24.4.10

La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer

La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer
12 Enero 2010

Escrito por Equipo Disidencia Sexual

El siguiente texto es una transcripción de las ponencias presentadas en el primer “Circuito Disidencia Sexual” el día 4 de mayo de 2009 en la Universidad de Chile. En la mesa -una de las más acaloradas de todo el encuentro debido a la diversidad de activismos presentes-titulada “La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer” expusieron Julia Antivilo del Colectivo Malignas Influencias, la Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”, la ex-presidenta de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual y el Colectivo Gente Culiá de Valparaíso.

El término de la Dictadura Militar a fines de los ochentas significó en Chile no sólo la consumación de los anhelos de democratización institucional sino también la posibilidad inusitada de politización de las sexualidades marginales. Las acciones del Colectivo “Yeguas del Apocalipsis” que superpusieron la denuncia de la violencia militar, la identidad latinoamericana y la homosexualidad, junto con la fundación del MOVILH en 1991, y de Ayuquelén en 1984, son ejemplos de ese proceso, pero hoy casi 20 años después, las “Yeguas del Apocalipsis” son sólo un recuerdo y el activismo de las minorías sexuales, cada vez más Institucionalizado, se normaliza en la demanda integracionista del matrimonio y se acoplan a las lógicas del capitalismo post-industrial en la noción del Orgullo Gay, o en el caso de lo lésbico en el lema callejero de “soy lesbiana porque me gusta y me da la gana”.

El ejercicio de la mesa pone en discusión a diversos actores: mujeres feministas, activistas lesbianas, críticos queer, que han vinculado la reflexión crítica con la acción política y la experimentación e intervención estética y visual en materia de disidencias sexuales y feminismo. El sentido es pensar alternativas que sorteen la denominada “Crisis de la marcha y el lienzo”, es decir la crisis de las formas tradicionales de protesta, que en el caso de las sexualidades marginales se han expresado en las críticas al paradigma de la marcha y orgullo LGBT y a las formas tradicionales de denuncia y de representación mediática que corren el riesgo de fortalecer los estereotipos de víctima y victimario.

Se pondrá en acento no solo lo teórico, sino principalmente las acciones practicas y experiencias efectuadas por cada uno de los actores actices y colectivos presentes.

Como presentación: Hace dos semanas un grupo de deudores habitacionales manifestó contra un sistema económico nacional que no los protege en su capacidad de pago. Los manifestantes se tomaron una grúa ubicada en el sector cívico de la capital aun costado de uno los pocos liceos públicos de calidad, El Instituto Nacional. Estos trabajadores dueñas de casas, se toman una grúa, la maquinaria que construye sus viviendas, que luego les quitan el sueño y que los obligan a exponer sus cuerpos a varios metros de altura. Se trata de una metáfora que apropia la mecánica impersonal de un gobierno ajeno, poseedora de una excepcionalidad ubicada en las alturas, una cita a un tiempo en donde el detenimiento de las construcciones de viviendas en la explicación de un escaso desarrollo económico, una protesta aérea, sorpresiva, mediática, no entendida y lamentablemente fugaz, donde los cuerpos de los manifestantes toman un rol primordial, el lienzo que ha desplazado, porque ya no hay ideología que consignar y tampoco un enemigo explicito a quien acusar, ya no estamos frente a una movilización, la marcha democrática se presenta a través de todos quienes seguimos la noticia por Internet, televisión, radio o podcast, la movilización y el apoyo lo hacemos a través de nuestras redes sociales y virtuales. Estas son luchas hiper-individualizadas que emergen a través de los intereses de grupos pequeños y que critican grandes hegemonías.

Lo mismo ocurre con una Pamela Jiles figura mediática que para análisis políticos que se estiman de serios no conciben como político el que proteste contra un sistema patriarcal frente al palacio presidencial La Moneda exponiendo su cuerpo mujeril travestido con estitecas militares. Otra vez no vimos el lienzo ni marcha, sino deseos políticos que solo en pocas ocasiones ocupan los medios. Se podría decir mucho sobre estas manifestaciones que desordenan un orden político instaurados por movimientos de izquierda que tradicionalmente instauran los diseños de manifestación política. Las manifestaciones micro-políticas se encausan por manifestaciones precarias, marginales y potencialmente mimetizables. Entender el rol del cuerpo como voz política de manifestación y protesta, parece que hasta los adolescentes nacidos en post-dictadura y trasgresores de normas de géneros parecen entender muy bien cuando ocupan las plazas públicas del centro de Santiago.

Es necesario comenzar una lectura crítica de estos pequeños y silenciosos espacios de desestabilización de los discursos hegemónicos denotan relacionados con una crítica con un régimen autoritario, sino ante una democracia que escamotea espacios políticos visibles, donde hay que saber a que espacio de la transición democrática encaramarse.

Doy la palabra a Julia Antivilo que está a mi lado para que comience la exposición.

Julia Antivilo (Colectiva Malignas Influencias)

Bueno mi texto se llama “Desde lo personal y político malignas influencias espacio de colaboración de arte feminista”. Desde la fila del activismo feminista autónomo comencé camino dentro del colectivo “Las Clorindas”, el cual finalmente terminó fagocitado, primero y posteriormente extinto en la coordinadora “Memoria Feminista” que se formó a partir de unos talleres que impartimos “Las Clorindas” sobre historia de feminismo latinoamericano.

Media huérfana en el 2004 fundé “Malignas Influencias”, un espacio de colaboración y arte feminista, en el que ha participado Saida González, fotógrafa, Jesica Torres, escultora, y Paula Moraga, bailarina y coreógrafa, además de las contribuciones de muchos amigos y amigas adicto a “Malignas Influencias” y sus creaciones. Desde otros oficios soy historiadora y hoy por hoy me creo artista feminista, dedicada especialmente a la creación de textos teóricos al diseño y creación de objetos de artes y también a las perfomances.

Desde el quehacer he decidido ligar los campos de historia cultural y de las mentalidades el arte feminista y el activismo. Mis ensayos pretender hilar con sarcasmo e ironía el intento de tejer la red invisible entre la teoría y la praxis feminista a través del arte, “Malignas Influencias”, por tanto, aspira a ser una acción política-estética.

La primera puesta preformativa de “Malignas Influencias” fue materializar el ensayo ilustrado sobre la alegoría y símbolos que se desprenden desde los cinturones de castidad y otros objetos de tortura y vergüenza publica coloniales y sus relaciones con la censura y autocensura de las mentalidades de las mujeres latinoamericanas.

En un primer momento trabajamos entre significar la metonimia la que nos hablaba de aparatos de tortura y de vergüenza públicas como prótesis mentales de censura y autocensura para trasfórmalas en dispositivos que sirvan para el placer y también para la autodefensa de las mujeres ante la violencia simbólica y directa que solimos recibir cotidianamente al salir de la calle o en nuestros hogares.

Creíamos de real importancia la resignificación de las tecnologías represivas que han perfilado en la mentalidad y los cuerpos de las mujeres, ya que hasta hoy en día podemos visualizar que ambos, cuerpos y mentalidad femenina, se siguen construyendo como cárceles de placer en el plano social, cultural y simbólico.


“Malignas Influencias” usa como materia prima la relación cuerpo-mujeres que se une a si vez con mentalidad, censura y autocensura, así mismo con violencia y autodefensa, además complacer y auto placer, así como en una ecuación.

Por tal razón vemos necesario hacer el llamado a reflexionar en torno a una ética del placer, en la que partiendo desde la epistemología feminista haga explicita una filosofía moral y ética mas idónea para las mujeres latinoamericanas. Para ello podríamos comenzar con la tarea de romper el cinturón de castidad que nos han implantados en las mentes femeninas desde la colonia.

“Malignas Influencias” invita a transgredir todo orden de cosas, va desde el cuerpo propio al cuerpo social.

Rescatamos la idea libre de una relación mas libre con nuestros cuerpos, muy diferente al dispositivo de control social heredado desde la colonia, el cual condena a las mujeres a ser ovejas de un rebaño que no tienen derecho a gozar en el banquete de la vida, como dijeron las mujeres libres en argentina en el siglo XIX, como también lo expresó Emma Goldmann al afirmar que las mujeres tenían un papel primordial en su propia liberación para la cual el retiro de nuestras barreras mentales constituía el primer paso.

La propuesta para otra ética para el placer también lleva consigo el romper con la idea de la obligatoriedad de la heterosexualidad entendiéndolo esta como “lo normal”, y lo único respetable entre las posibilidades de tener relaciones sexuales. Por eso nuestra obra es también una voz que aclama por otras formas de amor, es la llamada al amor libre sin las construcciones genéricas determinantes planteadas a partir de la diferencia sexual.

Se apela a una verdadera diversidad sexual en la que no se limiten las opciones sexuales que tomamos, en fin, es no llenarse de prejuicios con respecto a unirse con otra u otro o varios. El amor libre como conceptos es difícil de definirlo, solo podemos afirmar que conlleva a las ideas de igualdad y libertad en las relaciones sexuales y afectivas, podría significar promiscuidad o lujuria para los sectores conservadores ya sea de izquierda o derecha, pero es una opción sin culpas. La libertad del amor implica dos aspectos, primero la ausencia de los derechos posesivos entre los integrantes de una pareja o más si están de acuerdo o no, también puede ser ¿no?, en un segundo lugar la disolubilidad de la relación.



Puede ser practicante del amor libre una pareja o mas que mantienen una relación de respeto cariño e igualdad, si es que lo quieren. Nos liberaremos de los prejuicios en la medida en que se deje de ser una amante o amante, castrado o castrada y cobarde para transformarse en un amante libre de temores, si es posible pensar en la universalización de esta idea de amor, éste ya no será nuestra condena, sino nuestra liberación.

Volviendo a la línea de los trabajos de “Malignas Influencias”, son dos líneas principalmente, la violencia, la no más violencia hacia las mujeres, y el derecho al placer. Siempre hemos trabajado en las dos líneas juntas.

