un negocio de los afectos e integración, en tiempos de soledades y desintegración. Pero especialmente en tiempos de pérdida de identidad y otras referencias elementales.

Qué más quisiéramos que la Roja fuera una realidad. Pero en el Chile neoliberal, en el Chile privado, privatizado y mercantilizado, en el país de todas las modernidades, de la alta gestión, de los tratados comerciales, en el país que juega en “las grandes ligas” (la cita futbolística no es nuestra, sino data de algunos de los gobiernos de la Concertación), lo que no es negocio no existe. El resto es invención, ilusión, deseo, aspiración. Es espectáculo, publicidad y medios de comunicación. Y si algo más hay, queda fuera, como despojo.

(Publicado en “Punto Final”, edición 713, 9 de julio, 2010)

www.puntofinal.cl


Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=109439

9.6.10

La internacionalización de la amazonía

La internacionalización de la amazonía


Declaraciones de Cristovão “Chico” Buarque.
Comentarios de Pocho Morales


No todos los días un latino, en este caso un brasileño, le da una buena respuesta y educadísima bofetada a los estadounidenses. Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil, CRSTIVÃO “CHICO” BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la Amazonía. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista, no de un brasileño.


Ésta fue la respuesta del Sr. Cristivão Buarque:



“Realmente como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonía. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro. Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonía, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.
Si la Amazonía, desde la ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero.
El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonía para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción del petróleo y subir o no su precio.
De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonía es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonía es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También antes que la Amazonía, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer sólo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como lo es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.
Durante ese encuentro, las Naciones Unidas estuvo realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Maniatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia… cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.
Si EE.UU. quiere internacionalizar la Amazonía, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, peruanos, colombianos, ecuatorianos, bolivianos, etc., internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta de pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de nuestra selva.
En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero.
Mucho más de lo que se merece la Amazonía. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir. Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonía, sea nuestra. ¡Solamente nuestra!”

Observación: Este artículo fue publicado en el New York Times, Washington Post, Usa Today y en los mayores diarios de Europa y Japón.
Mientras que en Brasil y el resto de Latinoamérica, este artículo no fue publicado. Ayudenos a divulgarlo. Piensa en tu responsabilidad y compromiso con el medioambiente.

19.5.10

El mito del fundamentalismo del mercado libre

El mito del fundamentalismo del mercado libre
Dean Baker · · · · ·

11/04/10



“Deberíamos enterrar de una vez por todas el concepto de ‘fundamentalismo del mercado libre’. En este debate no hay fundamentalistas del mercado libre. Lo que hay son conservadores que quisieran que nos creyéramos que sus normas equivalen al natural funcionamiento del mercado. Los progresistas no deberíamos ponérselo tan fácil”.

Durante el último cuarto de siglo, los progresistas no han dejado de lanzar diatribas contra el “fundamentalismo del mercado libre”. Su principal queja se refiere a que los conservadores quieren eliminar el sector público y dejarlo todos en manos del mercado. Pero este planteamiento es un completo disparate.

La derecha tiene tanto interés como los progresistas en que el sector público se implique en la economía. La diferencia radica en que los conservadores quieren que el sector público intervenga de un modo que redistribuya el ingreso en provecho de los más pudientes. La otra diferencia está en que la derecha es lo suficientemente lista como para ocultar estas intervenciones, tratando de que parezca que las estructuras que redistribuyen el ingreso hacia los de arriba no son más que el resultado del funcionamiento natural del mercado. Los progresistas estamos favoreciendo la causa de los miembros de la derecha cuando les acusamos de ser unos “fundamentalistas del mercado”, dando por buena la idea de que los conservadores efectivamente desean una estructuración de la economía de acuerdo con su estado natural.

Este no es un problema que tenga que ver simplemente con el punto de vista o el enfoque que se dé al problema; aunque no cabe duda de que el enfoque también importa. En el caso concreto de la cultura política estadounidense, unos resultados económicos que parezcan ser el producto del funcionamiento natural del mercado pueden resultar más atractivos que las supuestas maquinaciones de unos burócratas gubernamentales. Si calificamos las posiciones de la derecha como simplemente consistentes en dejar que el mercado siga su curso natural, entonces lo que hacemos es colocar a las políticas públicas progresistas en una posición de gran desventaja política.

La confusión provocada por esta guerra erróneamente encauzada contra el fundamentalismo del mercado sobre el diseño de las políticas públicas es aún más grave que el daño político que provoca. Los progresistas no tenemos que ver al sector público como el instrumento para modificar los resultados del mercado. Lo que tenemos que entender es que, al igual que nuestros oponentes conservadores, debemos buscar formas de estructurar las normas que regulan el mercado para que los mercados produzcan resultados deseables desde una perspectiva progresista.

El rescate del sector financiero ha constituido la más obvia intervención reciente del sector público para redistribuir el ingreso hacia los más ricos. Cuando a finales del año 2008 Goldman Sachs, Citigroup, Morgan Stanley y el resto de grupos financieros se veían abocados a una quiebra irremisible, en ningún momento se enrocaron exigiendo que el sector público les dejara solos. No, esos gigantes financieros pordiosearon para que la administración pública les prestara dinero a tipos de interés inferiores a los del mercado y para que garantizara sus activos. Entidades como Goldman Sachs incluso insistieron en que el sector público debía participar en el aval de las deudas de sus socios en la quiebra bancaria, como en el caso de AIG.

La desregulación también aumenta la rentabilidad, y nada tiene que ver con el libre mercado. En otras palabras, lo que el sector financiero quiere es que la administración pública les proporcione “garantías” a través de la Reserva Federal, del Fondo Federal de Garantía de Depósitos y de los múltiples canales establecidos ad hoc, pero lo que en modo alguno quiere es tener que pagar por ello. Y tampoco quiere que este sistema de garantías tenga restricción alguna. En efecto, lo que el sector financiero quiere es poder gestionar una empresa de fabricación de explosivos que esté ubicada fuera de su domicilio y tener que pagar por ella la misma prima de seguro residencial que pagaría cualquier vivienda normal. A esto no se le puede llamar libre mercado.

Las demandas del sector financiero sobre el sector público no son cualitativamente distintas de las que realizan otros sectores en el proceder de las intervenciones públicas en punto a estructurar el mercado. Para poner otro ejemplo, la administración pública otorga monopolios de patentes a las empresas farmacéuticas que permiten a éstas fijar el precio de los medicamentos a unos niveles que superan en porcentajes de varios cientos –o incluso miles– los precios que estos medicamentos tendrían en un mercado competitivo. Como resultado de la protección de las patentes, muchos medicamentos se venden a precios de cientos o miles de dólares por receta cuando, de venderse en un mercado competitivo, la mayoría podrían adquirirse a precios de 4 o 5 dólares por la misma receta.

Los monopolios de patentes tienen una importante función económica (ofrecen un incentivo para la investigación para la obtención de nuevos medicamentos), pero es evidente que no son el único medio disponible para financiar la investigación y desarrollo. Cada año, el sector público destina más de 30.000 millones de dólares en la financiación de la investigación biomédica a través de los Institutos Nacionales de Salud, un monto comparable a lo que el conjunto del sector destina a investigación. En principio, podríamos reemplazar la investigación financiada por el sector farmacéutico a través de la inversión pública directa en investigación. O, como ha sugerido el premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz, la investigación podría seguir realizándose como hasta ahora, pero podrían comprarse las nuevas patentes mediante un sistema de evaluación. De acuerdo con este sistema, un comité fijaría los precios de las nuevas patentes y pagaría estas cantidades a los titulares de las patentes. Esto permitiría que los medicamentos basados en nuevas patentes pudieran venderse como genéricos en un mercado competitivo.

Podemos discutir mucho acerca de si estos mecanismos constituyen alternativas mejores al sistema actual en punto a fomentar la investigación de nuevos medicamentos que son necesarios, pero lo que está fuera de toda duda es que el sistema de patentes no es de libre mercado y de que no es esencial para financiar la investigación en nuevos medicamentos. Quienes defienden las patentes sobre medicamentos no pueden decir que están promoviendo un mercado libre.

La realidad es que en todo esto hay mucho dinero en juego. En el último año, el país gastó más de 250.000 millones de dólares en medicamentos con receta médica. En un mercado competitivo el precio aproximado de estas mismas recetas habría sido de unos 25.000 millones de dólares. La diferencia de 200.000 millones de dólares daría para cubrir los gastos de programas como el de los cupones para alimentos, el programa estatal de seguros médicos infantiles (SCHIP, en inglés) o el programa Head Start para servicios de educación, salud y nutrición de niños y familias pobres.

Además, el auténtico pozo sin fondo en el que se ha convertido este sistema monopolista de patentes tiene claros visos de seguir profundizando esa dinámica de gasto a gran velocidad. Los gastos por recetas médicas constituyen el factor de crecimiento más acelerado de todos los costes relativos al sistema de salud. Está previsto que en 2019 el país gaste casi 500.000 millones de dólares en medicamentos con receta médica. Durante la próxima década, se prevé que los gastos sobrepasen los 3’5 billones de dólares, con un exceso de reembolsos a la industria farmacéutica cifrable en unos 3 billones de dólares, una cantidad que supondrá más del triple de lo que se gastará en la reforma sanitaria propuesta por el Congreso de Estados Unidos.

Algo similar puede contarse acerca de los derechos de autor. Bill Gates es un hombre increíblemente rico porque el gobierno de Estados Unidos le ha cedido el monopolio sobre Windows, amenazando con sancionar o arrestar a cualquier persona que lo venda o done sin el permiso de Gates. Sin el monopolio creado por la protección de los derechos de autor cualquiera en cualquier lugar del mundo podría bajarse instantáneamente los programas de Microsoft sin coste alguno. Al igual que las patentes sobre medicamentos, los derechos de autor tienen una importante función económica. Constituyen un incentivo para el trabajo creativo y de innovación, como el de desarrollar nuevos y mejores programas informáticos o producir buenas películas y música, aun cuando también disponemos de mecanismo alternativos para promover este tipo de trabajos y desarrollar otros nuevos.

Los monopolios sobre derechos de autor conducen a una enorme transferencia de ingresos hacia las empresas de entretenimiento y de elaboración de programas informáticos. Microsoft por sí sola se embolsa más de 60.000 millones de dólares anuales, la mayor parte de los cuales no habrían sido posibles de no existir la protección de los derechos de autor. La asociación que agrupa a las sociedades del sector sostiene que, en conjunto, las empresas de derechos de autor suponen un 6’6% del Producto Interior Bruto. Esta cantidad equivale a más de un tercio de los ingresos impositivos recaudados por el gobierno federal.

Podría hacer una lista mucho más extensa de mecanismos y beneficiarios, pero el núcleo del asunto está bien claro. La idea de que un “mercado libre” permite que algunas personas se conviertan en inmensamente ricas y es la causa de que otras sean pobres o estén en una situación financieramente expuesta es un disparate. La distribución del ingreso está determinada por políticas públicas que favorecen a ciertos grupos y perjudican seriamente a otros. Si los progresistas aceptamos las estructuras que los conservadores han institucionalizado como algo llamado “mercado libre” y luego tratamos de utilizar los impuestos y las políticas de transferencia de recursos para reconducir las desigualdades, entonces nosotros mismos nos habremos metido en un callejón sin salida.

En lugar de esto, debemos centrarnos en modificar las reglas que redistribuyen el ingreso a favor de los más pudientes. Hay distintas formas de reestructurar los mercados. Debemos ser al menos tan oportunistas y creativos como la derecha en la elaboración de normas que a la vez produzcan resultados eficientes y conduzcan a mejores distribuciones en el ingreso.

La ley de reforma de la sanidad ilustra la necesidad de cambiar el enfoque del asunto. Se trata de un buen intento para tratar de conseguir el objetivo de extender la cobertura a la mayoría de los que aún no tienen seguro médico. Sin embargo, contribuye muy poco a atajar el problema del desmedido aumento de los costes. Como resultado, lo que habremos creado será un sistema que sabemos que será insostenible a largo plazo. La idea de que en futuras décadas de algún modo podremos apuntalar el sistema mediante impuestos progresivos no tiene ningún sentido. Se puede afirmar con casi total certeza que será políticamente imposible aumentar lo suficiente los impuestos hasta lograr cubrir los costes del sector público sanitario. De modo que cabe la posibilidad de que tengamos que restringir y/o disminuir la calidad de las prestaciones sanitarias, o bien cargar con fuertes impuestos a las clases medias.

La ruta alternativa consistiría en atacar directamente la estructura del sistema público de salud que conduce a unos costes tan excesivos. En este contexto, es importante recordar que los estadounidenses pagamos por la atención sanitaria más del doble por persona de lo que pagan los ciudadanos de otros países ricos. Como señalan innumerables estudios, las causas de estos mayores costes no son atribuibles a una mayor calidad o a un mayor volumen de los servicios sanitarios, sino a los costes más elevados de los servicios que recibimos. Este asunto puede abordarse mediante la reforma de los mercados de estos servicios.

Regresemos al asunto de los medicamentos. Se mire por donde se mire, el actual sistema conlleva enormes ineficiencias y nos aboca a optar entre alternativas que a menudo son un sinsentido; sin embargo, podrían erradicarse estas disfunciones si se racionalizara el sistema de financiación de la investigación sobre medicamentos.

Tomemos el caso de una mujer de 80 años con buena salud que de repente desarrolla un cáncer. Supongamos que el único tratamiento que tiene alguna posibilidad de éxito requiera administrarle un nuevo fármaco producto de la bioingeniería que cuesta unos 250.000 dólares al año. ¿Debería el sector público estar dispuesto a correr con los gastos?

Siguiendo el trabajo que han realizado algunos filósofos morales, supongamos que, de no existir la protección de las patentes, el medicamento costara alrededor de 200 dólares anuales. Aunque la empresa farmacéutica hubiera destinado una gran cantidad de recursos a desarrollar el medicamento, éste es un dinero que no han tenido que sacar de su bolsillo. En realidad nosotros ya hemos pagado los costes de la investigación (generalmente a través de alguno de los mecanismos expuestos anteriormente). La cuestión importante radica en cuánto cuesta producir la siguiente dosis. En el supuesto de que el coste de las dosis de medicamento sea de 200 dólares al año, no será necesario discutir si hay que aplicar ese tratamiento.

Pero éste no es el único problema relativo al sistema de patentes. Cuando el sector público interviene para hinchar los precios artificialmente, está creando incentivos perversos inesperados. Como resultado de los enormes beneficios procedentes de estos fármacos, la industria farmacéutica gasta una cantidad ingente de recursos en publicidad. Esto promueve que se trate de buscar la buena disposición o incluso que se soborne a los doctores para que prescriban ciertos medicamentos. Lo cual conduce a realizar costosas campañas publicitarias dirigidas a los consumidores. También favorece que el sector farmacéutico compre a políticos para asegurarse de que el Medicare, el Medicaid y otros programas gubernamentales aceptarán pagar por esos medicamentos. Y, finalmente, todo esto ofrece a la industria un enorme incentivo para ocultar los resultados de las investigaciones que ponen en duda la efectividad y seguridad de estos medicamentos.

Los progresistas debemos poner sobre la mesa estos argumentos de “mercado libre” a la hora de discutir sobre el problema de la prescripción de medicamentos. Las enormes cantidades de dinero que están en juego ayudan a entender cuán escuálidos son en realidad planes recaudatorios asociados a la reforma sanitaria estadounidense, como el “Cadillac” [de impuestos sobre primas de seguros médicos de cantidades elevadas, n. del t.] o el del aumento de los gravámenes sobre los multimillonarios.

Del mismo modo, podríamos recurrir a alguna versión moderada de libre comercio en la asistencia sanitaria. Normalmente, la política comercial se ha utilizado explícitamente para que nuestros trabajadores manufactureros compitieran directamente con trabajadores que reciben bajos salarios de países en desarrollo. Los progresistas a menudo nos fijamos en la pérdida de puestos de trabajo industriales y la disminución de los salarios para los trabajadores poco calificados que esto conlleva en Estados Unidos como una evidencia de que el mercado libre no funciona. Esto es un tremendo error. Estos resultados no son más que lo que ya predijeron los modelos comerciales en caso de que se aplicaran este tipo de políticas en Estados Unidos. Lo sorprendente es que hubiesen dado lugar a algún otro tipo de resultado.

Sin embargo, es posible diseñar políticas de “libre mercado” que den lugar a resultados diferentes. En el caso de la asistencia sanitaria, podríamos empezar por permitir que los beneficiarios del sistema Medicare realizaran compras en sistemas sanitarios de otros países ricos. Puesto que los costes sanitarios son más bajos en Alemania, Canadá y muchos otros lugares, en el caso de que los beneficiarios optaran por trasladarse a otro país para recibir tratamiento se producirían cuantiosos ahorros que podrían compartir el sector público estadounidense y los beneficiarios. Recientemente hemos realizado cálculos que muestran que en unas pocas décadas los ahorros obtenidos serían de decenas de miles de dólares anuales por persona. Esto sería así aún después de calcular la substancial prima que habría que abonar a terceros países por tratar a los pacientes de más edad, garantizando así que también esos países saldrían beneficiados del proceso.

De hecho, puesto que estos países recibirían bonificaciones por los costes de los tratamientos, tales actividades incluso podrían llegar a ser una fuente de crecimiento para los mismos. Sea como fuere, de lo que no hay duda es de la gran diferencia existente entre los costes sanitarios relativos de estos países y los de Estados Unidos. Nuestro sector sanitario sólo sobrevive por las medidas proteccionistas extraordinarias que restringen la competencia extranjera. Es fácil imaginar mecanismos que permitirían que otros países pudieran proporcionar asistencia sanitaria a ciudadanos estadounidenses y utilizar estos beneficios para mejorar la asistencia a sus propias poblaciones. Una sistema con una especie de bono internacional Medicare podría permitir a los jubilados disfrutar de una mejor calidad de vida de la que jamás gozarán aquí, mientras a largo plazo también ahorrarían al sector público estadounidense decenas de billones de dólares del programa Medicare. Mediante una reducción de la demanda de asistencia sanitaria en Estados Unidos habría una presión a la baja sobre los costes médicos generales en el interior del país.

Hay otros caminos por los que el sector público puede promover el comercio en los servicios médicos. Por ejemplo, podría autorizar instalaciones en otros países que reunieran los estándares de calidad requeridos y también fijar normas generales sobre responsabilidad para asegurar que las personas que sean tratadas fuera del país tengan la cobertura legal adecuada en caso de malas prácticas médicas.

Puesto que existe un diferencial enorme entre la calidad de los servicios sanitarios europeos y los estadounidenses (por no mencionar el de centros sanitarios de alto nivel en países como India o Tailandia), es muy probable que hubiera una gran cantidad de pacientes dispuestos a ser tratados fuera del país, siempre y cuando se crearan las condiciones institucionales adecuadas.

Ni que decir tiene que la mejor opción sería la de reformar el sistema sanitario de Estados Unidos para que la gente no tuviera que abandonar el país para recibir una atención sanitaria decente. Pero si nosotros carecemos de la fuerza política suficiente para reformar el sistema interior (como obviamente es el caso), parece absurdo mantener aquí a los pacientes como rehenes de un sistema en quiebra. Cuando las fuerzas de la competencia mercantil hayan aplicado su magia estaremos en mejores condiciones para debatir sobre la reforma del sector sanitario en nuestro país.

Es harto más productivo hablar sobre las distintas opciones disponibles para sacar provecho de los mecanismos de mercado para reestructurar a fondo el sistema sanitario que tratar de ver cómo sacamos recursos de aquí y de allá mediante impuestos para mantener en pie unos años más un sistema sanitario quebrado. Puede aplicarse el mismo enfoque a casi todos los problemas sociales. Podemos y debemos reclamar una fiscalidad progresiva, pero aún es mejor cambiar las estructuras institucionales que conducen a una desigualdad flagrante.

Los presidentes de empresas de Estados Unidos han recibido pagos de decenas de millones de dólares anuales porque nosotros hemos creado una estructura de gobierno corporativo que permite que los altos directivos saqueen las empresas que gestionan. Esta estructura de gobierno corporativo la creó la administración pública, en modo alguno se desarrolló en condiciones de libre mercado. Ningún otro país permite un pillaje semejante. Un cambio en las normas para que el control retorne a los accionistas no implica una interferencia del sector público en el mercado; simplemente se trata de la reforma de un sistema disfuncional. Tanto Europa como Japón tienen economías capitalistas dinámicas, pero no por ello sus altos ejecutivos empresariales tienen las descomunales compensaciones económicas de las que disfrutan los estadounidenses. Esto no ocurre porque allí tengan restricciones legales sobre los pagos, sino porque tienen estructuras de gobierno corporativo que no permiten que los altos ejecutivos se dediquen sin recato a la rapiña en sus propias empresas.

En la misma línea, aunque es deseable que los trabajadores menos calificados dispongan de contextos legales en los que haya salarios mínimos y otros ingresos directos de apoyo, es mucho mejor reestructurar los mercados en el sentido de que aumenten la demanda relativa de sus servicios. Por ejemplo, debemos insistir en que la Reserva Federal priorice que la tasa de desempleo disminuya en vez de fijarse sólo en aumentar los tipos de interés para evitar que suba la inflación. El antiguo presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan tomó esta opción en la década de 1990, facilitando así que hubiera el primer periodo de crecimiento sostenido del salario real de los trabajadores con salarios medios y bajos desde la década de 1960. Leyes que tuvieran más presentes las demandas sindicales, como serias penalizaciones civiles –o incluso criminales– contra empresarios que atentaran contra el derecho de sindicación de los trabajadores, también serían medidas que contribuirían a igualar la distribución de la renta.

También podemos aplicar algunos buenos principios de libre mercado a profesionales que reciben salarios altos, como doctores, abogados y economistas. Si se eliminaran restricciones profesionales e inmigratorias que protegen a los profesionales estadounidenses altamente calificados de la competencia extranjera, a buen seguro se reducirían los emolumentos que cobran los que se encuentran entre el 1% y el 2% de los que más cobran, disminuyendo así el coste de todos los servicios, desde la sanidad hasta la educación.

Hay una lista inacabable de políticas públicas que pueden alterar las normas para acercarse a un resultado más igualitario. Las normas por las que nos regimos hoy no nos han venido dadas ni por una deidad ni por la naturaleza, sino que han sido redactadas por los ricos y por poderosos grupos de interés que se benefician de las mismas.

Esta gente no son en absoluto fundamentalistas del libre mercado, ni se oponen tampoco a un sector público que funcione. Nadie que no sean ellos puede producir versiones mercantiles de los últimos fármacos de Pfizer o de los nuevos programas de Microsoft.

Incluso cuando ha habido gobiernos republicanos, el sector público ha puesto todo su empeño en llevar ante la justicia a quienes no respetaban las leyes relativas a patentes o derechos de autor. Los ricos quieren y esperan que haya un gobierno que haga cumplir las normas que protegen su riqueza y su poder. Les importan un comino los programas sociales públicos, pero eso es simplemente porque ellos no dependen de estos programas. Durante el paso del huracán Katrina no murió un solo rico.

La agenda progresista a largo plazo debe cambiar sus prioridades y dejar de fijarse tanto en las políticas impositivas y de transferencia de recursos para concentrarse en cambiar las normas que conducen a resultados indeseados en los mercados. Tenemos que ser tan agresivos y creativos como la derecha en punto a diseñar nuevas reglas que distribuyan los ingresos hacia los que menos tienen en vez de a los más pudientes. Y deberíamos enterrar de una vez por todas el concepto de “fundamentalismo del mercado libre”. En este debate no hay fundamentalistas del mercado libre. Lo que hay son conservadores que quisieran que nos creyéramos que sus normas equivalen al natural funcionamiento del mercado. Los progresistas no deberíamos ponérselo tan fácil.


Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy y False Profits: Recoverying From the Bubble Economy.


Dissent, abril 2010


1.5.10

“Una catástrofe para el pueblo, un negocio para los patrones”

Aanálisis del MIR sobre la situación de los trabajadores marzo-abril 2010
“Una catástrofe para el pueblo, un negocio para los patrones”

Analizando el Programa Laboral de Piñera previo al terremoto y al cambio de mando, dábamos cuenta de cómo las promesas populistas de la derecha llevaban consigo la profundización del neoliberalismo sobre la base de la flexibilidad laboral, las privatizaciones, la reducción del gasto social y el ataque a los derechos laborales. Dicho y hecho. Tal como Piñera y sus asesores lo anunciasen, el Programa de Gobierno no se ha corrido ni un punto, y la catástrofe natural que ha significado la perdida de cientos de vidas, la destrucción de miles de hogares y un enorme daño en general para el pueblo chileno, le ha brindado una valiosa oportunidad al gobierno para adelantar medidas que en otro contexto hubiesen producido un gran rechazo y para incluir dentro de las soluciones a los afectados algunas de las acciones que tenderán a empeorar aún más las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Crear un millón de empleos entre el 2009 y el 2014 se ha presentado como una de las grandes metas al alcanzar por el gobierno de Piñera. Para esto, antes del terremoto, ya se venían delineando los caminos para alcanzarla, entre los que se contaban una mayor flexibilidad laboral y el fin a la indemnización por años de servicio a cambio del fortalecimiento del seguro de desempleo. La lógica aquí es clara: favorecer al empresariado (con mayor flexibilidad, precariedad laboral y menores costos a la hora de despedir) y utilizar los recursos del Estado para paliar los desastres del modelo (aumentando el gasto estatal en seguros de desempleo). La modificación a la indemnización por años de servicio lo que permitiría es reducir los costos de los despidos, otorgándole la facultad al empresariado para despedir trabajadores u obligar a otros a jubilarse sin mayores costos, para luego recontratarlos o contratar a otros bajo mayores condiciones de explotación.
Estas medidas, lejos de amilanarse con el terremoto, cobraron aún mayor fuerza. Los patrones, haciendo uso del artículo 159 Nº 6 del Código del Trabajo, diseñado por José Piñera durante el régimen militar y que permite en situaciones de catástrofe despedir a trabajadores sin pagar ni el mes de aviso ni los años de servicio, no necesitaron de las reformas anteriormente mencionadas para comenzar a deshacerse de los trabajadores, sobretodo de los más antiguos, reduciendo los costos de los despidos.
No habían pasado ni días de la catástrofe y el dolor aún golpeaba fuertemente a las familias de la región del Bio Bio, cuando Versyluys despedía a 306 trabajadores bajo el articulo 159 Nº 6, lo mismo hacia Coinfa Limitada, ASMAR, pesqueras Landes, Paños Bio Bio, Termoeléctrica Colbun en Coronel, Forestal Santa Elena, Multivoice, sólo por nombrar algunas empresas de la región del Bio Bio, una de las más devastadas y con las ciudades con mayores índices de cesantía en el país. A los empresarios se suman los alcaldes, quienes viendo una buena oportunidad para minar el poder docente, procedieron al despido inmediato de miles de profesores a contrata a lo largo del país y a la reducción de horas de otro importante número. Cientos de empleadores de todo el país deben ser agregados a esta lista, no existiendo hasta el momento una cifra oficial de despidos bajo esta causal, aunque datos de la Dirección del Trabajo indican que serían al menos 8.758 sólo en el mes de marzo, concentrándose principalmente en Santiago y Concepción.
Buena parte de estas misma empresas, aprovechándose de la cesantía existente producto de la destrucción de los puestos de trabajo o de los despidos arbitrarios realizados, contratan o recontratan mano de obra con menores sueldos y mayores jornadas de trabajo, utilizando esta situación para obligar a quienes aun mantienen su empleo a que acepten reducciones de sueldos o extensión de las jornadas. De esta forma el terremoto ha sido una perfecta excusa para que los patrones se deshagan de los pagos por años de servicio y puedan adquirir mano de obra dispuesta aceptar una mayor explotación.
Junto a la ofensiva de los patrones nos encontramos con las medidas tomadas por el gobierno. Dando cuenta de la necesidad de crear empleos y teniendo en la mira el objetivo de la flexibilidad laboral, Piñera ha anunciado la creación de 60.000 nuevos empleos para las personas afectadas por el terremoto, entregando subsidios a las empresas que contraten mano de obra, las que aprovechándose de la necesidad de empleo contratarán con el sueldo mínimo y condiciones absolutamente precarias. A su vez, Piñera ha propuesto flexibilizar los requisitos para acceder al Fondo de Cesantía Solidario, pero al mismo tiempo, a través de la Ministra del Trabajo, ha iniciado la ofensiva respecto al fin de la indemnización por años de servicio.
Siguiendo con las promesas piñeristas, analizamos en el artículo anterior que para mantener un crecimiento promedio del PIB del 6% la solución pasaba por aumentar la productividad, produciendo más con menos, lo que en la práctica nos llevaba a una reforma al Estado en donde los ejes son la reducción del gasto fiscal, en términos de gasto en programas sociales y remuneraciones y empleos en el sector público, y una privatización encubierta de las empresas estatales o con alta participación del Estado (Codelco, Enap, Enami, entre otras), bajo la modalidad de las concesiones a privados y la venta de activos.
Otra vez, dicho y hecho. Utilizando como excusa la necesidad de enfocar todos los recursos estatales hacia la reconstrucción, Piñera ha anunciado la drástica reducción de gasto social y la postergación de una gran cantidad de programas que había dejado el anterior gobierno.
Al mismo tiempo, en medio de la conmoción por la catástrofe y como supuesta medida para financiar los gastos de la reconstrucción, Piñera anunció su intención de vender el 40% de participación que Codelco posee sobre la Empresa Eléctrica Norte Grande S.A. (Eldenor), con lo cual se iniciaría el camino que tiene por meta la privatización de Codelco. Siguiendo con las privatizaciones, el gobierno evalúa vender también los activos que posee sobre Aguas Andinas, donde Corfo posee un 35% de participación, Esval, con un 30% de participación, y Essbio, con un 43,4% de participación.
Pero el terremoto no sólo ha servido para desviar la atención respecto a estas intenciones privatizadoras, sino que también ha abierto una gran puerta para el ingreso y apoderamiento del sector público por parte del sector privado. Uno de los principales mecanismos planteados para reconstruir el país es la concesión a privados, la forma principal de “privatización encubierta”. Escuelas, hospitales, cárceles, carreteras, infraestructura pública serán concesionadas a empresas privadas, las cuales, gracias a la Ley de Concesiones, no sólo podrán levantar la infraestructura destruida o dañada, sino hacerse cargo de la administración de los establecimientos, lo que significaría el fin, por ejemplo, de la educación y la salud pública.
Los virajes tácticos en la Concertación
Frente a la derrota de la Concertación en las elecciones de enero, anticipábamos que la movilización social adquiriría un papel fundamental en tanto le permitiría a este conglomerado reformularse con un rostro progresista dentro de un proceso de acumulación de fuerzas en las bases sociales dentro de un eje de movilización social por la defensa de las “conquistas” logradas durante los gobiernos concertacionistas, entrampando al mismo tiempo reformas claves para el gobierno piñerista. Renovar su imagen, acumular fuerzas y frenar los avances del enemigo, eran parte de los objetivos de la movilización social a ser impulsada por la Concertación. Por lo cual la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), el Colegio de Profesores, la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (CONFUSAM), la Federación de Estudiantes de Chile (FECH) y el CONFECH, entre otros, adquirirán un papel fundamental.
Hasta antes del terremoto la CUT y los gremios afines la Concertación (para este análisis incluimos al Partido Comunista dentro de la Concertación) comenzaban a mover sus fichas y un ambiente movilizador se hacía sentir. Reuniones entre personeros de la Concertación y dirigentes sindicales proclamando una “bancada social”, “convergencias para la lucha social” que tendrían expresiones en las calles el día de la mujer, el día del cambio de mando, el 28 de marzo con la conmemoración de los asesinatos de Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Natino, anuncios de movilización por parte de la ANEF y el Colegio de Profesores anunciaban una táctica movilizadora para este año dentro de la estrategia para retornar al poder el 2014.
Sin embargo, tanto el terremoto como las configuraciones y fricciones internas dentro de la Concertación provocaron un cambio táctico en el marco de la coyuntura política de la catástrofe. Al darse cuenta del error político que significaría seguir con su plan movilizador, el que sería rechazado por todos los sectores al ir en contra de las necesidades propias de la catástrofe, los gremios manejados por la Concertación se colgaron rápidamente del “Gobierno de Unidad Nacional” proclamado por Piñera, haciéndose parte de los esfuerzos por reconstruir el país. El acuerdo entre la CUT y la Confederación de Producción y Comercio (CPC) en términos de trabajar juntos para levantar el empleo, el diálogo y acuerdo entre Lavín y el Colegio de Profesores, que pospuso el tema de la deuda histórica y calmo los ánimos movilizadores, y los acuerdos entre el mismo Lavín y el CONFECH, en donde el gremio estudiantil adoptó el compromiso de no movilizarse a cambio de todas las facilidades para desarrollar sus “trabajos voluntarios”, son ejemplos del cambio táctico adoptado por la Concertación en ese momento. Esto no sólo tenía el objetivo mediático de colocar a la CUT, al Colegio de Profesores o al Confech como entidades que eran capaces de “dejar de lado sus diferencias con el Gobierno” para enfrentar unidos los desafíos del terremoto, sino para desarrollar, en esta misma línea, una táctica de inserción política en las zonas afectadas. A través de la CUT, el Colegio de Profesores y la FECH, la reconstrucción tomo un carácter político con el claro objetivo de desarrollar bases de apoyo en esos sectores y perspectivar futuros dirigentes, utilizando de esta forma el sufrimiento del pueblo para pavimentar su retorno al poder.
Así, con los gremios enfocados en temas de reconstrucción y la Concertación con sus problemas internos, las grandiosas movilizaciones anunciadas pasaron sin pena ni gloria. Lo anterior para el caso de las movilizaciones anunciadas por la Concertación, ya que el pueblo, ese mismo pueblo devastado que veía como la CUT tomaba acuerdos con los representantes de los empresarios, comenzó a movilizarse de forma autónoma. Decenas de protestas comenzaron a levantarse en las regiones afectadas y, al mismo tiempo, el programa económico de Piñera comenzó a hacerse cada vez más notorio al igual que sus ataques a la clase trabajadora y al pueblo. Pequeños chispazos de movilizaciones comenzaron a darse y las bases controladas por estos gremios comenzaron a inquietarse, al igual que sus dirigencias quienes veían cómo se desarrollaban pequeñas movilizaciones sociales que escapaban a su control. Al mismo tiempo, el terremoto como hecho mediático fue perdiendo fuerza y la televisión volvió a llenarse de noticias sobre delincuencia y deportes.
Entendiendo esto, y viendo cumplida la primera fase de su inserción territorial a través de la “ayuda solidaria”, la Concertación y los gremios controlados por esta han comenzado un nuevo viraje táctico en el contexto del 1 de mayo. Al igual como Piñera ha al terremoto para legitimar su plan económico, los gremios concertacionistas comienzan a retomar tímidamente su estrategia movilizadora y el plan de lucha desarrollado, ahora matizado con las demandas propias de la catástrofe. La CUT se ha manifestado en contra del fin a la indemnización por años de servicio y ahora (después de mucho silencio) ha sacado la voz denunciando los despidos realizados bajo el artículo 159, retomando la agenda laboral para cambiar el Código del Trabajo y lograr un reajuste del 10% al salario mínimo, en compañía de los parlamentarios concertacionistas, en especial del PS. El Colegio de Profesores ahora saca la voz por la concesión de los establecimientos municipales, al igual que lo hace la Confusam. Y la FECH, luego de gastar la mayoría de sus recursos en hacer trabajo político en las zonas afectadas, empieza tímidamente a criticar las propuestas de Lavín para ayudar a los estudiantes afectados, obligados en parte por pequeñas articulaciones que comienzan a darse en el movimiento estudiantil de manera autónoma al CONFECH.
Así, la Concertación aun dentro de su desorden, ha aprovechado de manera oportunista el sufrimiento del pueblo chileno, primero utilizando con fines políticos la ayuda inmediata a las zonas afectadas, y luego utilizando las movilizaciones de los más afectados para retomar su estrategia de presión y de cooptación de las movilizaciones y del malestar social.
El panorama de los trabajadores
La postura adoptada por la CUT, las privatizaciones que comienzan a plantearse como parte del Programa de Reconstrucción de Piñera, los despidos injustificados y los ataques a los derechos a la clase trabajadora, han provocado la reactivación de muchos sectores que se encontraban dormidos o a la espera y la articulación de otros. Luego del terremoto y de su impacto, la calma inicial aparente comienza a desaparecer. Tanto los gremios manejados por la Concertación, aquellos que reciben su influencia, como aquellos que desarrollan sus luchas de forma autónoma, comienzan a retomar la dinámica que venían desarrollando antes de la catástrofe, aunque con el claro impacto de ella; veamos algunos casos ilustrativos de lo que está sucediendo a grandes rasgos con la lucha de los trabajadores.
Ya antes de la asunción de Piñera, la presidencia la ANEF mostraba su preocupación por un posible despido masivo de empleados públicos ligados (y no ligados también) a la Concertación y una precarización de sus condiciones laborales producto de las modificaciones que Piñera ha anunciado para el sector. La ANEF ha denunciado el despido de más de 500 funcionados públicos no vinculados a cargos políticos, lo que afecta principalmente a trabajadores a contrata y honorarios. Los trabajadores en esta condición equivalen al 60% del total, cuando por ley sólo deberían existir un 20% en esta condición y el resto ser trabajadores de planta, sin embargo, durante los gobiernos de la Concertación nunca se quiso regularizar esta situación. Frente a esta realidad, y a los posibles despidos que se produzcan al asumir nuevas autoridades en regiones y provincias, la ANEF ha anunciado acciones en la Contraloría e iniciar las movilizaciones si es que no hay soluciones. Siguiendo en la línea de los despidos en el sector público, la Asociación Nacional de Funcionarios del Consejo de la Cultura, ANFUCULTURA, se encuentran movilizados (apoyados por la ANEF) por los despidos realizados por el Ministro Luciano Cruz-Coke y las condiciones de precariedad que afectan al sector; por su parte, la Asociación Nacional de Funcionarios del Fosis se ha declarado en estado de alerta luego de que el Mideplan le pidiese al director nacional de Fosis su renuncia, pese a que el gobierno se había comprometido a mantenerlo en su cargo debido a que había sido designado mediante un concurso de Alta Dirección Pública. Despidos también amenazan a los trabajadores de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, quienes han denunciado que ya van 20 despidos injustificados y se esperan unos 300, ante lo cual se encuentran en discusiones para iniciar la paralización del servicio de trenes. Siguiendo en el sector público, los trabajadores de la Empresa de Aeronáutica de Chile (ENAER), se encuentran movilizados con el objetivo de lograr un reajuste salarial de 4,5% que les corresponde en tanto trabajadores del sector público. Junto con esto, Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas ha manifestado su rechazo a las declaraciones de Andrés Allamand y de la Editorial de La Segunda que llaman a cerrar el Diario La Nación, lo que o sólo afectaría a los trabajadores de este medio sino que atacarían la libertad de expresión.
Para solucionar el problema de la infraestructura en salud destruida por el terremoto, Piñera anunció la construcción de 20 hospitales mediante el mecanismo de la concesión a privados, entre los que se cuentan los hospitales Barros Luco Trudeau y Exequiel González Cortés. Esto provocó un inmediato rechazo de la Federación Nacional de Profesionales de la Salud del Barros Luco quienes anunciaron el comienzo de las manifestaciones. De igual forma la Federación de Funcionarios de la Salud denunció un aprovechamiento del gobierno de la situación de catástrofe para privatizar la salud pública, en tanto Esteban Maturana, consejero de Salud de la CUT y miembro de la CONFUSAM, convocó a todos los trabajadores de la salud a manifestarse contra la privatización del sector y a salir a las calles el 1 de mayo.
Otros sectores que se encuentran atentos frente a las posibles privatizaciones son el Colegio de Profesores y los sindicatos del cobre. Los primeros ya han hecho público su rechazo a la concesión de establecimientos educativos como medida de reconstrucción y se han puesto en alerta frente a los avances que tiene en el legislativo la Ley de Superintendencia y Agencia de la Calidad de la Educación. Por su parte, la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), la Federación de Sindicatos de Supervisores y Profesionales de Codelco (FESUC) y la Federación Minera de Chile, entre otros, ante la posible venta de la participación de Codelco en Eldenor, han seguido la línea de defender un Codelo 100% estatal, rechazando la privatización y denunciando posibles próximas privatizaciones, como la que podría suceder con el yacimiento de cobre El Abra, en donde Codelco posee un 49% de participación.
En tanto, diversos sindicatos siguen en movilizaciones o en procesos de negociación colectiva. Se han manifestado los sindicatos de Coca Cola en Rancagua, los trabajadores de termoeléctrica Patache, los trabajadores del sindicato Nº2 astillero Marco Chilena, los trabajadores de Tottus Mall, los trabajadores contratistas de Movistar, los trabajadores de la empresa contratista CLP, entre otros. Demostrando que la lucha por los derechos de los trabajadores no cesa.
Los efectos ahora visibles del Plan Económico de Piñera, expresado en despidos, privatizaciones encubiertas, y el viraje táctico de la CUT han reactivado a algunos sectores en las cercanías del 1 de mayo. Sin embargo, una serie de movilizaciones se han venido dando desde antes de este proceso. Las necesidades derivadas de la catástrofe, la ausencia de ayuda real y concreta de parte de los gobiernos, la destrucción de puestos de trabajo, el problema de vivienda y de subsistencia, los despidos abusivos realizados por los patrones, entre muchos otros factores, provocaron una oleada de protestas en las zonas más afectadas, especialmente en el Gran Concepción. A pesar del Estado de sitio imperante, los trabajadores no dudaron en salir a las calles. El acceso al Puerto de Talcahuano fue cortado por los trabajadores en San Vicente, lo mismo sucedió con el ingreso a la termoeléctrica Bocamina II en Coronel, profesores de Huelpen protestaron frente al municipio rechazando los despidos y las bajas en los sueldos, en Los Álamos los trabajadores de la forestal Santa Elena se tomaron las instalaciones cuando esta se declaró en quiebra, los profesores de Penco se movilizaron contra los descuentos salariales, pobladores y trabajadores de Dichato cortaron la ruta a Tome producto de las demoras en la construcción de medias aguas, los deudores habitaciones del Gran Concepción protestaron frente a la gobernación exigiendo la condonación de sus deudas, los trabajadores despedidos de Versyluys protestaron en San Pedro, sólo por nombrar algunas movilizaciones que se han dado y que seguirán dándose. Frente a la ineficaz ayuda gubernamental y a una dirigencia de la CUT más preocupada de obtener réditos políticos de la catástrofe, ha sido la organización y movilización independiente de pobladores y trabajadores la que se ha levantado para hacer frente a la catástrofe.
En el sector pesquero, miles de familias de pescadores artesanales han perdido sus fuentes laborales, los trabajadores de empresas pesqueras están siendo despedidos, al igual que los trabajadores portuarios. Del mismo modo, en el sector del salmón, el terremoto ha sido una perfecta excusa para realizar despidos producto del terremoto, a lo que hay que sumar el terremoto social que ha producido la aprobación de la nueva Ley de Pesca que terminó por privatizar el mar chileno. A la dura realidad de los trabajadores del salmón y a los miles de cesantes que ha dejado esta industria, hay que sumar la eliminación del Programa de Empleo para la Salmonicultura, Plan Salmón, en el que venían comprometidos $10 mil millones para generar trabajo y palear la enorme cesantía presente en la Región de los Lagos, así como un recorte del 17% del presupuesto regional, el que supuestamente irá a parar al Plan de Reconstrucción. Frente a esta situación que agrava aún más la miseria de los trabajadores sin empleo, se han anunciado movilizaciones de parte de trabajadores y sindicatos.
Otro de los sectores duramente afectados es del agro. Miles de familias de pequeños campesinos y temporeros han sido damnificadas o han visto destruidos sus bienes materiales y sus siembras. Han perdido sus frutas producto del terremoto, se han destruido los canales de regadío, el riego por goteo, han visto destruidas sus viviendas, no tiene dinero para alimentar a sus animales, puentes y caminos en mal estado, etc. Todos efectos de la catástrofe acentuados por las miserables condiciones de vida en la que se encontraba la gente del campo. Significando esto la pérdida del sustento familiar en el caso de los pequeños campesinos, la destrucción de sus fuentes de empleo y una mayor necesidad de trabajo, lo que será aprovechado por los patrones para aumentar las condiciones de explotación, de los temporeros.
El terremoto neoliberal de Piñera y su Programa Económico comienza afectar duramente al pueblo chileno, al igual que lo han hecho la catástrofe natural. Sin embargo, ha sido la ayuda solidaria de clase y la movilización activa la que comienzan a danos una luz de esperanza. Ha sido la ayuda brindada a las zonas devastadas por decenas de sindicatos de base, por estudiantes organizados, por las mismas comunidades afectadas, las que han ayudado a resolver por parte del mismo pueblo las necesidades inmediatas del pueblo afectado. Y ha sido la movilización y la presión de estos mismos afectados la que ha logrado poco a poco que las autoridades respondan y los recursos gubernamentales comiencen a llegar. Ayuda solidaria y movilización han sido los caminos para enfrentar la catástrofe natural y deben ser los mismos caminos que debemos tomar para enfrentar la catástrofe que Piñera pretende implementar para enriquecer aun más a los dueños del poder y la riqueza. Rechazar las privatizaciones, combatir el Programa Económico y el Plan Laboral de Piñera, fortalecer la organización de base de los trabajadores y la lucha autónoma por nuestros derechos son los caminos para hacer realidad en al ámbito de la lucha la consigna que los pobres y explotados del campo y la ciudad han levantado para hacer frente a la catástrofe y sus secuelas: Sólo el pueblo ayuda al pueblo.