Otro de los trabajos comenzó en el 2006, en Julio, y lo comenzamos con una encuesta a más de 200 mujeres en plaza de armas en el cual se consultaba con respecto a estos dos lineamientos, con respecto a la violencia y con respecto al placer. Esta información ha sido un material de constante revisión y consulta para las creaciones, las encuestadas respondieron dos preguntas como les decía, y las depositaban en un buzón, eran privadas las respuestas, y también recibimos por correo electrónico. La encuesta fue aplicada a diferentes mujeres, de diferentes edades, de diferentes nacionalidades, etcétera. En general muy pocas mujeres se negaron a contestarlas después de señalarles quienes éramos y que sus respuestas secretas serian parte de las creaciones que se montarían en una exposición gratuita para inaugurar el 8 de Marzo de 2007, varios meses después, en el patio central del museo histórico nacional, en plaza de armas.

La mayoría de las preguntas fueron de desarrollo, no voy a abundar mejor en las preguntas en fin, más bien en las respuestas. Las preguntas centrales estaban en caso de si habían sido victimas de violencia por el hecho de ser mujer tanto de parejas o de extraños o extrañas, los tipos de acoso y otras de desarrollo en que se preguntaba en que deberíamos hacer las mujeres para protegernos o defendernos.

Cuando comenzamos a revisar las encuestas respondidas partimos de la ultima pregunta, y nos sorprendió que la mayoría apelaba a una mayor solidaridad entre las mujeres a través de organizaciones de mujeres y no todas interpelaban al Estado para su organización. Otra puesta reiterada a la pregunta como respuesta fue la autodefensa, especialmente que debería estar incorporada en la educación y el empodramiento de las mujeres como otra herramienta de autodefensa a través de la dignidad.

Con respecto al placer muchas señalaron las cosquillitas pubicas, nos pareció sorprendente, por ello se construyeron, partimos por las cosquillitas ¿no?, y creamos unos columpios vibradores, también recreamos estos aparatos de tortura que son unos cepos que son los “violines de las comadres”, que te colocaban al frente de tu comadre si eras acusada de copuchenta o le faltabas el respeto a tu padre, o en fin, era una de las vergüenzas publicas en la colonia.

Otras de las creaciones con respecto especialmente a la autodefensa de las mujeres fue el corpiño “anti-agarrones”, que es un corpiño el cual si alguien me agarra una teta o las dos, les doy un golpe de corriente.

“Malignas Influencias” es principalmente un espacio de creación artística que utiliza diferentes formas de financiamiento, cabe señalar que partimos del autofinanciamiento, de la autogestión de recursos a través de fiestas en fin, y también de uno u otro que nos creen los proyectos y nos pasa materiales especialmente, por ejemplo todas estas creaciones fueron con donaciones y trabajos de amigos y amigas.

Eso es en Buenos Aires en otro encuentro de perfomances en el cual el proyecto se llamaba “Santiago - Buenos Aires bitácora visual” y fue una performance de larga duración, en la cual nos fuimos a dedo con Jesica Torres, y nos fuimos a dedo para un poco desmitificar en cierta parte, bueno esa era nuestra primera hipótesis, de que los espacios de las violencias hacia las mujeres no estaban dentro de los lugares donde uno supuestamente se exponía, como por ejemplo al hacer dedo, bueno así todo igual fuimos protegidas, fuimos con el corpiño “anti-agarrones”, un electroshock porsiacaso y la cámara de video escondida en primer momento, cuando nos dimos cuenta de que el camionero que nos llevaba era un amor de hombre, estaba muy preocupado de nosotras, acaso si que habíamos tomado desayuno en fin, sacamos la cámara tampoco pregunto nada en fin y fue un viaje muy piola, bueno eso lo registramos en video, lo editamos y lo mostramos en esta presentación que fue una conferencia performanciada donde ironizamos con el papel de la académica, entonces todo el mundo esperaba una conferencia muy académica, entonces llegamos disfrazadas, yo de Fauna, bueno yo ya me había sacado las orejitas y todo, y Jesica, yo arrastrándola con el violín, bueno ahí entramos a arrancarnos los cinturones de castidad y parto sacándome el cinturón que tenia puesto, después llamamos a la gente a probar el corpiño y se fue dando una conversa igual bastante interesante con el publico.

Estas en otra de las producciones de “Malignas Influencias” que es un video y una performance, y es un texto también que se llama “Afrodisia”, y que es la invitación a probar este urinario femenino, especialmente diseñado para las mujeres, para que puedan orinar de pie, y también es un bidé y también es un masturbatorio, entonces el video acompaña con música de Donna Summer con el tema “Try me, I know we can make it”, entonces llamamos a que lo prueben, y bueno, mucha gente lo ha probado, han quedado satisfecha y satisfechas también, y eso es “Afrodisia”, entubo en una bienal de videos en valpo, que fue raro porque la gente que alguien lo estaba haciendo en vivo porque se estaba proyectando hacia la carpa entonces la gente se metía con la curiosidad acaso yo estaba al otro lado, bueno fue igual un enganche para que la gente entrara, a! y esto lo voy a presentar en Colombia en vivo. Esto lo presente en vivo en la Galería Metropolitana, el año pasado, entorno del la Bienal Deformes. Bueno este, yo soy una dama, en la cual esta no tan dama dobla la canción “Yo soy una dama” de Frecuencia Mod, no se si la conocen, no se las puedo cantar ahora porque estoy media disfónica, bueno pero es una dama que dice que tiene que aguantar sus ansias de amor, entonces cuando habla de sus ansias yo me levanto el vestido y ando con un cinturón de castidad, fue presentado en la feria del libro en Santiago el año pasado en el lanzamiento del libro “Fragmentos para la Historia” de las mujeres, que compilo Sonia Montecinos, fue presentado en el cóctel Fem en el bar “El Clan” en Marzo del 2009 y también en la población Lo Hermida, en el marco de la celebración, en la conmemoración y también fue una fiesta en la población, en la plaza Víctor Jara en la población Lo Hermida, para este 8 de marzo. Y también para el 8 de Marzo de 2009 para una coordinación de varias colectivas lesbianas-feministas principalmente, donde estaban Las Moiras, Circulo Hereje, Las Callejeras y espero que no se me olvide ninguna, Las Mujeres Publicas también, se presento en la Plaza de Armas, esta justicia que deja de trabajar para la justicia patriarcal y se revela y llama a la lucha armada, y decía: “Yo a la justicia reivindico la lucha armada, mujer armada jamás será asesinada con las armas de la justicia, con las armas de la educación no sexistas, con las armas de otro tipo de amor, pues quien ama no mata, no humilla ni maltrata, solo en la lucha una será libre, también la victoria mas si se suma la Maria, la Carola y la Claudia”. En un poco de ironizar con todas las consignas de la izquierda tradicional, ese era como el cuento.

Bueno hay otro montón de otras acciones mas pero por tiempo creo que estamos, mas que ahora llegaron las chicas con Concepción, voy a ir terminando un poco con una reflexión que me llamaba, bueno que tiene que ver con el titulo de esta mesa, porque la crisis de las marchas y el lienzo, y bueno mi reflexión era que pasa por el estado actual de todos los movimientos sociales no es solamente de los que luchan por una diversidad sexual o por las que luchamos por el feminismo, en fin, es un escenario compartido con otros momentos sociales y coincidente en tanto, y a partir de las rupturas, disociaciones, alejamientos, disgregaciones, mezclas, mutaciones, de los grupos que podrían formar un movimiento social mucho mas compacto, nadie me puede negar que están todos peleados con todas y todas peleadas con todas, donde se privilegian los egos de quienes se cree mas o menos autónoma o menos radical o mas radical en fin, y es lo que nos tiene ahora sin tener la capacidad de si tener grandes marchas con lienzos, pero si bien el tiempo no, no se que se podrá hacer, tampoco tengo la gran receta, pero si seguir resistiendo aunque sea divididos, en fin, y quizás por eso mismo “Maldita Influencia” no es un espacio colectivo, es un espacio de colaboración de arte feminista, donde nos juntamos y paramos cosas, mas que con el nombre de colectivo, se hacen colectivos, como todas las cosas, y eso, hoy lo publico o lo callejero no pasa finalmente de ser una escaramuza válida, pero escaramuza al fin y al cabo, vale entonces pararse, ya sea desde los encuentros académicos , desde la calle, desde distintas marchas, no se, desde galerías, desde los museos, de todos lados, desde el video desde la red, en fin, eso gracias.

Daniela y Alejandro (Gente Culiá)

Alejandro

Quería partir aclarando el porque no somos colectivo, y porque somos simplemente la “Gente Culiá”, primero porque en las condiciones actuales del espectáculo integrado del capitalismo tardío todos somos gente culiá, la diferencia es que hay gente culiá en si, y gente culiá para si, nosotros somos gente culiá para si, considérese que esto no esta en mofa y no esta en ridículo ni un neologismo barato, sino que tiene un símil directo de aplicaciones en nuestro análisis con la proletarización de la vida cotidiana desde la integración del capitalismo tardío, como forma regulada de sociedad de control. ¿Por qué surge la idea de ser gente culiá?, de partida nosotros nos juntamos sin pensar que éramos gente culiá, lo descubrimos en el camino como un proceso de construcción y de recuperación de nuestra memoria anal.

Primero partió como propuesta de un taller de discusión, juntarnos a hablar weas, pero weas con un vocabulario amplio y académico, pero weas. Nos podríamos definir entonces en este vocabulario de mierda como un “devenir molecular en la multitud”, que surge como iniciativa de análisis a partir de las políticas antagonistas de los cuerpos, entendiéndolos como campos de batallas cruzados por significaciones y mierda. Lo que nosotros tratamos de hacer en nuestra propuesta analítica que esta plasmada en nuestro sin fin de actividades, que es una hasta el momento, es tratar de desarmar la relaciones de poder que se establecen en el cuerpo, no lo hemos logrado hasta ahora, hemos descubierto que el ombligo no es el centro del cuerpo ni el eje gravitacional y en el fondo si nosotros estamos entendiendo que la gente culiá parte como una nueva forma, una forma que nosotros proponemos de entender la proletarización de la vida cotidiana en este extremo en este capitalismo tardío o totalitarismo multicultural democrático de mierda, nosotros estamos hablando de espectáculo, que mas espectáculo que el desfile del orgullo gay, o que el activismo en general de las minorías en general, no hay un espectáculo mas acabado, mas simpático, mas democrático y mas amarillo de mierda que el que podemos realizar nosotros sacos de weas.

Daniela

Cuando hablamos del desfile del orgullo gay nos preguntamos que queremos representar, o sea que va a pasar con esta maquina mediática que corta y pega nuestros cuerpos y dice lo que quiere entonces en el fondo salen todos nuestros cuerpos celebrando al lado de carros alegóricos escuchando a la cantante pop de moda y luego yendo a la disco Blondie y reventarnos hasta morir en el día gay, entonces pensamos que pasa con las demandas que pasa cuando nos sacan la cresta después de salir de las discos, cabe otras demandas dentro de este desfile?, es por eso que nosotros criticamos un poco a esta estabilización y naturalización de identidades porque pensamos que en este sentido el sistema ha coartado, ha captado, coartado y normalizado estos espacios, ósea como que dicen: “acá tienen un día gays” y marchen en la alameda y ponen un limite a las demandas dentro de un campo de lo posible, o sea tenemos que pensar nuestras demandas dentro del campo de lo que nos dice el gobierno, entonces en este sentido nosotros nos planteamos como un “entre” o un “y” o un “devernir” que se reconoce desde el cuerpo de pensar, no pensar la marcha como un acto político en si, si no como la lucha, o sea como el campo de batalla, he ahí donde se tienen que posicionar nuestras sexualidades, nuestras demandas, si tenemos demanda o no, o nuestras acciones especificas, no tomar la marcha como el hecho político y que ahí culmine todo, entonces pensando en esto entramos a la discusión si es que la marcha era politizada o fue despolitizada, Alejandro tiene algo que decir al respecto.

Alejandro

Ustedes lloran bastante y dicen “uy la marcha del orgullo se esta despolitizando, oh nuestras acciones no tienen la fuerza de critica que tenía”. Yo he escuchado llantos de esos, en movilizaciones y movimientos de otro tipo, pueden ser estudiantes secundarios o estudiantes universitarios.

Si tratamos de escarbar mas en realidad de desmovilización social sostenida que se esta llevando en el país desde el inicio de los noventas con la transición pactada lo que estaríamos viendo nosotros en el movimiento LGBT o de minorías en general, no sería una despolitización sino que seria una politización y reterritorialización por partes de las institucionalidades hegemónicas que dota de nuevos significados a nuestros actos, como decía Daniela, cortando y pegando, y mostrándonos como les parece. No es que nosotros estemos perdiendo nuestro peso, nuestro peso se lo esta llevando la marea, la marea mediática que genera este espectáculo montado a partir de nuestras propias demandas, porque parte de la demanda, parte porque nosotros estamos pidiendo algo, a alguien exigiendo algo que tenemos que hacer y mostrarnos de tal manera, estamos demandando y performateando en vacío, moviéndonos en el aire, ¿Por qué?, porque hemos sido al tratar de demostrar nuestro cuerpo, nos hemos ido perdiendo, nuestra propia experiencia vivencial, cruzada por este campo de batalla que nosotros decíamos al principio, se va perdiendo ¿Por qué?, porque escogemos una batalla en especial que queremos ganada, que es la que conocemos mejor, definirnos como “A-B-D-C-Mierda”.

Quería citar una canción de Xuxa, no, quería hacer una consideración con respecto a un rayado de ese decadente, triste y patético Mayo del 68 francés, que era: “hay que ser realista y pedir lo imposible” y reconsiderarlo como algo que tratamos de rayar una vez con un amigo para un año nuevo que estábamos muy aburridos y se nos acabó el spray, que era: “no sea hueón, no pida lo imposible, hágalo usted mismo”, ¿Por qué?, nuestras demandas se están pasando, en general en el clima de desmovilización social que esta cundiendo en el país, y sigo diciendo: como parte de la consolidación del modelo hegemónico neoliberal, ahora su readaptación multicultural cuando dicen que estamos entrando en la crisis del neoliberalismo y cuando están entrando las minorías participativas al empodramiento de nuevas formas de establecerse y presentarse, y llevar a cabo su vida a través de farsas como podríamos hablar en términos sociológicos o de análisis institucional, políticas publicas, en las farsas del capital social o lo que nosotros llevamos hasta cierto punto como una farsa cuando se convierte en una propuesta vacía, como la performatividad, es el rescatar que no tenemos que andarle demandando a los hijos de puta, porque nosotros en la misma marcha podemos estar compartiendo con los hijos de puta que nuestros mismos cuerpos lo reconocen como enemigo, no a estos mismos cuerpos como algo ciencializado, si no que nuestros cuerpos en las vivencias practicas diarias, o sea no me extraña que mañana que tenemos que hacer una presentación en Viña, nosotros como la “gente culiá”, para un foro sobre la juventud, lo mas probable es que muestren alguna imagen de una persona, que podría haber sido fácilmente yo o algún amigo mío, puta borracho y botado en una esquina y arriba en un power point, y que arriba salga: “jóvenes, estamos entregando suficientes espacios de participación”, y junto con eso venga a hablar una persona que posiblemente pueda estar bastante de acuerdo con las minorías o las movilizaciones de minorías sexuales o el LGBT, y como por ejemplo alguien participante decir: “¡si!, usted es un niño de mierda, debería empezar a participar a empoderarse, ¿Por qué no bota?”. ¿Y cómo voy a estar participando con el?, que es mi enemigo, que al decirme que tengo que botar, que a pesar de que estamos marchando juntos, con supuestas demandas iguales, él esta legitimando un sistema democrático que ampara la represión de Estado y la violencia de genero como vivencia de Estado, que ampara la persecución de los cuerpos, que ampara la criminalización a través de usos de sistemas de exclusión, porque cuando nosotros estamos haciendo esto sin criticar el sistema en general como una forma, no me estoy refiriendo a un sistema único de critica, sino que a un sistema articulado a partir de nuestras propias vivencias, cuando nosotros no estamos haciendo eso, lo que estamos haciendo es hacerle el trabajo, o sea que mierda, mas allá del espectáculo que pueda estar montado Pamela Jiles, ella esta legitimando que la democracia puede funcionar, cuando la democracia ha dado cuenta de que en las condiciones actuales lo único que hace es extender su espacio de dominación y control, ¿Para qué?, para poder legitimar que la clase enemiga, y lo digo en esos términos, porque lo reconozco así, pueda invisibilizarse, transparentarse, hacerse multicultural, escribir poesía, cortar el pelo mohicano, teñirse el pelo, ser maricón, meterse palos en el poto, ¿qué?, chao.

Alejandra y Antonia (Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”

Alejandra


Nosotras hablamos más lento porque nuestra ciudad funciona más lento. Nosotras somos de la colectiva lésbica feminista autónoma “Las Mafaldas”, en conce, y somos de la comunidad lésbica “la teta insurgente”, y estábamos conversando mientras escuchábamos todo, como que no pertenecemos, porque nuestra forma de intervenir los espacios para nosotras las lesbianas es completamente distinto al que han mostrado los compañeros y las compañeras, y distinto no solo porque nosotras hacemos intervenciones que tengan que ver con las lesbianas, nosotras también hacemos intervenciones que denuncien a un gobierno fascista que oprime a los mapuches y a las mapuches en el territorio donde nosotros vivimos, hacemos intervenciones que denuncien que las micros en conce cuestan mas caras de lo que cuesta en Santiago y hacemos un montón de intervenciones que no tienen nada que ver con el género, porque no creemos en el género nosotras, entonces por eso pensábamos como que no encajábamos mucho con lo que estaban presentando las compañeras y los compañeros. Nosotras no quisimos traer un video, porque sentimos que la única forma de demostrarles la forma en que nosotras intervenimos, es conversando, porque es como nosotras lo hacemos en la comunidad, conversamos, intercambiamos ideas, nuestras conversaciones tampoco son tan académicas, son mas bien sencillas, porque nosotras somos sencillas también, entonces un poco para contarles, nosotras tampoco creemos en la marcha del orgullo, creemos que orgullosamente inútil, pero también nos hemos cuestionado durante este tiempo el tema de las marchas y también sobre la palabra performance y preferimos llamarla “intervención lésbica feministas”, pero en nuestras intervenciones hemos estado dándole un vuelco nosotras y de haber estado mucho, como cinco años, haciendo cosas en la calle, pegando harto papelografo, también habiendo viajado a Santiago con otras compañeras, que hoy día tenemos algunas acá, haciendo complicidades juntas, por ahí nos paso que este 8 de Marzo dijimos “vamos a hacer otra marcha en conce” y la respuesta fue: “no sé”, y empezamos o decidimos todas en conjunto en que las intervenciones que hiciéramos iban a ser en donde no llegue la prensa, en donde no llegan las micros y en donde las compañeras no tienen acceso a dinero para tomar la micro e ir a ver la intervención o la marcha y nos fuimos a meter a las poblaciones, para nosotras fue, llevamos como un años ya con el tema de Boca Sur, que es una población que queda muy cerca de la comunidad donde nosotras vivimos, y Boca Sur es una población que esta a un kilómetro de un barrio que es muy burgués, que podríamos decir que es como Vitacura, y esta población esta a un kilómetro, porque Pinochet saco a toda la gente que no servia de Concepción y la puso en eso lugar que es Boca Sur, y la 8-R, que es la Junta de Vecinos, donde nosotras hemos hecho complot juntos con los vecinos y las vecinas, son una junta de vecinos autónoma, ellos se definen como autogestionados y autogestionadas, y a partir de eso, con conversaciones con otras compañeras, anarquistas, casas okupa, compañeras mapuches, decidimos empezar a hacer las intervenciones en los lugares en donde las compañeras no tenían acceso a llegar al centro de la ciudad o a llegar a la universidad por ejemplo, o al Internet, y la experiencia ha sido increíble porque las compañeras y los compañeros no tienen dialogo académico, entonces hemos tenido nosotras también que desconstruir el dialogo, sacarle la academia y volverlo popular, y ha sido un aprendizaje mutuo, tanto de ellas como de nosotras, y nuestras intervenciones tienen que ver con eso, tienen que ver con los espacios y los territorios en donde muchas veces no llegamos por buscar la masa, por buscar la marcha que tenga mas prensa o que salga mas en Internet, y hemos llegado a lugares en donde no llega la prensa, porque esta el estigma de que se van a robar las cámaras o que como esta el conflicto se los van a echar, y para nosotras ha sido otra experiencia en términos de intervenciones, quizás mi compañera pueda explicar lo que se nos estaba ocurriendo en estos días, porque la comunidad entrega como muchas ideas cuando una esta juntita entre mujeres, al lado de una cocina a leña, tocándose, oliéndose, como que surgen las ideas y por ahí se nos han estado ocurriendo dentro unos talleres literarios que hemos estado haciendo y unos encuentros lésbicos que hemos estado haciendo, hacer intervenciones en la población con canciones infantiles muy sexistas que hemos estado escuchando y quizás la Toña pueda contar un poquito mas de eso que estamos haciendo.