LUCHANDO AVANZAN LOS TRABAJADORES

Danilo Neira


Por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR de Chile

http://www.chile-mir.org

24.4.10

La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer

La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer
12 Enero 2010

Escrito por Equipo Disidencia Sexual

El siguiente texto es una transcripción de las ponencias presentadas en el primer “Circuito Disidencia Sexual” el día 4 de mayo de 2009 en la Universidad de Chile. En la mesa -una de las más acaloradas de todo el encuentro debido a la diversidad de activismos presentes-titulada “La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer” expusieron Julia Antivilo del Colectivo Malignas Influencias, la Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”, la ex-presidenta de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual y el Colectivo Gente Culiá de Valparaíso.

El término de la Dictadura Militar a fines de los ochentas significó en Chile no sólo la consumación de los anhelos de democratización institucional sino también la posibilidad inusitada de politización de las sexualidades marginales. Las acciones del Colectivo “Yeguas del Apocalipsis” que superpusieron la denuncia de la violencia militar, la identidad latinoamericana y la homosexualidad, junto con la fundación del MOVILH en 1991, y de Ayuquelén en 1984, son ejemplos de ese proceso, pero hoy casi 20 años después, las “Yeguas del Apocalipsis” son sólo un recuerdo y el activismo de las minorías sexuales, cada vez más Institucionalizado, se normaliza en la demanda integracionista del matrimonio y se acoplan a las lógicas del capitalismo post-industrial en la noción del Orgullo Gay, o en el caso de lo lésbico en el lema callejero de “soy lesbiana porque me gusta y me da la gana”.