Antonia

Quería decir algo para terminar eso respecto a la visión que tengo yo desde la comunidad y la que conversábamos las compañeras, en ningún caso somos todas compañeras y creo que hay mas visiones también, pero dentro de lo que pensamos, yo creo y rescato lo que dice la Ale que en el fondo nuestro mayor trabajo es la intervención en la población, porque en sí las que vivimos en la comunidad somos pobladoras y eso es lo que fuimos desde siempre, nacimos en la población fuimos pobres siempre y como decía el compañero, tal vez con otros énfasis, si nos cagaron toda la vida y dentro de ese cagarnos no nos quedamos en la victimización, en ningún caso, si en las propuestas y empezamos a trabajar con las compañeras que al igual que nosotras tenían realidades muy semejantes y yo creo que esa ha sido nuestra mayor intervención, porque no tiene publico, no tiene masas, como le gusta al partido comunista o a los otros partidos, no busca eso, busca conversar en lo mas intimo con las compañeras, porque creemos, y es una creencia no cristiana, en ningún caso, pero si una creencia muy feminista y muy autónoma de que hay que luchar contra la hegemonías de poder y eso se hace desde lo intimo y eso es colectivo, todos podemos hacerlos y es muy popular, creo que esa es una gran lucha, que hay que popularizar las luchas y dejar de ponerlas académicas, y creo que desde ahí nos fuimos a lo mas popular, como para volver al ejemplo, que eran nuestras míticas canciones infantiles que a todas nos contaron y que hace como dos semanas empezamos a cantarlas y yo no me había dado cuenta de que Pepito era el capitán de un barco Ingles y si se sabe la continuación, es una mierda de canción sexista, y fue entretenido empezar a redescubrir porque si las compañeras de la pobla también se las conocen, porque nos cagaron con el mismo lenguaje, la misma hegemonía de poder, los mismos sexismos y el mismo patriarcado, y desde ahí ha sido atractivo empezar a generar dinámica, las compañeras llegan a la comunidad y una conversa todo el día, es la gran ventaja de venir en comunidad y no en ciudad, acá todos apartados, y creo que ahora estamos intentando ver como, desde la autonomía y la autogestión como decía la compañera por acá, empezar a hacerlas, porque es para el otro desafío, la clase es uno de los punto en donde nos caga, pero no es el único punto, que es el problema de otras luchas, entonces yo creo que estamos en eso, con respecto a las canciones y bueno en otras cosas, los que pueden entrar a Internet, que son casi todos los que están aquí están.

Alejandra

Quizás así para que entiendan un poco, hay una canción que dice, que nosotras empezamos a descubrir estas cosas porque en la población hay hartas niñas y niños, y una haciendo memoria también recuerda las canciones, entonces una canción decía: “cuidadito las manitos lo que tocan, cuidadito las manitos lo que tocan, que hay un Dios allá, que mirándonos esta, cuidadito con las manitos lo que tocan”, y después decía: “cuidadito las manitos, los ojitos, lo que ven, la boquita lo que habla” son tres partes, entonces nosotras pensábamos: primera escena: cuidadito las manito lo que tocan, y una lesbiana masturbándose, segunda escena: cuidadito los ojitos lo que miran, una lesbiana leyendo un libro de la Emma Goldman y el tercer acto: cuidadito los oídos lo que escuchan, otra compañera escuchando a lo lejos “lesbianas contra la violencia”, al final se miran las tres y se sacan como un percho que tienen y una era Eva, la otra Adelita y la otra Safo , y ahí se van las tres a marchar, pero eran como cosas que se empezaron a venir, cada compañera empezó a dar ideas y empezamos a descubrir un montón de canciones, como “Sal de ahí, chivita, chivita”, hablaba casi de una violación a una mujer, como que había que buscar todas las formas de sacar a la chiva y se nos ocurrieron cosa muy buenas, hay compañeras como que quieren hacer comics, como “Búscate una chiva”. Han salido cosas buenas pero han salido desde la población y para nosotras eso también ha significado cambiar también un poco también el chip nosotras porque nos preguntábamos cuales eran los espacios donde queríamos estar, y la decisión de estar en este espacio también tuvo una razón, y cada espacio en donde decidimos estar también tiene una razón. La semana pasada estuvimos en la universidad de Concepción y nos sentaron al lado de un especialista del género, y a ella la presentaron como: “la especialista del género” y a nosotras como: “las lesbianas de Concepción”, fue como súper despectivo, la gente tan académica de la universidad de Concepción. Fuimos a este lugar, porque nos tomamos este lugar en conjunto con varios compañeros, entre ellos estaban el pueblo nación mapuche, estaba la gente de escuelas libres Víctor Jara, estaba la gente de los bachilleratos populares de Argentina, estaba la gente de la fabrica “Sin patrón”, también de Argentina, y estábamos nosotras, entonces nos tomamos el lugar, quisieron sacar los lienzos y todo, pero resulto igual, pese a que no querían. Para nuestra sorpresa se lleno el lugar donde estábamos, logramos hablar de muchas cosas con los chiquillos, los chiquillos se sentaron en el suelo, fue como que se rompió este esquema de estar sentadito en la silla y nos sentamos todos en el suelo a conversar, todos eran de la población, todos eran pobres, o sus mamas eran obreras u obreros, había mas de alguna mapuche, mas de algún anarquista, y eso, para nosotras esa intervención tomo otro significado dentro de la política que nosotras hacemos, es que nosotras pensamos como una vez leí en algún lugar creo que no se si fue con Las Moiras o con la Memoria Feminista, pero una frase que decía: “lo personal es político y lo político es estructural”, nosotras sentimos que hay una estructura social que ha perdido lo político, y ha perdido lo político porque ha dejado de ver lo personal en las compañeras y los compañeros, para nosotras el estar en los espacios y hacer intervenciones o performance, no se como lo llamaran, pero para nosotras son intervenciones, tiene que ver con romper esa estructura que no tiene política de limpiar la vida en las personas, en la vida de las identidades, porque las identidades han sido anuladas en esta estructura y para nosotras esas identidades se recuperan solamente buscando en lo personal y en lo personal volviendo a lo político, entonces yo no soy persona, yo tengo una identidad y esa identidad la defiendo, porque me ha costado casi treinta años valorarla, construirla, y no es que me etiquete, esta es mi identidad, es la que a mi me ha costado construir y va en base a esa misma defensa de mi identidad, creo que nosotras hemos logrado construir en la población y con otros grupos y otras grupas autónomas la lucha de nuestras identidades, tanto las identidades de las mapuches, tanto las identidades de las vecinas, porque son pobladoras, de la identidad de las anarquistas, la identidad de las okupas, todas las identidades, de las identidades feministas también, para nosotras ha sido un proceso tan lento como lo que nosotras estamos hablando, porque ha sido un proceso lento, el otro día nos decían, nos preguntaban si nosotras éramos la copia de “Mujeres creando comunidad”, y nosotras decíamos: “no, no somos la copia de las compañeras mujeres creando y tampoco pretendemos serlo. Nosotros tenemos otro territorio y es otro contexto político en nuestro país, y es otro contexto político también el que cada una tiene en nuestra vida, en nuestra comunidad”, pero creo que lo que si tenemos en común con las compañeras es que nosotras creemos que los procesos políticos son revolucionarios, y si no son revolucionarios, entonces no hay, no genera ese cambio estructural que nosotras pensamos, porque son radicales, y lo radical nunca va a ser políticamente correcto, entonces para nosotras nada mas que agradecer que hayan destinado escucharnos, nos costo harto llegar, creo que eso es también algo a mirar, porque le decía a mi compañera: “definitivamente alguien de la población aquí hoy día, una compañera de la Legua no llego aquí”, porque yo gaste cuatro lucas para llegar aquí, ¿cachay?, me costo caleta llegar, entonces es parte del territorio también, quizás esto debería hacerse en la población, buscar estos espacios en la población, o también en el sur o en el norte, pero en otros lados, y la invitación es que también busquen en otros espacios ustedes, vayan al sur o vayan al norte, si somos lentitos, pero seguros, así que muchas gracias por la invitación.

Eloísa ( Ex-Presidenta de la CUDS)

Mi texto se titula “Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual: Política sexo-disidente en movimiento”

Voy a hablar desde el activismo de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual, por lo cual en el presente texto intento representar sucintamente las líneas teóricas desde donde ejercemos nuestro activismo tortillero-marica, y sobretodo demostrar con hechos concretos que se puede hacer un activismo “alternativo” polimorfo, interdisciplinario, no tradicional, posicionado menos en el discurso y más en las prácticas simbólicas, menos políticamente correcto, y más subversivo, o al menos eso creemos.

Uno / otro, opresor / oprimido, masculino / femenino y heterosexual / homosexual, son díadas que operan en nuestro lenguaje y por tanto en nuestra cultura, donde el primer término necesita al Otro para constituirse como el Uno, y a la vez que se constituye como el más valorado en una díada aparentemente simétrica. A partir de la invención del término “homosexual” para denominar a una especie de personas, se constituyó el término “heterosexual”, donde el Uno heterosexual se invisibiliza pues es el normal, el obvio, en una operación semántica parecida a la que vemos en los libros de historia con respecto a las mujeres: los avances y conquistas del “hombre” son sinónimos de avance de la “humanidad” como un todo.

Estas díadas asimétricas operan en nuestra cultura casi sin contrapeso, como si no existieran más posibilidades de comprensión del mundo. Se reproducen en nuestras acciones políticas de transformación social: la lucha de clases, el feminismo, el movimiento estudiantil y por supuesto en el movimiento LGBT (es decir, lésbico/gay/bisexual/trans). Esto por nombrar sólo algunas de esas luchas.

Específicamente hablando de la Marcha del Orgullo LGBT, uso las palabras de mi compañero de colectivo Cristián Cabello (con alguna modificaciones, por cierto), “la marcha es una herramienta política que indispensablemente necesita de personas que expongan su precariedad frente a los ojos de otros. El otro en este caso está constituido tanto por los transeúntes observadores, las fuerzas policiales y los estamentos gubernamentales que a través de su arquitectura son observadores simbólicos y legitimadores de esta acción política. Este “otro” que sin duda es el Uno invisible que valida a la masa aglutinada es sin duda un Uno legítimo, un Uno con el suficiente silencio -y poder en el silencio- como para asegurar la integridad de su forma, “dando permiso” a las identidades que se visibilizan en la marcha.”

Y sigo. El Uno sentencia: “Yo te tolero, te permito existir, pero no olvides que tu acercamiento a una mayor dignidad depende en última instancia de mí”. En el caso de la marcha, el Uno al que se interpela es al Gobierno, al Estado, demandando Derechos. No por nada la marcha transita por la Alameda, pasando por distintos edificios gubernamentales y, obviamente, La Moneda.

Yo no sé si la Marcha (tanto en sus versiones de carnaval y de protesta), el lienzo, y la consigna están en crisis -como dice Cristina- en conjunto con las demandas articuladas desde los Derechos Humanos. Sin duda, forman parte de una misma semántica, pero esto no significa que las políticas integracionistas y liberacionistas de las mal llamadas minorías sexuales pierdan su validez y urgencia dentro del contexto chileno. Demandas como la Ley Antidiscriminatoria, por ejemplo, siguen siendo urgentes en un país donde la precariedad de los sujetos LGBT está a la orden del día.

Sin embargo, nosotras como Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (yo mujereo a todos y todas en mi colectivo porque soy tan dictadora como Presidenta que me da lo mismo que no sean todas mujeres), nosotras como una colectiva que se articuló aquí, en la Universidad, desde un ser jóvenes e irreverentes, pero además miembras de una elite como lo son los estudiantes de universidades tradicionales, nosotras personas sexo-disidentes, estando en contra de un sistema heteronormativo y patriarcal, para nosotras es un deber ético el denunciar no sólo la homolesbofobia, sino que, y sobretodo, denunciar y evidenciar los binomios perversos y esencializantes con los que opera la Cultura.

Nos hemos nutrido desde los estudios de género, el feminismo, el post-feminismo, los estudios gay-lésbicos, la teoría queer. Hemos delineado una política de la “disidencia sexual” -tal es la causa que ahora nos reúne tras nuestro cambio de nombre, y así se denomina también este Circuito de mesas y talleres sexo-disidentes. Parafraseando a otro compañero de colectiva, Felipa Rivas:

“Probablemente una de las primeras diferencias planteadas por la disidencia sexual, sea el alejamiento pos-identitario de los significantes tradicionales de la política minoritaria, tales como “homosexual”. La crítica al esencialismo sexual está en la base de este planteamiento: no existe una matriz natural en el ámbito sexual que justifique el binomio hombre-mujer. Al mismo tiempo, el género y las orientaciones sexuales son más el producto de procesos políticos y culturales, que esencias naturales de los seres humanos. El lema principal se transforma en el siguiente: “La heterosexualidad no es natural… y la homosexualidad tampoco”, como ya lo rezábamos en un lienzo en la Marcha del Orgullo de 2004. El “giro performativo” de la política de disidencia sexual está dado por la influencia queer de la interpretación butleriana del género. El género no expresa una esencia interna ni una naturaleza sexual. Es más bien el efecto de una serie de normas que son actualizadas en los cuerpos a través de la citación reiterada de esas mismas normas. Su formación es producto entonces de un proceso performativo, en el sentido que son los actos, performances o realizaciones, los que estabilizan la fantasía de un género natural. Es decir, somos lo que hacemos. Por eso, la performance como estrategia de subversión política, será una herramienta valiosa en la puesta en evidencia del carácter performativo de la sexualidad.

El interés primordial de la Disidencia Sexual, está en la lucha constante contra el sistema heteronormativo que pretende producir, controlar, naturalizar y normalizar el sexo y el placer y que se vincula estrechamente con otros ámbitos como el género, la raza, la clase, etc. No se trata ya de integrar a los homosexuales a los espacios institucionales heterosexuales, como aboga el integracionismo homosexual, sino de denunciar -como nos enseñaría Wittig- que la heterosexualidad es en realidad “un régimen político” de dominación.

Recapitulemos. Tenemos por un lado la precariedad de los sujetos sexo-disidentes en Chile, que aún son ciudadanos de segunda categoría. Por otro lado, tenemos que dichos sujetos, en su afán por poner en el debate público el problema de la discriminación social, cae en la trampa de la victimización homosexual, y terminan reforzando el lugar del oprimido y del opresor, en un círculo performativo del cual es difícil escapar.

Wittig se revolcaría en su tumba si supiera que uso los siguientes ejemplos, pues para ella las lesbianas no somos mujeres, somos desertoras de nuestra clase al marginarnos voluntariamente del contrato del matrimonio heterosexual, pero es necesario para ilustrar:

Luego de que obtengo como mujer mi derecho a voto, si como mujer puedo llegar a la presidencia, y si como mujer en un futuro obtengo derecho al aborto legal. Por otro lado, si como lesbiana pudiera demandar con un buen marco legal que me protegiera a quien me ha discriminado, por ejemplo, en el trabajo;y si como lesbiana pudiera aspirar a la presidencia de la nación; y si pudiera casarme con una mujer. ¿Terminarían ahí todas mis luchas? Sin duda mi vida sería más habitable, pero, ¿habremos hecho algún cambio tan abismante en la Cultura como para que los binomios asimétricos dejasen de operar? La respuesta es NO.

La discriminación, los estereotipos funcionan en un nivel simbólico del cual es muy difícil escapar. Pero este diagnóstico no nos desanima, sino muy por el contrario nos anima a ejercer un activismo en ese nivel simbólico: usamos la performance, las acciones de arte, la parodia, la exageración, el ciberactivismo, la contra-información, la producción teórica. Con todo esto, pretendemos operar en un nivel simbólico más profundo, más del orden de la imagen, intentando subvertir al sistema heteronormativo. No dejamos de lado el discurso -por algo estamos hoy sentadas aquí- pero no nos quedamos ahí.

En este sentido es que la tarea del feminismo, y de las personas no-heterosexuales y anormales en general es decirle en todo momento al sistema “estamos aquí y no sólo queremos su tolerancia, su respeto, sus limosnas, queremos también y sobretodo que ustedes se cuestionen qué es finalmente lo normal, qué es lo humano, y cómo es que esos conceptos se han constituido como tales”.

En términos de Judith Butler: “Debemos seguir un doble camino en política: debemos utilizar el lenguaje de los Derechos Humanos para afirmar el derecho a condiciones de vida aceptables de manera que se afirme el rol constitutivo de la sexualidad y el género en la vida política, y debemos también someter nuestras propias categorías a la exploración crítica. Debemos encontrar los límites de la inclusión e integración y la posibilidad de su traducción, las presuposiciones que incluyen, las formas en las que deben ser expandidas, destruidas o rehechas para abarcar y abrir a la vez lo que significa ser humano.

Siguiendo con la misma autora: “Una cosa es afirmar la realidad e insistir en que las vidas de las personas sexo-disidentes merecen ser protegidas en su especificidad y por el hecho de ser frecuentes; y otra cosa es insistir en que la misma afirmación pública de la homosexualidad pone en tela de juicio lo que se considera como una realidad y lo que se considera como una vida humana. Efectivamente -señala la autora- la tarea de la política internacional de gays y lesbianas es nada menos que rehacer la realidad, reconstituir lo humano y negociar los términos de lo que se considera habitable y lo que no.”

Nosotras pensamos que nuestro activismo va en esa línea. Porque la trampa simbólica del sistema heteropatriarcal no es sólo para las personas no heterosexuales sino que también para las supuestas mayorías normales, pues entraña discriminaciones, miedos y rigideces de conducta, al designar maneras unívocas de ser hombre y de ser mujer. Tienen el privilegio de ser los normales, pero no pueden cambiar, ni siquiera experimentar, so pena de perder sus privilegios.

fuente: http://www.disidenciasexual.cl/2010/01/2414/

6.4.10

CAPITALISMO Y COMUNISMO

CAPITALISMO Y COMUNISMO

Ricardo Fuego

Introducción


¿Por qué es difícil hablar de estos temas?
Porque hay una tendencia a formar nuestro pensamiento sobre la sociedad en base a anécdotas, vivencias personales, y evaluaciones muy subjetivas (a veces basadas en nuestras preferencias ideológicas, valores morales, etc.) de lo que experimentamos.

Yo a través de estos años de entrada a la militancia social y al pensamiento político radical, he cambiado no sólo mis ideas sino mi manera de pensar (de juzgar y de producir nuevas ideas). Para mí las anécdotas y evaluaciones subjetivas de mi vida personal, en cuanto a la formación de mi pensamiento social, pasan a un segundo plano. Lo que pasa a primer plano en mi pensamiento son los datos a nivel “macro” (la economía, la estructura social, los procesos más que los resultados, los roles más que las personalidades), y esos datos yo los analizo con las herramientas teóricas que he adquirido en estos años de estudio autodidacta y práctica autónoma de la ciencia social.

Todo este preámbulo no tiene como objetivo explicar por qué vos tendrías que pensar como yo, sino para explicar por qué yo pienso como pienso. Olvidémonos por un momento del absolutismo (si uno tiene razón todos los demás están equivocados) y del relativismo (todos tienen razón y nadie está equivocado). Vamos a establecer un diálogo. En base a mis experiencias charlando de estas cuestiones, yo voy a poner afirmaciones, preguntas y cuestionamientos a los que responderé como lo hice en su momento (o como deseo haberlo hecho).

El propósito no es reemplazar unas ideas por otras, sino desterrar certezas falsas y sembrar cuestionamientos, búsquedas. Allá vamos.


Diálogo entre una persona comunista y una persona de "pensamiento común”

-Hay capitalistas que se aprovechan de sus empleados y los explotan, pero hay otros que se hicieron su capital mediante su propio esfuerzo y por lo tanto es justo que ganen más que el obrero.


La realidad es que, incluso en el caso de que el capital inicial no provenga del trabajo de otros (herencia, rentas, empresa de la familia, etc.), a través del tiempo el capital invertido es ampliamente recuperado por el capitalista gracias al trabajo de sus empleados.