El ejercicio de la mesa pone en discusión a diversos actores: mujeres feministas, activistas lesbianas, críticos queer, que han vinculado la reflexión crítica con la acción política y la experimentación e intervención estética y visual en materia de disidencias sexuales y feminismo. El sentido es pensar alternativas que sorteen la denominada “Crisis de la marcha y el lienzo”, es decir la crisis de las formas tradicionales de protesta, que en el caso de las sexualidades marginales se han expresado en las críticas al paradigma de la marcha y orgullo LGBT y a las formas tradicionales de denuncia y de representación mediática que corren el riesgo de fortalecer los estereotipos de víctima y victimario.

Se pondrá en acento no solo lo teórico, sino principalmente las acciones practicas y experiencias efectuadas por cada uno de los actores actices y colectivos presentes.

Como presentación: Hace dos semanas un grupo de deudores habitacionales manifestó contra un sistema económico nacional que no los protege en su capacidad de pago. Los manifestantes se tomaron una grúa ubicada en el sector cívico de la capital aun costado de uno los pocos liceos públicos de calidad, El Instituto Nacional. Estos trabajadores dueñas de casas, se toman una grúa, la maquinaria que construye sus viviendas, que luego les quitan el sueño y que los obligan a exponer sus cuerpos a varios metros de altura. Se trata de una metáfora que apropia la mecánica impersonal de un gobierno ajeno, poseedora de una excepcionalidad ubicada en las alturas, una cita a un tiempo en donde el detenimiento de las construcciones de viviendas en la explicación de un escaso desarrollo económico, una protesta aérea, sorpresiva, mediática, no entendida y lamentablemente fugaz, donde los cuerpos de los manifestantes toman un rol primordial, el lienzo que ha desplazado, porque ya no hay ideología que consignar y tampoco un enemigo explicito a quien acusar, ya no estamos frente a una movilización, la marcha democrática se presenta a través de todos quienes seguimos la noticia por Internet, televisión, radio o podcast, la movilización y el apoyo lo hacemos a través de nuestras redes sociales y virtuales. Estas son luchas hiper-individualizadas que emergen a través de los intereses de grupos pequeños y que critican grandes hegemonías.

Lo mismo ocurre con una Pamela Jiles figura mediática que para análisis políticos que se estiman de serios no conciben como político el que proteste contra un sistema patriarcal frente al palacio presidencial La Moneda exponiendo su cuerpo mujeril travestido con estitecas militares. Otra vez no vimos el lienzo ni marcha, sino deseos políticos que solo en pocas ocasiones ocupan los medios. Se podría decir mucho sobre estas manifestaciones que desordenan un orden político instaurados por movimientos de izquierda que tradicionalmente instauran los diseños de manifestación política. Las manifestaciones micro-políticas se encausan por manifestaciones precarias, marginales y potencialmente mimetizables. Entender el rol del cuerpo como voz política de manifestación y protesta, parece que hasta los adolescentes nacidos en post-dictadura y trasgresores de normas de géneros parecen entender muy bien cuando ocupan las plazas públicas del centro de Santiago.

Es necesario comenzar una lectura crítica de estos pequeños y silenciosos espacios de desestabilización de los discursos hegemónicos denotan relacionados con una crítica con un régimen autoritario, sino ante una democracia que escamotea espacios políticos visibles, donde hay que saber a que espacio de la transición democrática encaramarse.

Doy la palabra a Julia Antivilo que está a mi lado para que comience la exposición.

Julia Antivilo (Colectiva Malignas Influencias)

Bueno mi texto se llama “Desde lo personal y político malignas influencias espacio de colaboración de arte feminista”. Desde la fila del activismo feminista autónomo comencé camino dentro del colectivo “Las Clorindas”, el cual finalmente terminó fagocitado, primero y posteriormente extinto en la coordinadora “Memoria Feminista” que se formó a partir de unos talleres que impartimos “Las Clorindas” sobre historia de feminismo latinoamericano.

Media huérfana en el 2004 fundé “Malignas Influencias”, un espacio de colaboración y arte feminista, en el que ha participado Saida González, fotógrafa, Jesica Torres, escultora, y Paula Moraga, bailarina y coreógrafa, además de las contribuciones de muchos amigos y amigas adicto a “Malignas Influencias” y sus creaciones. Desde otros oficios soy historiadora y hoy por hoy me creo artista feminista, dedicada especialmente a la creación de textos teóricos al diseño y creación de objetos de artes y también a las perfomances.

Desde el quehacer he decidido ligar los campos de historia cultural y de las mentalidades el arte feminista y el activismo. Mis ensayos pretender hilar con sarcasmo e ironía el intento de tejer la red invisible entre la teoría y la praxis feminista a través del arte, “Malignas Influencias”, por tanto, aspira a ser una acción política-estética.

La primera puesta preformativa de “Malignas Influencias” fue materializar el ensayo ilustrado sobre la alegoría y símbolos que se desprenden desde los cinturones de castidad y otros objetos de tortura y vergüenza publica coloniales y sus relaciones con la censura y autocensura de las mentalidades de las mujeres latinoamericanas.

En un primer momento trabajamos entre significar la metonimia la que nos hablaba de aparatos de tortura y de vergüenza públicas como prótesis mentales de censura y autocensura para trasfórmalas en dispositivos que sirvan para el placer y también para la autodefensa de las mujeres ante la violencia simbólica y directa que solimos recibir cotidianamente al salir de la calle o en nuestros hogares.

Creíamos de real importancia la resignificación de las tecnologías represivas que han perfilado en la mentalidad y los cuerpos de las mujeres, ya que hasta hoy en día podemos visualizar que ambos, cuerpos y mentalidad femenina, se siguen construyendo como cárceles de placer en el plano social, cultural y simbólico.


“Malignas Influencias” usa como materia prima la relación cuerpo-mujeres que se une a si vez con mentalidad, censura y autocensura, así mismo con violencia y autodefensa, además complacer y auto placer, así como en una ecuación.

Por tal razón vemos necesario hacer el llamado a reflexionar en torno a una ética del placer, en la que partiendo desde la epistemología feminista haga explicita una filosofía moral y ética mas idónea para las mujeres latinoamericanas. Para ello podríamos comenzar con la tarea de romper el cinturón de castidad que nos han implantados en las mentes femeninas desde la colonia.

“Malignas Influencias” invita a transgredir todo orden de cosas, va desde el cuerpo propio al cuerpo social.

Rescatamos la idea libre de una relación mas libre con nuestros cuerpos, muy diferente al dispositivo de control social heredado desde la colonia, el cual condena a las mujeres a ser ovejas de un rebaño que no tienen derecho a gozar en el banquete de la vida, como dijeron las mujeres libres en argentina en el siglo XIX, como también lo expresó Emma Goldmann al afirmar que las mujeres tenían un papel primordial en su propia liberación para la cual el retiro de nuestras barreras mentales constituía el primer paso.

La propuesta para otra ética para el placer también lleva consigo el romper con la idea de la obligatoriedad de la heterosexualidad entendiéndolo esta como “lo normal”, y lo único respetable entre las posibilidades de tener relaciones sexuales. Por eso nuestra obra es también una voz que aclama por otras formas de amor, es la llamada al amor libre sin las construcciones genéricas determinantes planteadas a partir de la diferencia sexual.

Se apela a una verdadera diversidad sexual en la que no se limiten las opciones sexuales que tomamos, en fin, es no llenarse de prejuicios con respecto a unirse con otra u otro o varios. El amor libre como conceptos es difícil de definirlo, solo podemos afirmar que conlleva a las ideas de igualdad y libertad en las relaciones sexuales y afectivas, podría significar promiscuidad o lujuria para los sectores conservadores ya sea de izquierda o derecha, pero es una opción sin culpas. La libertad del amor implica dos aspectos, primero la ausencia de los derechos posesivos entre los integrantes de una pareja o más si están de acuerdo o no, también puede ser ¿no?, en un segundo lugar la disolubilidad de la relación.



Puede ser practicante del amor libre una pareja o mas que mantienen una relación de respeto cariño e igualdad, si es que lo quieren. Nos liberaremos de los prejuicios en la medida en que se deje de ser una amante o amante, castrado o castrada y cobarde para transformarse en un amante libre de temores, si es posible pensar en la universalización de esta idea de amor, éste ya no será nuestra condena, sino nuestra liberación.

Volviendo a la línea de los trabajos de “Malignas Influencias”, son dos líneas principalmente, la violencia, la no más violencia hacia las mujeres, y el derecho al placer. Siempre hemos trabajado en las dos líneas juntas.

Otro de los trabajos comenzó en el 2006, en Julio, y lo comenzamos con una encuesta a más de 200 mujeres en plaza de armas en el cual se consultaba con respecto a estos dos lineamientos, con respecto a la violencia y con respecto al placer. Esta información ha sido un material de constante revisión y consulta para las creaciones, las encuestadas respondieron dos preguntas como les decía, y las depositaban en un buzón, eran privadas las respuestas, y también recibimos por correo electrónico. La encuesta fue aplicada a diferentes mujeres, de diferentes edades, de diferentes nacionalidades, etcétera. En general muy pocas mujeres se negaron a contestarlas después de señalarles quienes éramos y que sus respuestas secretas serian parte de las creaciones que se montarían en una exposición gratuita para inaugurar el 8 de Marzo de 2007, varios meses después, en el patio central del museo histórico nacional, en plaza de armas.

La mayoría de las preguntas fueron de desarrollo, no voy a abundar mejor en las preguntas en fin, más bien en las respuestas. Las preguntas centrales estaban en caso de si habían sido victimas de violencia por el hecho de ser mujer tanto de parejas o de extraños o extrañas, los tipos de acoso y otras de desarrollo en que se preguntaba en que deberíamos hacer las mujeres para protegernos o defendernos.

Cuando comenzamos a revisar las encuestas respondidas partimos de la ultima pregunta, y nos sorprendió que la mayoría apelaba a una mayor solidaridad entre las mujeres a través de organizaciones de mujeres y no todas interpelaban al Estado para su organización. Otra puesta reiterada a la pregunta como respuesta fue la autodefensa, especialmente que debería estar incorporada en la educación y el empodramiento de las mujeres como otra herramienta de autodefensa a través de la dignidad.

Con respecto al placer muchas señalaron las cosquillitas pubicas, nos pareció sorprendente, por ello se construyeron, partimos por las cosquillitas ¿no?, y creamos unos columpios vibradores, también recreamos estos aparatos de tortura que son unos cepos que son los “violines de las comadres”, que te colocaban al frente de tu comadre si eras acusada de copuchenta o le faltabas el respeto a tu padre, o en fin, era una de las vergüenzas publicas en la colonia.

Otras de las creaciones con respecto especialmente a la autodefensa de las mujeres fue el corpiño “anti-agarrones”, que es un corpiño el cual si alguien me agarra una teta o las dos, les doy un golpe de corriente.

“Malignas Influencias” es principalmente un espacio de creación artística que utiliza diferentes formas de financiamiento, cabe señalar que partimos del autofinanciamiento, de la autogestión de recursos a través de fiestas en fin, y también de uno u otro que nos creen los proyectos y nos pasa materiales especialmente, por ejemplo todas estas creaciones fueron con donaciones y trabajos de amigos y amigas.