Pongamos el caso de que yo inicio una empresa con un capital propio. Luego de haber vendido todo lo que produje, obtengo una cantidad de plata. Parte de ese dinero va a los sueldos de mis empleados, otra parte a la reinversión en la empresa (compra de repuestos, materia prima, insumos, nuevas máquinas), y otra parte me queda limpia para mí.
Si el negocio va bien (y eso depende de si hay demanda de lo que la empresa produce pero también depende de mi trabajo y del de mis empleados), eventualmente voy a recuperar en forma de ganancia el capital que invertí al principio.
Veámoslo en un cuadro con números. El capital inicial es de 1000. Asumamos que la ganancia de la empresa es suficiente para la reinversión y para mi subsistencia y asumamos que yo me limito a cobrar rentas, que no trabajo en la empresa.
En el primer ciclo yo puse 1000 y la empresa hizo 500. De esos 500, 200 los pagué en salarios y me quedaron 300. De esos 300, decidí poner la mitad (150) en la empresa y el resto me lo quedo yo.

En el segundo ciclo se obtuvo una ganancia de 550. Sigo pagando 200 en salarios, por lo tanto la ganancia que tuve en ese ciclo fue de 350. De esos 350 aparto 180 para reinvertir y el resto me lo quedo.

En el tercer ciclo la ganancia es de 400. Los 1000 originales que puse no sólo fueron recuperados sino que yo me quedo con 50 adicionales (300 + 350 + 400 = 1050).

-Pero parte de lo que ganaste decidiste reinvertirlo en la empresa. El capital de la empresa creció de 1000 a 1720, y lo que generan los empleados nunca es suficiente para cubrirlo. Los empleados siempre están en deuda.

Incorrecto. Te olvidás que el capital adicional que pongo a partir del segundo ciclo vienen del trabajo de los empleados. El capital total de la empresa va creciendo, pero lo que yo puse de mi bolsillo sólo fueron 1000, y esos 1000 los recuperé en el tercer ciclo. ¡Si yo no recuperara mi inversión no sería negocio ser capitalista!

Fijate que incluso en el cuarto ciclo les aumenté el salario a mis empleados de 200 a 300. Pero ni siquiera así saldo la deuda que tengo con ellos. De hecho, mi deuda aumenta cada vez que se va acumulando ganancia. Al final del quinto ciclo tengo una ganancia acumulada de 1950, ¡casi el doble de lo que puse inicialmente!
Pero compliquémosla un poco más… Digamos que en los primeros ciclos la empresa no gana lo suficiente para garantizar la reinversión. Eso quiere decir que tengo que poner más capital mío. Pero si la empresa va bien y eventualmente la ganancia es suficiente para la reinversión, es sólo cuestión de tiempo para que el trabajo de todos pague ese capital invertido de mi bolsillo:

En el primer ciclo me faltaron 50 y los tuve que poner de mi bolsillo. En el segundo, como aumentó el valor obtenido, me faltaron 20. En el tercer ciclo ya no tuve que poner más plata porque la ganancia de la empresa fue suficiente para mi subsistencia y para la reinversión. De manera que a los 1000 iniciales se le suman 70. Lo único que cambió es que en vez de recuperar mi plata en el tercer ciclo lo recupero en el cuarto.


Podemos complicarla más todavía diciendo que yo trabajo a la par de mis empleados, o incluso más que ellos. O sea, que yo participo directamente de la producción de valor. ¿Qué pasa en ese caso? Lo mismo que en el caso anterior. Una simple diferencia de tiempo. Eventualmente mis empleados terminan superando, con su trabajo, el capital que puse inicialmente y el valor que produce mi propio trabajo.

Se pueden hacer muchas objeciones a estos cuadros y probar a ver qué pasa con otros números y otras variables, pero la realidad es que las empresas capitalistas no funcionarían si los capitalistas tuvieran que sacar continuamente capital extra de su bolsillo para asegurar la reinversión. Eso sólo pasa cuando las empresas están en crisis y ahí o la empresa se recupera o quiebra. Las empresas capitalistas funcionan porque garantizan una ganancia suficiente para cubrir los gastos de su existencia y porque le aseguran un mayor nivel de vida al capitalista que a los empleados.

Esto no quiere decir que el capitalista nunca se sacrifique. El capitalista, sobre todo si es pequeño o mediano, generalmente debe sacrificarse trabajando horas extras para la empresa, absteniéndose de consumir para ahorrar capital dinerario, adeudándose con un banco si le hace falta efectivo, etc. Pero por más que se valore éticamente ese sacrificio como superior al sacrificio de los empleados, la cuestión fríamente matemática es que el trabajo de muchos siempre va a producir más que el trabajo de uno. Sino, ese uno se bastaría a sí mismo, no necesitaría empleados.

-Todo lo que vos quieras, pero el que arriesgó al principio fue el capitalista. Es injusto que el capitalista, que es el único que arriesga, termine compartiendo su empresa con los empleados que no arriesgaron nada.

Antes que nada, el plantear la defensa de la ganancia capitalista en estos términos (morales) es reconocer que ya no se puede plantearla en términos racionales. Voy a volver un poco atrás.

Limitándome a analizar los hechos sin realizar ninguna valoración moral al respecto, he demostrado racionalmente que eventualmente, el trabajo de mis empleados va a pagar el capital mío que “arriesgué” cuando puse la empresa. El capital que sigo “arriesgando” después de recuperar la inversión de mi bolsillo es el capital generado por el trabajo de todos, y no sólo el mío. Cuando los empleados ya me pagaron con su trabajo todo el capital que invertí al principio, la ganancia que obtengo a partir de ese momento viene pura y exclusivamente del trabajo de ellos.

Esta demostración no es nada del otro mundo, es pura lógica y aritmética. ¿Entonces por qué resulta tan chocante? Porque lo que nos han inculcado y lo que hemos aprehendido como “sentido común” nos condiciona psicológicamente, pre-racionalmente. Por lo tanto, un razonamiento, aunque sea válido, sigue siendo rechazado cuando choca contra este condicionamiento psicológico. A todos nos pasó alguna vez que hemos escuchado o leído una argumentación que, aunque no pudimos refutarla con hechos ni encontrarle una falla en su lógica, nos resultó inaceptable, y por lo tanto nos seguimos quedando con nuestras ideas.


Esto es normal. Tenemos una tendencia a identificarnos con nuestras ideas. Si las ideas con las que más nos identificamos son criticadas, en cierto modo nos sentimos amenazados. Por eso la única manera en que puede prosperar un diálogo sobre ideas tan relacionadas a nuestra identidad social como capitalismo y comunismo (casi todo el mundo tiene una posición tomada sobre el tema, con más o menos fundamento), es desidentificarnos de nuestras ideas por un momento. Hacer de cuenta que somos extraterrestres mirando este planeta o científicos mirando un hormiguero. Lo que nos tiene que interesar es llegar a la verdad, no tener la razón. Si no podemos hacer eso, más vale renunciar al diálogo, porque sino se convertirá en un monólogo de muchos.

Habiendo hecho esta advertencia, paso a responder la pregunta.

Aun viendo el tema desde la perspectiva de lo ético, ¿bajo qué ética es posible justificar que yo gane más que mis empleados luego de que ellos, con su trabajo, me pagaron todo lo que invertí al principio? Únicamente bajo mi ética particular. O sea, bajo la ética de alguien que valora lo que le beneficia como bueno y lo que le perjudica como malo.

Pero una ética particular, por más que sea compartida por la mayoría de la gente y resulte “lógica”, “razonable”, etc., no se transforma en ética universal. Una ética universal nunca puede partir de las necesidades y capacidades asociadas a un rol social en particular (sea el capitalista o el obrero). Sólo puede partir de las necesidades y capacidades comunes a todos los seres humanos. Esas necesidades y capacidades son comer, dormir, vestirse, amar, realizarse, producir, etc. Entonces, juzgar al capitalismo con la ética capitalista, siempre va a resultar favorable al capitalismo. Al capitalismo hay que juzgarlo con una ética universal, humanista. Es la única manera de obtener un juicio objetivo.

Pasando a la cuestión del riesgo: no es cierto que los empleados no corren ningún riesgo. Si el capitalista se funde, los empleados se quedan sin trabajo. Si los empleados no trabajan lo suficiente para que la empresa se haga un lugar en el mercado (cuando hay otras empresas competidoras), se quedan sin trabajo. El capitalista decide a quién contrata y a quién despide, y cuándo. El capitalista arriesga un capital propio que heredó o que amasó con trabajo extra, pero ese riesgo lo corre una sola vez. El obrero arriesga constantemente el sustento de sí mismo (y de su familia, si la tiene) porque todos los días que va a trabajar tiene que rendirle a la empresa.

-El que se esfuerza por dar trabajo sigue siendo el capitalista. Si el empleado no trabaja en una empresa, trabaja en otra.

Hay que entender algo: nadie “da” trabajo a otra persona. Es un juego de oferta y demanda. El trabajo en esta sociedad es un contrato comercial. El capitalista compra fuerza de trabajo, el empleado vende su fuerza de trabajo. Y dependiendo de quien esté en mejor posición para negociar, va a ser el precio de la fuerza de trabajo. Cuanto más desempleo haya en los trabajadores mi gremio, menor salario van a ofrecer los capitalistas.

El desempleo existe, y sólo de manera muy obtusa puede explicarse el desempleo por cuestiones como vagancia. Para ciertos gremios de trabajadores especializados, escasean las fuentes de trabajo porque hay poca demanda en relación con la oferta. Para los trabajadores no especializados, la situación siempre es mala, porque son los que más sobran y por lo tanto sus condiciones de trabajo son las más precarias.

-Eso no quita que a veces los empleados se abusan del capital.

La gran mayoría de la gente en este mundo lo único que tiene para vender es su fuerza de trabajo. Entonces obviamente que el empleado está obligado a actuar como un comerciante (igual que el capitalista, que no pagaría salarios si no le conviniera) y lógicamente va a buscar el mejor precio posible. Si una vez de cada diez (y es decir mucho) es el empleado quien logra torcerle el brazo a un empleador, ¿hay que dejar de ver todo lo demás?

Los derechos laborales, la seguridad social, la jubilación, las pensiones, la jornada laboral máxima, el salario mínimo, los subsidios al desempleo, etc. no fueron dádivas de gente amable hacia los empleados ni mucho menos se debieron a una pretendida dictadura de los empleados sobre los capitalistas (¡¿dónde se vio una dictadura de los explotados sobre sus explotadores?!). Fueron reivindicaciones que la clase obrera organizada debió arrancarle al capital privado y al Estado (el capitalista público) mediante lucha y sangre derramada. Hay que conocer la historia de las cosas que existen hoy y no asumir que “siempre existieron”.

-¿Por qué los capitalistas son explotadores? Eso no es cierto. Algunos capitalistas son explotadores, otros no.

Actualmente el término explotación resulta tan políticamente incorrecto que queda olvidado su verdadera significación científica social: extracción de plus trabajo. El explotado no es quien recibe “menos de lo que merece” o, en una definición más objetiva, quien recibe menos de lo que necesita para (sobre)vivir. No importa si el patrón es bueno o malo, si trata bien o mal a los empleados, si el trabajo de los empleados es extenuante o divertido, jornada larga o jornada corta. Si el trabajador produce más valor del que percibe, es porque hay una apropiación de esa diferencia por quien le emplea, y eso es explotación. Una persona es explotada tanto si produce un valor de 10 y le pagan 1 como si produce 10 y le pagan 9. No se trata de si es justo o ético (¿según quién?) que el trabajador reciba 1 o 9. Es un simple hecho matemático: si el trabajador recibe menos de lo que produce, es explotado.

-Pero entonces, ¿se puede trabajar sin ser explotado?

Sí, como cuando trabajás limpiando tu casa o haciendo una comida para tu familia y/o amistades, o escribiendo tu diario. Todo eso es trabajo en el sentido de gasto de esfuerzo físico y mental. Pero cuando hablamos del trabajo directamente inserto en la economía capitalista (trabajo asalariado), no es posible independizarlo de la explotación.

Las cooperativas son un ejemplo de las limitaciones que tiene cambiar las cosas dentro de una empresa pero no cambiarlas en toda la economía. En las cooperativas la propiedad de la empresa es colectiva, no hay división patrón/empleados. Pero si bien los trabajadores de la cooperativa no son explotados por un capitalista, están obligados a auto-explotarse ellos mismos. ¿Por qué? Porque no pueden consumir todo el valor que producen, están obligados a asumir colectivamente el rol del capitalista y tomar parte del valor obtenido y reinvertirlo en la empresa. Una cooperativa, exteriormente, y sobre todo cuando tiene competencia, está obligada a comportarse como cualquier otra empresa capitalista.

La única forma de alcanzar una economía sin explotación es reorganizando la base económica de la sociedad en la asociación de los productores libres e iguales. Esto no es pura teoría, sino que ya se ha hecho realidad en revoluciones sociales como la de la Comuna de París, en algunas colectividades agrarias de España, etc.

En este tipo de asociación los productores de un pueblo, una ciudad, o una comuna rural se juntan y dicen:

“Bueno, vamos a organizar entre todos la economía de nuestra comunidad. Tenemos estos campos, fábricas, talleres, y oficinas. En vez de que cada una de estas unidades productivas sea una empresa privada que compita con las demás, vamos a articularlas mediante una planificación general para producir los bienes que todos necesitamos. En vez de producir para vender en competencia con otros, cada unidad productiva producirá la cantidad de bienes necesaria para los habitantes de la comunidad (y un poco más, por las dudas). Entonces, si antes teníamos 3 panaderías que producían 300 kilos de pan cuando la comunidad necesita solo 100, al abolir la competencia y dividirse el trabajo entre ellas para producir 150 kilos como máximo, nos ahorramos tener que gastar tantas horas de trabajo y recursos en producir pan irracionalmente, y esas horas de trabajo pueden destinarse a otros trabajos necesarios para la comunidad o a la cultivación, a estar con la familia, a investigar cómo ahorrar más trabajo en otras áreas, y a participar en la administración de todos los asuntos de la comunidad, etc.”

-Todo muy bonito, pero ¿de qué va a vivir la gente?

Si yo trabajaba de plomero, no voy a necesitar ejercer mi oficio por dinero para después comprar todo lo que necesito. Todos los bienes de consumo que yo necesito van a estar o en mi casa o en los almacenes comunitarios. De esta manera, puedo liberar mi oficio de la actividad de ganar dinero. Yo voy a arreglar gratis los caños de la casa del panadero porque sé que el panadero va a mandar el pan que produzca al almacén comunitario, donde yo voy a tomar el pan que necesite.

Además, racionalizando el trabajo de plomería necesario para la comunidad, se puede ahorrar el tiempo dedicado a esa tarea y no voy a tener por qué quedarme solamente en ese oficio: podré aprender otros. Hay trabajos que los puede hacer todo el mundo y por el cual se puede establecer un sistema de turnos, como barrer la calle. Hay otros donde son necesarios especialistas y se puede socializar ese conocimiento con planes de capacitación. A medida que la gente no necesite trabajar 8 horas por día todos los días de la misma cosa, puede aprender otros oficios y tareas, y las especialidades que no son tan complejas (no todos van a ser neurocirujanos) irán desapareciendo. Antes la escritura era una especialidad, por eso existían los escribas. Hoy esa especialidad no existe, porque gracias a la instrucción pública escribir está al alcance de la mayoría. Con la expansión de la instrucción pública se pueden incluir gran parte de las tareas industriales y artesanales que actualmente son delegadas a especialistas.

Si la comunidad se coordina para que cada cual ponga según su capacidad y cada cual tome según lo que necesita, los recursos serán utilizados racionalmente y las situaciones de escasez serán paulatinamente resueltas. Lo que no puede fabricarse en la comunidad, se consigue de otra donde sí se fabrique (mediante trueque, por ejemplo). Mientras tanto, se va construyendo la fábrica local (si es necesario).

Puede haber miles de objeciones a un sistema económico de esta naturaleza, y cada una de esas objeciones tendría su respuesta. Hay muchísima bibliografía que trata el tema de reorganizar la economía según la propuesta de la asociación de los productores libres e iguales. La más didáctica y completa que conozco es La conquista del pan, del anarquista ruso Kropotkin. Pero no sólo hay propuestas, sino que ha habido experiencias. A menos que se tenga la postura de “tenés 5 minutos para convencerme de la necesidad y posibilidad del comunismo”, es obvio que tiene que haber una disposición a investigar el tema por uno mismo. Así fue como aprendí yo, por interés propio y no porque conversara con alguien que tenía todas las respuestas que terminó por “convencerme”.
-Se ve que las pensaste todas, pero vamos a lo práctico: lo que querés es imposible. La gente es egoísta.

Lo que “se ve” es que esta respuesta tuya es un manotazo de ahogado. Pero la voy a responder porque te va a servir para aprender algunas cosas sobre “la gente”.
Como primer punto, la gente que habla de “la gente”, generalmente está hablando de sí misma o de lo que elige ver en sí mismo y en otros. Hay muchísimos ejemplos de altruismo y cooperación en la vida, incluso en la gente que, generalmente, es egoísta. Si siempre estuviéramos compitiendo con el otro y actuando solo para nuestro beneficio, no habría sociedad. Si pensás detenidamente en un día cotidiano tuyo, vas a ver que gran parte del mismo te la pasás cooperando con otras personas en base a necesidades comunes. Y a veces te vas a dar cuenta que estás haciendo algo donde ponés las necesidades del otro por encima de tus deseos o incluso de tus propias necesidades. Incluso si lo hacés porque es necesario para tu supervivencia, o porque el beneficiario de esa actividad altruista es hijo tuyo, o simplemente por la gratificación personal que sentís al hacerlo, la realidad es que estás haciendo algo que no es egoísta.

Vos podés haber llegado a “la gente es egoísta” analizando varios casos de egoísmo que experimentaste de primera mano. Pero es una generalización incorrecta, porque como dije antes (y como vos sabés, si elegís verlo) “la gente” también es no-egoísta.

Entonces, “la gente es egoísta” se revela como lo que es: una frase que no resiste al más mínimo análisis, y que sólo sirve como axioma para justificar comportamientos antisociales (ajenos o propios) y, por lo tanto, para dar una fundamentación (falsa) a la idea de que “nada va a cambiar”. Es una manera de seguir quedándonos en la zona cómoda de “yo tengo razón” y de evadir las responsabilidades de todo individuo hacia su especie.

Si la competencia es “natural”, la cooperación lo es aun más todavía. Vos y yo lo hemos visto en nuestras vidas cotidianas, pero también se ve en ONGs y espacios de militancia social donde gente que no pasa necesidades invierte parte de su tiempo (y a veces, dinero) en ayudar a otros.

Lo que me diferencia de vos no son capacidades intelectuales diferentes, sino que yo he tomado conciencia de que reorganizar la sociedad en base a la cooperación y al no-egoísmo[1], no sólo es posible, sino necesario para detener esta catástrofe.

-Igual es una utopía.

“Utopía” es una de esas palabras que se utiliza todo el tiempo sin conocer su significado. La utopía es una imagen idealizada del porvenir. Los utopistas sociales primero arman una sociedad perfecta en sus cabezas y después buscan la manera de ir desde donde estamos hacia esa imagen. A menudo los utopistas creen que lo que es necesario en el ahora es dedicarse a convencer a los demás de lo deseable y justo de tal objetivo, y que con ese número y a fuerza de voluntad vamos a hacer ese sueño realidad.

Marx, que puede decirse con justicia que es el fundador del comunismo teórico moderno (el comunismo práctico moderno es una creación de los proletarios desde la misma revolución francesa[2]), criticó ese enfoque de los utopistas. Él encaró la transición del capitalismo al comunismo como un problema práctico[3]a nivel histórico-mundial, y por eso estudió el funcionamiento de la economía capitalista y estudió la historia a través del prisma de los sistemas económicos y de la lucha entre las distintas clases generadas por esos sistemas económicos. La transformación consciente de la sociedad necesita de una ciencia social, y Marx fundó las bases para ella con aportes propios y de otros (antepasados y contemporáneos).

-Igualmente, esto siempre fue así y nunca va a cambiar.

Las dos afirmaciones son equivocadas. El sistema de clases sólo existe desde hace como diez mil años. En todo el paleolítico y gran parte del neolítico (esos periodos comprenden cientos de miles de años) el Homo Sapiens vivió en tribus donde no existía la explotación. Ni la explotación económica ni la del varón sobre la mujer. Los sistemas de clase con sus relaciones sociales características (Estado, familia, esclavismo, mercancía) fueron una creación bastante reciente en tiempos antropológicos.