Eso es en Buenos Aires en otro encuentro de perfomances en el cual el proyecto se llamaba “Santiago - Buenos Aires bitácora visual” y fue una performance de larga duración, en la cual nos fuimos a dedo con Jesica Torres, y nos fuimos a dedo para un poco desmitificar en cierta parte, bueno esa era nuestra primera hipótesis, de que los espacios de las violencias hacia las mujeres no estaban dentro de los lugares donde uno supuestamente se exponía, como por ejemplo al hacer dedo, bueno así todo igual fuimos protegidas, fuimos con el corpiño “anti-agarrones”, un electroshock porsiacaso y la cámara de video escondida en primer momento, cuando nos dimos cuenta de que el camionero que nos llevaba era un amor de hombre, estaba muy preocupado de nosotras, acaso si que habíamos tomado desayuno en fin, sacamos la cámara tampoco pregunto nada en fin y fue un viaje muy piola, bueno eso lo registramos en video, lo editamos y lo mostramos en esta presentación que fue una conferencia performanciada donde ironizamos con el papel de la académica, entonces todo el mundo esperaba una conferencia muy académica, entonces llegamos disfrazadas, yo de Fauna, bueno yo ya me había sacado las orejitas y todo, y Jesica, yo arrastrándola con el violín, bueno ahí entramos a arrancarnos los cinturones de castidad y parto sacándome el cinturón que tenia puesto, después llamamos a la gente a probar el corpiño y se fue dando una conversa igual bastante interesante con el publico.

Estas en otra de las producciones de “Malignas Influencias” que es un video y una performance, y es un texto también que se llama “Afrodisia”, y que es la invitación a probar este urinario femenino, especialmente diseñado para las mujeres, para que puedan orinar de pie, y también es un bidé y también es un masturbatorio, entonces el video acompaña con música de Donna Summer con el tema “Try me, I know we can make it”, entonces llamamos a que lo prueben, y bueno, mucha gente lo ha probado, han quedado satisfecha y satisfechas también, y eso es “Afrodisia”, entubo en una bienal de videos en valpo, que fue raro porque la gente que alguien lo estaba haciendo en vivo porque se estaba proyectando hacia la carpa entonces la gente se metía con la curiosidad acaso yo estaba al otro lado, bueno fue igual un enganche para que la gente entrara, a! y esto lo voy a presentar en Colombia en vivo. Esto lo presente en vivo en la Galería Metropolitana, el año pasado, entorno del la Bienal Deformes. Bueno este, yo soy una dama, en la cual esta no tan dama dobla la canción “Yo soy una dama” de Frecuencia Mod, no se si la conocen, no se las puedo cantar ahora porque estoy media disfónica, bueno pero es una dama que dice que tiene que aguantar sus ansias de amor, entonces cuando habla de sus ansias yo me levanto el vestido y ando con un cinturón de castidad, fue presentado en la feria del libro en Santiago el año pasado en el lanzamiento del libro “Fragmentos para la Historia” de las mujeres, que compilo Sonia Montecinos, fue presentado en el cóctel Fem en el bar “El Clan” en Marzo del 2009 y también en la población Lo Hermida, en el marco de la celebración, en la conmemoración y también fue una fiesta en la población, en la plaza Víctor Jara en la población Lo Hermida, para este 8 de marzo. Y también para el 8 de Marzo de 2009 para una coordinación de varias colectivas lesbianas-feministas principalmente, donde estaban Las Moiras, Circulo Hereje, Las Callejeras y espero que no se me olvide ninguna, Las Mujeres Publicas también, se presento en la Plaza de Armas, esta justicia que deja de trabajar para la justicia patriarcal y se revela y llama a la lucha armada, y decía: “Yo a la justicia reivindico la lucha armada, mujer armada jamás será asesinada con las armas de la justicia, con las armas de la educación no sexistas, con las armas de otro tipo de amor, pues quien ama no mata, no humilla ni maltrata, solo en la lucha una será libre, también la victoria mas si se suma la Maria, la Carola y la Claudia”. En un poco de ironizar con todas las consignas de la izquierda tradicional, ese era como el cuento.

Bueno hay otro montón de otras acciones mas pero por tiempo creo que estamos, mas que ahora llegaron las chicas con Concepción, voy a ir terminando un poco con una reflexión que me llamaba, bueno que tiene que ver con el titulo de esta mesa, porque la crisis de las marchas y el lienzo, y bueno mi reflexión era que pasa por el estado actual de todos los movimientos sociales no es solamente de los que luchan por una diversidad sexual o por las que luchamos por el feminismo, en fin, es un escenario compartido con otros momentos sociales y coincidente en tanto, y a partir de las rupturas, disociaciones, alejamientos, disgregaciones, mezclas, mutaciones, de los grupos que podrían formar un movimiento social mucho mas compacto, nadie me puede negar que están todos peleados con todas y todas peleadas con todas, donde se privilegian los egos de quienes se cree mas o menos autónoma o menos radical o mas radical en fin, y es lo que nos tiene ahora sin tener la capacidad de si tener grandes marchas con lienzos, pero si bien el tiempo no, no se que se podrá hacer, tampoco tengo la gran receta, pero si seguir resistiendo aunque sea divididos, en fin, y quizás por eso mismo “Maldita Influencia” no es un espacio colectivo, es un espacio de colaboración de arte feminista, donde nos juntamos y paramos cosas, mas que con el nombre de colectivo, se hacen colectivos, como todas las cosas, y eso, hoy lo publico o lo callejero no pasa finalmente de ser una escaramuza válida, pero escaramuza al fin y al cabo, vale entonces pararse, ya sea desde los encuentros académicos , desde la calle, desde distintas marchas, no se, desde galerías, desde los museos, de todos lados, desde el video desde la red, en fin, eso gracias.

Daniela y Alejandro (Gente Culiá)

Alejandro

Quería partir aclarando el porque no somos colectivo, y porque somos simplemente la “Gente Culiá”, primero porque en las condiciones actuales del espectáculo integrado del capitalismo tardío todos somos gente culiá, la diferencia es que hay gente culiá en si, y gente culiá para si, nosotros somos gente culiá para si, considérese que esto no esta en mofa y no esta en ridículo ni un neologismo barato, sino que tiene un símil directo de aplicaciones en nuestro análisis con la proletarización de la vida cotidiana desde la integración del capitalismo tardío, como forma regulada de sociedad de control. ¿Por qué surge la idea de ser gente culiá?, de partida nosotros nos juntamos sin pensar que éramos gente culiá, lo descubrimos en el camino como un proceso de construcción y de recuperación de nuestra memoria anal.

Primero partió como propuesta de un taller de discusión, juntarnos a hablar weas, pero weas con un vocabulario amplio y académico, pero weas. Nos podríamos definir entonces en este vocabulario de mierda como un “devenir molecular en la multitud”, que surge como iniciativa de análisis a partir de las políticas antagonistas de los cuerpos, entendiéndolos como campos de batallas cruzados por significaciones y mierda. Lo que nosotros tratamos de hacer en nuestra propuesta analítica que esta plasmada en nuestro sin fin de actividades, que es una hasta el momento, es tratar de desarmar la relaciones de poder que se establecen en el cuerpo, no lo hemos logrado hasta ahora, hemos descubierto que el ombligo no es el centro del cuerpo ni el eje gravitacional y en el fondo si nosotros estamos entendiendo que la gente culiá parte como una nueva forma, una forma que nosotros proponemos de entender la proletarización de la vida cotidiana en este extremo en este capitalismo tardío o totalitarismo multicultural democrático de mierda, nosotros estamos hablando de espectáculo, que mas espectáculo que el desfile del orgullo gay, o que el activismo en general de las minorías en general, no hay un espectáculo mas acabado, mas simpático, mas democrático y mas amarillo de mierda que el que podemos realizar nosotros sacos de weas.

Daniela

Cuando hablamos del desfile del orgullo gay nos preguntamos que queremos representar, o sea que va a pasar con esta maquina mediática que corta y pega nuestros cuerpos y dice lo que quiere entonces en el fondo salen todos nuestros cuerpos celebrando al lado de carros alegóricos escuchando a la cantante pop de moda y luego yendo a la disco Blondie y reventarnos hasta morir en el día gay, entonces pensamos que pasa con las demandas que pasa cuando nos sacan la cresta después de salir de las discos, cabe otras demandas dentro de este desfile?, es por eso que nosotros criticamos un poco a esta estabilización y naturalización de identidades porque pensamos que en este sentido el sistema ha coartado, ha captado, coartado y normalizado estos espacios, ósea como que dicen: “acá tienen un día gays” y marchen en la alameda y ponen un limite a las demandas dentro de un campo de lo posible, o sea tenemos que pensar nuestras demandas dentro del campo de lo que nos dice el gobierno, entonces en este sentido nosotros nos planteamos como un “entre” o un “y” o un “devernir” que se reconoce desde el cuerpo de pensar, no pensar la marcha como un acto político en si, si no como la lucha, o sea como el campo de batalla, he ahí donde se tienen que posicionar nuestras sexualidades, nuestras demandas, si tenemos demanda o no, o nuestras acciones especificas, no tomar la marcha como el hecho político y que ahí culmine todo, entonces pensando en esto entramos a la discusión si es que la marcha era politizada o fue despolitizada, Alejandro tiene algo que decir al respecto.

Alejandro

Ustedes lloran bastante y dicen “uy la marcha del orgullo se esta despolitizando, oh nuestras acciones no tienen la fuerza de critica que tenía”. Yo he escuchado llantos de esos, en movilizaciones y movimientos de otro tipo, pueden ser estudiantes secundarios o estudiantes universitarios.

Si tratamos de escarbar mas en realidad de desmovilización social sostenida que se esta llevando en el país desde el inicio de los noventas con la transición pactada lo que estaríamos viendo nosotros en el movimiento LGBT o de minorías en general, no sería una despolitización sino que seria una politización y reterritorialización por partes de las institucionalidades hegemónicas que dota de nuevos significados a nuestros actos, como decía Daniela, cortando y pegando, y mostrándonos como les parece. No es que nosotros estemos perdiendo nuestro peso, nuestro peso se lo esta llevando la marea, la marea mediática que genera este espectáculo montado a partir de nuestras propias demandas, porque parte de la demanda, parte porque nosotros estamos pidiendo algo, a alguien exigiendo algo que tenemos que hacer y mostrarnos de tal manera, estamos demandando y performateando en vacío, moviéndonos en el aire, ¿Por qué?, porque hemos sido al tratar de demostrar nuestro cuerpo, nos hemos ido perdiendo, nuestra propia experiencia vivencial, cruzada por este campo de batalla que nosotros decíamos al principio, se va perdiendo ¿Por qué?, porque escogemos una batalla en especial que queremos ganada, que es la que conocemos mejor, definirnos como “A-B-D-C-Mierda”.

Quería citar una canción de Xuxa, no, quería hacer una consideración con respecto a un rayado de ese decadente, triste y patético Mayo del 68 francés, que era: “hay que ser realista y pedir lo imposible” y reconsiderarlo como algo que tratamos de rayar una vez con un amigo para un año nuevo que estábamos muy aburridos y se nos acabó el spray, que era: “no sea hueón, no pida lo imposible, hágalo usted mismo”, ¿Por qué?, nuestras demandas se están pasando, en general en el clima de desmovilización social que esta cundiendo en el país, y sigo diciendo: como parte de la consolidación del modelo hegemónico neoliberal, ahora su readaptación multicultural cuando dicen que estamos entrando en la crisis del neoliberalismo y cuando están entrando las minorías participativas al empodramiento de nuevas formas de establecerse y presentarse, y llevar a cabo su vida a través de farsas como podríamos hablar en términos sociológicos o de análisis institucional, políticas publicas, en las farsas del capital social o lo que nosotros llevamos hasta cierto punto como una farsa cuando se convierte en una propuesta vacía, como la performatividad, es el rescatar que no tenemos que andarle demandando a los hijos de puta, porque nosotros en la misma marcha podemos estar compartiendo con los hijos de puta que nuestros mismos cuerpos lo reconocen como enemigo, no a estos mismos cuerpos como algo ciencializado, si no que nuestros cuerpos en las vivencias practicas diarias, o sea no me extraña que mañana que tenemos que hacer una presentación en Viña, nosotros como la “gente culiá”, para un foro sobre la juventud, lo mas probable es que muestren alguna imagen de una persona, que podría haber sido fácilmente yo o algún amigo mío, puta borracho y botado en una esquina y arriba en un power point, y que arriba salga: “jóvenes, estamos entregando suficientes espacios de participación”, y junto con eso venga a hablar una persona que posiblemente pueda estar bastante de acuerdo con las minorías o las movilizaciones de minorías sexuales o el LGBT, y como por ejemplo alguien participante decir: “¡si!, usted es un niño de mierda, debería empezar a participar a empoderarse, ¿Por qué no bota?”. ¿Y cómo voy a estar participando con el?, que es mi enemigo, que al decirme que tengo que botar, que a pesar de que estamos marchando juntos, con supuestas demandas iguales, él esta legitimando un sistema democrático que ampara la represión de Estado y la violencia de genero como vivencia de Estado, que ampara la persecución de los cuerpos, que ampara la criminalización a través de usos de sistemas de exclusión, porque cuando nosotros estamos haciendo esto sin criticar el sistema en general como una forma, no me estoy refiriendo a un sistema único de critica, sino que a un sistema articulado a partir de nuestras propias vivencias, cuando nosotros no estamos haciendo eso, lo que estamos haciendo es hacerle el trabajo, o sea que mierda, mas allá del espectáculo que pueda estar montado Pamela Jiles, ella esta legitimando que la democracia puede funcionar, cuando la democracia ha dado cuenta de que en las condiciones actuales lo único que hace es extender su espacio de dominación y control, ¿Para qué?, para poder legitimar que la clase enemiga, y lo digo en esos términos, porque lo reconozco así, pueda invisibilizarse, transparentarse, hacerse multicultural, escribir poesía, cortar el pelo mohicano, teñirse el pelo, ser maricón, meterse palos en el poto, ¿qué?, chao.