Si hay una constante en la historia humana es el cambio. Aún en periodos donde, en apariencia, nada cambiaba en cientos de años, esto era porque se estaban sucediendo cambios cuantitativos muy graduales que en determinado momento pasaban a una transformación cualitativa. Pasa que en esta época que vivimos, y especialmente desde la última mitad del siglo XX, debido a la falta deliberada de consciencia histórica con la que se nos educa y al constante bombardeo de los medios masivos de difusión, hay una tendencia en nuestra cultura a pensar en el futuro como una prolongación lineal del presente. Hablar de que la humanidad o la sociedad siempre fue así y nunca va a cambiar es tan poco serio como decir eso de uno mismo. Quien piensa que la vida no es cambio es porque tiene una visión “fotográfica” de la vida.

-¿Entonces por qué no estamos en el comunismo? Todas las revoluciones fracasaron o terminaron en dictaduras totalitarias.

Si esto no siempre fue así y puede cambiarse, no es menos cierto decir que el cambio propuesto hacia una sociedad sin explotación es quizás la empresa más difícil de toda la historia humana. Porque hasta ahora nuestras sociedades se formaron de manera “espontánea”, sin planificación, mediante el desarrollo ciego de nuestras fuerzas productivas, que han sido el motor de los cambios en nuestras estructuras sociales (la agricultura modificó la manera en la que la gente se relacionaba con el ambiente y consigo mismo, lo mismo hizo la industria).
Si el sistema de clases existe desde hace 10.000 años es muy poco serio pensar que va a ser superado en unos pocos años o incluso en un solo siglo, sin errores. Esta lucha por suprimir el sistema de clases existe desde hace dos siglos, por lo menos. Desde la misma revolución francesa que el movimiento comunista, generalmente con base en el movimiento obrero[4], viene luchando contra el capitalismo por una nueva sociedad sin explotación. Obviamente estas luchas fracasaron. Para desgracia de la humanidad, el capitalismo las ha sobrevivido. Ha habido muchos errores en estas luchas, característicos de la forma de pensar que no rompen con el sistema, por más que así lo reclamen[5]. Si se ve todo esto desde el prisma inmediatista y resultadista que suele predominar en el análisis de los procesos sociales, entonces “el comunismo fracasó” y no puede haber otra cosa que capitalismo. Pero si se ve todo esto desde un prisma verdaderamente histórico-mundial, se concluye que los últimos dos siglos que pasaron han sido de preparación, y que las batallas más decisivas por la auto-superación de la humanidad vendrán a partir de este siglo[6].

La transición hacia una sociedad sin explotación no es un problema que pueda ser resuelto por un partido o por un solo sector de la sociedad, sino por la gran mayoría de la humanidad[7]. Una profunda transformación social como la planteada no puede suceder sin una profunda autotransformación de los individuos. Autotransformación que debe ser encarada como una tarea práctica a afrontar ahora, y no en un futuro lejano.

Por eso quien califica a la asociación de los productores libres e iguales como utópica e imposible, en realidad lo que está diciendo es que no cree que él mismo sea capaz de vivir asociado en libertad e igualdad. Quien es escéptico de la auto-superación de la humanidad es porque es escéptico de su propia auto-superación. Quien habla negativamente de “la gente” piensa mal de sí mismo…

-Me parece que respondés de una manera muy terminante y soberbia.

Es posible. Es que cuando escucho a la gente repetir con tanta seguridad lo que dicen desde las usinas ideológicas del poder me da algo de bronca por su pereza intelectual y quiero que la vean.

Veo mucho egoísmo en las discusiones comunes sobre política y sociedad. Mucho de “lo que no me gusta es malo, lo que me gusta es bueno”. Se piensa exclusivamente desde el propio lugar o desde el propio grupo o sector. No se cultiva una visión de la totalidad porque no hay motivación para pensar más allá del ombligo y de los beneficios o perjuicios inmediatos. Tampoco se cultiva la actitud de ponerse en los zapatos del otro.

Eso lo veo concretamente cuando la gente se aferra como de un clavo ardiendo a una anécdota o hecho que fundamente su visión de la realidad, negándose a reconocer otros hechos u otras perspectivas para ver los hechos. Si una persona muerde a un perro seguro que sale en todos los diarios, pero no por eso vamos a dejar de pensar que generalmente ocurre al revés. Bueno, en este caso lo que veo es que la gente repite todo el tiempo la noticia de la persona que mordió al perro para sentenciar que hay la misma posibilidad de que pase una cosa u otra, o de que los perros casi nunca muerden a las personas.

Hay gente que forma su opinión a partir anécdotas o de los hechos que más se ajustan a sus preferencias ideológicas, y ahí es cuando se escuchan cosas como “el que es pobre es porque es vago”.

Si tuviéramos la misma actitud para nuestra vida práctica que para hablar de la sociedad y la naturaleza humanas (temas que frecuentemente quedan relegados a charlas de café, publicaciones de auto-ayuda o asados), no sobreviviríamos ni un día. Para cosas como hacer la comida, cruzar la calle o pagar una boleta nos manejamos adaptando nuestro pensamiento y movimiento a la complejidad de la tarea a realizar. Pero lo que reina en la cultura actual (y no es casual, es deliberado) es una gran falta de formación y de motivación para reflexionar sobre la vida humana con la seriedad y la complejidad que se merecen (y seriedad y complejidad no son sinónimos de volverse un doctor).

Es para torcer la rama para el otro lado que articulo mis respuestas de manera lo más sólida posible, atacando de manera vehemente (con cuidado de no herir susceptibilidades, lo que a veces no es posible ni deseable) a las formas de pensar que son erróneas y, además, dañinas, porque la falta de consciencia resulta en infelicidad y sufrimiento evitables. Varias veces he constatado que el enfoque “humilde” no funciona porque les permite a los interlocutores seguir en su zona cómoda. Entonces, si voy a ser acusado de soberbio, prefiero serlo defendiendo la posibilidad de que la humanidad se supere a sí misma que defendiendo la posibilidad contraria.

[1] O, por lo menos, un egoísmo más inteligente que el actual, que es un egoísmo imbécil que sólo nos sirve para una felicidad efímera basada en lo material, pero amenaza nuestra supervivencia como especie.

[2] Ver Historia de la Revolución Francesa, de Kropotkin.

[3] “Práctico” es otra palabra bastardeada. En esta cultura de la velocidad y del pragmatismo, “práctico” aparece como sinónimo de concreto, inmediato, sencillo, tangible.

[4]Todos somos criados y educados en esta sociedad capitalista donde las ideas y valores éticos dominantes son los del capitalismo. Por lo tanto el obrero, generalmente, piensa como burgués y no pocas veces puede esgrimir los mismos pensamientos anticomunistas que los voceros de quienes le explotan (esos mismos que los acusan de subversivos o de comunistas cuando hacen huelga por aumento de salario).

[5] El golpe de Estado del partido bolchevique -que se reclamaba marxista y comunista- terminó por erigir una forma de capitalismo brutal caracterizada por el totalitarismo del Estado-Partido. Estos regímenes han asociado la palabra comunismo a su naturaleza anticomunista, y han asociado al marxismo a su ideología de Estado, haciendo de esta manera un gran favor a la propaganda pro-capitalista.

[6] Hay innumerables datos que señalan la decadencia de la civilización capitalista que estamos viviendo. Será en las próximas décadas, por lo tanto, donde se plantee claramente la disyuntiva de superar esta forma de vida alienante o extinguirse.

[7] Generalmente la humanidad explotada, porque la humanidad que se beneficia de este sistema de explotación está muchísimo más condicionada psicológicamente como para tomar consciencia de que esta forma de vida nos lleva a la extinción y de que debe ser transformada desde la raíz.

Final y… ¿principio?

Un diálogo como el presentado puede tener dos finales. El primero, lamentablemente muy predecible, es:

-Bueno, si vos querés desperdiciar tu vida en esas pavadas hacélo, yo sigo con la mía.

El segundo, que requiere cierta dosis de modestia que no abunda cuando se habla de estos temas, es:

-No estoy convencido, pero voy a buscar más información.

En el primer caso, a la mierda, aunque no creo que hayas llegado hasta acá. En el segundo, quiero prevenir que en todo lo que dije arriba hay muchísimo conocimiento sintetizado. Podría citar mucha bibliografía pertinente para todo lo que dije, pero sería un trabajo extra y, además, no me parece lo más importante.

Lo más importante me parece crear consciencia sobre un asunto: la vida social humana sólo puede abordarse seriamente desde una perspectiva de lo complejo, y esto requiere no sólo estudiar y leer sobre datos e historia, sino educar la propia mente para abordar los problemas complejos de una manera compleja. Requiere de una formación teórica. En las cuestiones sociales, el debate capitalismo vs comunismo pone a prueba el temple intelectual y ético de las personas, porque es un tema que genera muchos partidismos y donde es difícil autodisciplinarse para construir una posición objetiva.

Pero también hay una “trampa” en todo esto. La realidad es que quienes más interesados están en formarse teóricamente para estudiar las cuestiones problemáticas de la vida social humana son quienes tienen una motivación para contribuir a resolverlas. Es muy raro que alguien se tome este trabajo de investigación, reflexión y discusión si no piensa hacer nada al respecto.

Salvo para los adeptos a la contemplación, la motivación para buscar la verdad es generalmente la acción. La motivación de buscar argumentos para autoafirmarse y monopolizar discusiones de “política” no es suficiente para esta labor que propongo. Tiene que haber un sincero interés por participar en la auto-superación de la humanidad. Y cuando digo interés no me refiero a esas sensaciones efímeras tipo “me gustaría saber algo más de tal tema”; me refiero a una necesidad existencial expresada en una manera concreta, hacia una dirección particular.

Si compartís esa necesidad conmigo, te recomiendo 3 textos para seguir, todos ellos los encontrás fácilmente en Google.

El Manifiesto Comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels.
La conquista del pan, de Piotr Kropotkin
El placer de la revolución, de Ken Knabb


Si no compartís esa necesidad ni creés que nunca lo vayas a hacer, espero que este texto te haya resultado una lectura “interesante”
Fuente: http://el-radical-libre.blogspot.com/2010/01/capitalismo-y-comunismo.html