Alejandra y Antonia (Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”

Alejandra


Nosotras hablamos más lento porque nuestra ciudad funciona más lento. Nosotras somos de la colectiva lésbica feminista autónoma “Las Mafaldas”, en conce, y somos de la comunidad lésbica “la teta insurgente”, y estábamos conversando mientras escuchábamos todo, como que no pertenecemos, porque nuestra forma de intervenir los espacios para nosotras las lesbianas es completamente distinto al que han mostrado los compañeros y las compañeras, y distinto no solo porque nosotras hacemos intervenciones que tengan que ver con las lesbianas, nosotras también hacemos intervenciones que denuncien a un gobierno fascista que oprime a los mapuches y a las mapuches en el territorio donde nosotros vivimos, hacemos intervenciones que denuncien que las micros en conce cuestan mas caras de lo que cuesta en Santiago y hacemos un montón de intervenciones que no tienen nada que ver con el género, porque no creemos en el género nosotras, entonces por eso pensábamos como que no encajábamos mucho con lo que estaban presentando las compañeras y los compañeros. Nosotras no quisimos traer un video, porque sentimos que la única forma de demostrarles la forma en que nosotras intervenimos, es conversando, porque es como nosotras lo hacemos en la comunidad, conversamos, intercambiamos ideas, nuestras conversaciones tampoco son tan académicas, son mas bien sencillas, porque nosotras somos sencillas también, entonces un poco para contarles, nosotras tampoco creemos en la marcha del orgullo, creemos que orgullosamente inútil, pero también nos hemos cuestionado durante este tiempo el tema de las marchas y también sobre la palabra performance y preferimos llamarla “intervención lésbica feministas”, pero en nuestras intervenciones hemos estado dándole un vuelco nosotras y de haber estado mucho, como cinco años, haciendo cosas en la calle, pegando harto papelografo, también habiendo viajado a Santiago con otras compañeras, que hoy día tenemos algunas acá, haciendo complicidades juntas, por ahí nos paso que este 8 de Marzo dijimos “vamos a hacer otra marcha en conce” y la respuesta fue: “no sé”, y empezamos o decidimos todas en conjunto en que las intervenciones que hiciéramos iban a ser en donde no llegue la prensa, en donde no llegan las micros y en donde las compañeras no tienen acceso a dinero para tomar la micro e ir a ver la intervención o la marcha y nos fuimos a meter a las poblaciones, para nosotras fue, llevamos como un años ya con el tema de Boca Sur, que es una población que queda muy cerca de la comunidad donde nosotras vivimos, y Boca Sur es una población que esta a un kilómetro de un barrio que es muy burgués, que podríamos decir que es como Vitacura, y esta población esta a un kilómetro, porque Pinochet saco a toda la gente que no servia de Concepción y la puso en eso lugar que es Boca Sur, y la 8-R, que es la Junta de Vecinos, donde nosotras hemos hecho complot juntos con los vecinos y las vecinas, son una junta de vecinos autónoma, ellos se definen como autogestionados y autogestionadas, y a partir de eso, con conversaciones con otras compañeras, anarquistas, casas okupa, compañeras mapuches, decidimos empezar a hacer las intervenciones en los lugares en donde las compañeras no tenían acceso a llegar al centro de la ciudad o a llegar a la universidad por ejemplo, o al Internet, y la experiencia ha sido increíble porque las compañeras y los compañeros no tienen dialogo académico, entonces hemos tenido nosotras también que desconstruir el dialogo, sacarle la academia y volverlo popular, y ha sido un aprendizaje mutuo, tanto de ellas como de nosotras, y nuestras intervenciones tienen que ver con eso, tienen que ver con los espacios y los territorios en donde muchas veces no llegamos por buscar la masa, por buscar la marcha que tenga mas prensa o que salga mas en Internet, y hemos llegado a lugares en donde no llega la prensa, porque esta el estigma de que se van a robar las cámaras o que como esta el conflicto se los van a echar, y para nosotras ha sido otra experiencia en términos de intervenciones, quizás mi compañera pueda explicar lo que se nos estaba ocurriendo en estos días, porque la comunidad entrega como muchas ideas cuando una esta juntita entre mujeres, al lado de una cocina a leña, tocándose, oliéndose, como que surgen las ideas y por ahí se nos han estado ocurriendo dentro unos talleres literarios que hemos estado haciendo y unos encuentros lésbicos que hemos estado haciendo, hacer intervenciones en la población con canciones infantiles muy sexistas que hemos estado escuchando y quizás la Toña pueda contar un poquito mas de eso que estamos haciendo.

Antonia

Quería decir algo para terminar eso respecto a la visión que tengo yo desde la comunidad y la que conversábamos las compañeras, en ningún caso somos todas compañeras y creo que hay mas visiones también, pero dentro de lo que pensamos, yo creo y rescato lo que dice la Ale que en el fondo nuestro mayor trabajo es la intervención en la población, porque en sí las que vivimos en la comunidad somos pobladoras y eso es lo que fuimos desde siempre, nacimos en la población fuimos pobres siempre y como decía el compañero, tal vez con otros énfasis, si nos cagaron toda la vida y dentro de ese cagarnos no nos quedamos en la victimización, en ningún caso, si en las propuestas y empezamos a trabajar con las compañeras que al igual que nosotras tenían realidades muy semejantes y yo creo que esa ha sido nuestra mayor intervención, porque no tiene publico, no tiene masas, como le gusta al partido comunista o a los otros partidos, no busca eso, busca conversar en lo mas intimo con las compañeras, porque creemos, y es una creencia no cristiana, en ningún caso, pero si una creencia muy feminista y muy autónoma de que hay que luchar contra la hegemonías de poder y eso se hace desde lo intimo y eso es colectivo, todos podemos hacerlos y es muy popular, creo que esa es una gran lucha, que hay que popularizar las luchas y dejar de ponerlas académicas, y creo que desde ahí nos fuimos a lo mas popular, como para volver al ejemplo, que eran nuestras míticas canciones infantiles que a todas nos contaron y que hace como dos semanas empezamos a cantarlas y yo no me había dado cuenta de que Pepito era el capitán de un barco Ingles y si se sabe la continuación, es una mierda de canción sexista, y fue entretenido empezar a redescubrir porque si las compañeras de la pobla también se las conocen, porque nos cagaron con el mismo lenguaje, la misma hegemonía de poder, los mismos sexismos y el mismo patriarcado, y desde ahí ha sido atractivo empezar a generar dinámica, las compañeras llegan a la comunidad y una conversa todo el día, es la gran ventaja de venir en comunidad y no en ciudad, acá todos apartados, y creo que ahora estamos intentando ver como, desde la autonomía y la autogestión como decía la compañera por acá, empezar a hacerlas, porque es para el otro desafío, la clase es uno de los punto en donde nos caga, pero no es el único punto, que es el problema de otras luchas, entonces yo creo que estamos en eso, con respecto a las canciones y bueno en otras cosas, los que pueden entrar a Internet, que son casi todos los que están aquí están.

Alejandra

Quizás así para que entiendan un poco, hay una canción que dice, que nosotras empezamos a descubrir estas cosas porque en la población hay hartas niñas y niños, y una haciendo memoria también recuerda las canciones, entonces una canción decía: “cuidadito las manitos lo que tocan, cuidadito las manitos lo que tocan, que hay un Dios allá, que mirándonos esta, cuidadito con las manitos lo que tocan”, y después decía: “cuidadito las manitos, los ojitos, lo que ven, la boquita lo que habla” son tres partes, entonces nosotras pensábamos: primera escena: cuidadito las manito lo que tocan, y una lesbiana masturbándose, segunda escena: cuidadito los ojitos lo que miran, una lesbiana leyendo un libro de la Emma Goldman y el tercer acto: cuidadito los oídos lo que escuchan, otra compañera escuchando a lo lejos “lesbianas contra la violencia”, al final se miran las tres y se sacan como un percho que tienen y una era Eva, la otra Adelita y la otra Safo , y ahí se van las tres a marchar, pero eran como cosas que se empezaron a venir, cada compañera empezó a dar ideas y empezamos a descubrir un montón de canciones, como “Sal de ahí, chivita, chivita”, hablaba casi de una violación a una mujer, como que había que buscar todas las formas de sacar a la chiva y se nos ocurrieron cosa muy buenas, hay compañeras como que quieren hacer comics, como “Búscate una chiva”. Han salido cosas buenas pero han salido desde la población y para nosotras eso también ha significado cambiar también un poco también el chip nosotras porque nos preguntábamos cuales eran los espacios donde queríamos estar, y la decisión de estar en este espacio también tuvo una razón, y cada espacio en donde decidimos estar también tiene una razón. La semana pasada estuvimos en la universidad de Concepción y nos sentaron al lado de un especialista del género, y a ella la presentaron como: “la especialista del género” y a nosotras como: “las lesbianas de Concepción”, fue como súper despectivo, la gente tan académica de la universidad de Concepción. Fuimos a este lugar, porque nos tomamos este lugar en conjunto con varios compañeros, entre ellos estaban el pueblo nación mapuche, estaba la gente de escuelas libres Víctor Jara, estaba la gente de los bachilleratos populares de Argentina, estaba la gente de la fabrica “Sin patrón”, también de Argentina, y estábamos nosotras, entonces nos tomamos el lugar, quisieron sacar los lienzos y todo, pero resulto igual, pese a que no querían. Para nuestra sorpresa se lleno el lugar donde estábamos, logramos hablar de muchas cosas con los chiquillos, los chiquillos se sentaron en el suelo, fue como que se rompió este esquema de estar sentadito en la silla y nos sentamos todos en el suelo a conversar, todos eran de la población, todos eran pobres, o sus mamas eran obreras u obreros, había mas de alguna mapuche, mas de algún anarquista, y eso, para nosotras esa intervención tomo otro significado dentro de la política que nosotras hacemos, es que nosotras pensamos como una vez leí en algún lugar creo que no se si fue con Las Moiras o con la Memoria Feminista, pero una frase que decía: “lo personal es político y lo político es estructural”, nosotras sentimos que hay una estructura social que ha perdido lo político, y ha perdido lo político porque ha dejado de ver lo personal en las compañeras y los compañeros, para nosotras el estar en los espacios y hacer intervenciones o performance, no se como lo llamaran, pero para nosotras son intervenciones, tiene que ver con romper esa estructura que no tiene política de limpiar la vida en las personas, en la vida de las identidades, porque las identidades han sido anuladas en esta estructura y para nosotras esas identidades se recuperan solamente buscando en lo personal y en lo personal volviendo a lo político, entonces yo no soy persona, yo tengo una identidad y esa identidad la defiendo, porque me ha costado casi treinta años valorarla, construirla, y no es que me etiquete, esta es mi identidad, es la que a mi me ha costado construir y va en base a esa misma defensa de mi identidad, creo que nosotras hemos logrado construir en la población y con otros grupos y otras grupas autónomas la lucha de nuestras identidades, tanto las identidades de las mapuches, tanto las identidades de las vecinas, porque son pobladoras, de la identidad de las anarquistas, la identidad de las okupas, todas las identidades, de las identidades feministas también, para nosotras ha sido un proceso tan lento como lo que nosotras estamos hablando, porque ha sido un proceso lento, el otro día nos decían, nos preguntaban si nosotras éramos la copia de “Mujeres creando comunidad”, y nosotras decíamos: “no, no somos la copia de las compañeras mujeres creando y tampoco pretendemos serlo. Nosotros tenemos otro territorio y es otro contexto político en nuestro país, y es otro contexto político también el que cada una tiene en nuestra vida, en nuestra comunidad”, pero creo que lo que si tenemos en común con las compañeras es que nosotras creemos que los procesos políticos son revolucionarios, y si no son revolucionarios, entonces no hay, no genera ese cambio estructural que nosotras pensamos, porque son radicales, y lo radical nunca va a ser políticamente correcto, entonces para nosotras nada mas que agradecer que hayan destinado escucharnos, nos costo harto llegar, creo que eso es también algo a mirar, porque le decía a mi compañera: “definitivamente alguien de la población aquí hoy día, una compañera de la Legua no llego aquí”, porque yo gaste cuatro lucas para llegar aquí, ¿cachay?, me costo caleta llegar, entonces es parte del territorio también, quizás esto debería hacerse en la población, buscar estos espacios en la población, o también en el sur o en el norte, pero en otros lados, y la invitación es que también busquen en otros espacios ustedes, vayan al sur o vayan al norte, si somos lentitos, pero seguros, así que muchas gracias por la invitación.

Eloísa ( Ex-Presidenta de la CUDS)

Mi texto se titula “Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual: Política sexo-disidente en movimiento”

Voy a hablar desde el activismo de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual, por lo cual en el presente texto intento representar sucintamente las líneas teóricas desde donde ejercemos nuestro activismo tortillero-marica, y sobretodo demostrar con hechos concretos que se puede hacer un activismo “alternativo” polimorfo, interdisciplinario, no tradicional, posicionado menos en el discurso y más en las prácticas simbólicas, menos políticamente correcto, y más subversivo, o al menos eso creemos.

Uno / otro, opresor / oprimido, masculino / femenino y heterosexual / homosexual, son díadas que operan en nuestro lenguaje y por tanto en nuestra cultura, donde el primer término necesita al Otro para constituirse como el Uno, y a la vez que se constituye como el más valorado en una díada aparentemente simétrica. A partir de la invención del término “homosexual” para denominar a una especie de personas, se constituyó el término “heterosexual”, donde el Uno heterosexual se invisibiliza pues es el normal, el obvio, en una operación semántica parecida a la que vemos en los libros de historia con respecto a las mujeres: los avances y conquistas del “hombre” son sinónimos de avance de la “humanidad” como un todo.

Estas díadas asimétricas operan en nuestra cultura casi sin contrapeso, como si no existieran más posibilidades de comprensión del mundo. Se reproducen en nuestras acciones políticas de transformación social: la lucha de clases, el feminismo, el movimiento estudiantil y por supuesto en el movimiento LGBT (es decir, lésbico/gay/bisexual/trans). Esto por nombrar sólo algunas de esas luchas.

Específicamente hablando de la Marcha del Orgullo LGBT, uso las palabras de mi compañero de colectivo Cristián Cabello (con alguna modificaciones, por cierto), “la marcha es una herramienta política que indispensablemente necesita de personas que expongan su precariedad frente a los ojos de otros. El otro en este caso está constituido tanto por los transeúntes observadores, las fuerzas policiales y los estamentos gubernamentales que a través de su arquitectura son observadores simbólicos y legitimadores de esta acción política. Este “otro” que sin duda es el Uno invisible que valida a la masa aglutinada es sin duda un Uno legítimo, un Uno con el suficiente silencio -y poder en el silencio- como para asegurar la integridad de su forma, “dando permiso” a las identidades que se visibilizan en la marcha.”

Y sigo. El Uno sentencia: “Yo te tolero, te permito existir, pero no olvides que tu acercamiento a una mayor dignidad depende en última instancia de mí”. En el caso de la marcha, el Uno al que se interpela es al Gobierno, al Estado, demandando Derechos. No por nada la marcha transita por la Alameda, pasando por distintos edificios gubernamentales y, obviamente, La Moneda.

Yo no sé si la Marcha (tanto en sus versiones de carnaval y de protesta), el lienzo, y la consigna están en crisis -como dice Cristina- en conjunto con las demandas articuladas desde los Derechos Humanos. Sin duda, forman parte de una misma semántica, pero esto no significa que las políticas integracionistas y liberacionistas de las mal llamadas minorías sexuales pierdan su validez y urgencia dentro del contexto chileno. Demandas como la Ley Antidiscriminatoria, por ejemplo, siguen siendo urgentes en un país donde la precariedad de los sujetos LGBT está a la orden del día.

Sin embargo, nosotras como Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (yo mujereo a todos y todas en mi colectivo porque soy tan dictadora como Presidenta que me da lo mismo que no sean todas mujeres), nosotras como una colectiva que se articuló aquí, en la Universidad, desde un ser jóvenes e irreverentes, pero además miembras de una elite como lo son los estudiantes de universidades tradicionales, nosotras personas sexo-disidentes, estando en contra de un sistema heteronormativo y patriarcal, para nosotras es un deber ético el denunciar no sólo la homolesbofobia, sino que, y sobretodo, denunciar y evidenciar los binomios perversos y esencializantes con los que opera la Cultura.

Nos hemos nutrido desde los estudios de género, el feminismo, el post-feminismo, los estudios gay-lésbicos, la teoría queer. Hemos delineado una política de la “disidencia sexual” -tal es la causa que ahora nos reúne tras nuestro cambio de nombre, y así se denomina también este Circuito de mesas y talleres sexo-disidentes. Parafraseando a otro compañero de colectiva, Felipa Rivas:

“Probablemente una de las primeras diferencias planteadas por la disidencia sexual, sea el alejamiento pos-identitario de los significantes tradicionales de la política minoritaria, tales como “homosexual”. La crítica al esencialismo sexual está en la base de este planteamiento: no existe una matriz natural en el ámbito sexual que justifique el binomio hombre-mujer. Al mismo tiempo, el género y las orientaciones sexuales son más el producto de procesos políticos y culturales, que esencias naturales de los seres humanos. El lema principal se transforma en el siguiente: “La heterosexualidad no es natural… y la homosexualidad tampoco”, como ya lo rezábamos en un lienzo en la Marcha del Orgullo de 2004. El “giro performativo” de la política de disidencia sexual está dado por la influencia queer de la interpretación butleriana del género. El género no expresa una esencia interna ni una naturaleza sexual. Es más bien el efecto de una serie de normas que son actualizadas en los cuerpos a través de la citación reiterada de esas mismas normas. Su formación es producto entonces de un proceso performativo, en el sentido que son los actos, performances o realizaciones, los que estabilizan la fantasía de un género natural. Es decir, somos lo que hacemos. Por eso, la performance como estrategia de subversión política, será una herramienta valiosa en la puesta en evidencia del carácter performativo de la sexualidad.

El interés primordial de la Disidencia Sexual, está en la lucha constante contra el sistema heteronormativo que pretende producir, controlar, naturalizar y normalizar el sexo y el placer y que se vincula estrechamente con otros ámbitos como el género, la raza, la clase, etc. No se trata ya de integrar a los homosexuales a los espacios institucionales heterosexuales, como aboga el integracionismo homosexual, sino de denunciar -como nos enseñaría Wittig- que la heterosexualidad es en realidad “un régimen político” de dominación.

Recapitulemos. Tenemos por un lado la precariedad de los sujetos sexo-disidentes en Chile, que aún son ciudadanos de segunda categoría. Por otro lado, tenemos que dichos sujetos, en su afán por poner en el debate público el problema de la discriminación social, cae en la trampa de la victimización homosexual, y terminan reforzando el lugar del oprimido y del opresor, en un círculo performativo del cual es difícil escapar.

Wittig se revolcaría en su tumba si supiera que uso los siguientes ejemplos, pues para ella las lesbianas no somos mujeres, somos desertoras de nuestra clase al marginarnos voluntariamente del contrato del matrimonio heterosexual, pero es necesario para ilustrar:

Luego de que obtengo como mujer mi derecho a voto, si como mujer puedo llegar a la presidencia, y si como mujer en un futuro obtengo derecho al aborto legal. Por otro lado, si como lesbiana pudiera demandar con un buen marco legal que me protegiera a quien me ha discriminado, por ejemplo, en el trabajo;y si como lesbiana pudiera aspirar a la presidencia de la nación; y si pudiera casarme con una mujer. ¿Terminarían ahí todas mis luchas? Sin duda mi vida sería más habitable, pero, ¿habremos hecho algún cambio tan abismante en la Cultura como para que los binomios asimétricos dejasen de operar? La respuesta es NO.

La discriminación, los estereotipos funcionan en un nivel simbólico del cual es muy difícil escapar. Pero este diagnóstico no nos desanima, sino muy por el contrario nos anima a ejercer un activismo en ese nivel simbólico: usamos la performance, las acciones de arte, la parodia, la exageración, el ciberactivismo, la contra-información, la producción teórica. Con todo esto, pretendemos operar en un nivel simbólico más profundo, más del orden de la imagen, intentando subvertir al sistema heteronormativo. No dejamos de lado el discurso -por algo estamos hoy sentadas aquí- pero no nos quedamos ahí.

En este sentido es que la tarea del feminismo, y de las personas no-heterosexuales y anormales en general es decirle en todo momento al sistema “estamos aquí y no sólo queremos su tolerancia, su respeto, sus limosnas, queremos también y sobretodo que ustedes se cuestionen qué es finalmente lo normal, qué es lo humano, y cómo es que esos conceptos se han constituido como tales”.

En términos de Judith Butler: “Debemos seguir un doble camino en política: debemos utilizar el lenguaje de los Derechos Humanos para afirmar el derecho a condiciones de vida aceptables de manera que se afirme el rol constitutivo de la sexualidad y el género en la vida política, y debemos también someter nuestras propias categorías a la exploración crítica. Debemos encontrar los límites de la inclusión e integración y la posibilidad de su traducción, las presuposiciones que incluyen, las formas en las que deben ser expandidas, destruidas o rehechas para abarcar y abrir a la vez lo que significa ser humano.

Siguiendo con la misma autora: “Una cosa es afirmar la realidad e insistir en que las vidas de las personas sexo-disidentes merecen ser protegidas en su especificidad y por el hecho de ser frecuentes; y otra cosa es insistir en que la misma afirmación pública de la homosexualidad pone en tela de juicio lo que se considera como una realidad y lo que se considera como una vida humana. Efectivamente -señala la autora- la tarea de la política internacional de gays y lesbianas es nada menos que rehacer la realidad, reconstituir lo humano y negociar los términos de lo que se considera habitable y lo que no.”

Nosotras pensamos que nuestro activismo va en esa línea. Porque la trampa simbólica del sistema heteropatriarcal no es sólo para las personas no heterosexuales sino que también para las supuestas mayorías normales, pues entraña discriminaciones, miedos y rigideces de conducta, al designar maneras unívocas de ser hombre y de ser mujer. Tienen el privilegio de ser los normales, pero no pueden cambiar, ni siquiera experimentar, so pena de perder sus privilegios.

fuente: http://www.disidenciasexual.cl/2010/01/2414/