18.10.07

Fracturas de la heterosexualidad hegemónica

12 de agosto de 2007

Fracturas de la heterosexualidad hegemónica:
Transitando las rutas hacia la diversidad sexual

por Emilia Torres Robles

http://www.opcionbi.com/

Diverso: diferente, distinto, según el Diccionario Larousse. En el conocimiento de sentido común entre la heterosexualidad y la diversidad sexual hay una brecha. Al parecer, un abismo donde las personas heterosexuales están de un lado y la otredad (gays, lesbianas, bisexuales, personas travestis, transgénero y transexuales) se encuentran del otro lado, ajenos, lejanos. ¿Es posible hablar de una heterosexualidad diversa sin remitirnos a las identidades que tradicionalmente se nombran dentro de la llamada diversidad sexual? La respuesta es afirmativa y, de hecho, nos daremos cuenta que hay más heterosexuales diversas y diversos de lo que podríamos en un inicio imaginar. En un primer momento diremos que el término heterosexual surge años después que el de homosexual. Según Katz el término homosexual fue usado por primera vez en 1869, mientras que el de heterosexual está registrado en el Oxford English Dictionary Supplement más tarde, en 1901. Lo más interesante es que el término heterosexual era utilizado, en ese entonces, para designar individuos que tenían inclinaciones por personas de ambos sexos. Sólo más adelante y con el uso común, en el primer cuarto del siglo XX, el término adquirió la connotación que tiene ahora, es decir, la del ideal sexual y erótico de la atracción por la diferencia sexual.
Es así que el término heterosexual, en una primera aproximación, nos remite a la idea de la atracción erótica por las personas del otro sexo. Sin embargo, la heterosexualidad no se reduce a esta definición, sino que se compone de otros elementos que constituyen, lo que llamaremos una heterosexualidad hegemónica.
Michel Foucault, en su Historia de la Sexualidad, plantea los dispositivos de sexualidad que se implementaron a partir del siglo XIX y que comienzan a reconocer la heterogeneidad sexual, pero a partir de la desviación, es decir, a partir de considerarlas como anormalidades o enfermedades. Si se reconocen las desviaciones, ¿cuál es, entonces, el punto de partida para determinarlas?
Precisamente, esta interrogante nos lleva al modelo de heterosexualidad hegemónica instaurada en las sociedades occidentales que se caracteriza por tres componentes principales: la relación hombre-mujer; la monogamia y la energía sexual dirigida hacia fines reproductivos. Veamos de manera más detenida cada uno de estos componentes y las fracturas que colocan a la heterosexualidad en el escenario de la diversidad sexual:
a) Relación hombre-mujer. Esta relación parte de la idea de que lo natural es la atracción erótico-afectiva entre un hombre y una mujer. Sin embargo, la cuestión no solamente queda en la simple interacción entre hombres y mujeres, sino que está implícita una manera determinada de relacionarse. Como ya se ha hablado desde los planteamientos feministas, cada sociedad determina las expectativas respecto al ser mujer y el ser hombre en cuanto a formas de ser, comportarse, actividades, roles, expresión de sentimientos y, por supuesto, las formas en como deben interaccionar hombres y mujeres en una relación. El modelo hegemónico de heterosexualidad dicta estas pautas, las cuales se caracterizan por mantener condiciones desiguales, en desequilibrio de poder y contrapuestas entre hombres y mujeres en varios aspectos. Por ejemplo, de los hombres se esperan actitudes como la iniciativa para establecer una relación con una mujer ya sea afectiva o eróticamente, la “caballerosidad”, el rol de proveedor económico, la toma de decisiones en asuntos de pareja, la protección de la mujer que en ocasiones se llega a puerilizar, la capacidad de establecer relaciones con las mujeres de acuerdo a su “categoría”, la experiencia sexual y la integración de la pareja en sus actividades, por mencionar algunas. En el caso de las mujeres, las expectativas son: comprensión, apoyo emocional y empatía hacia su pareja, una actitud de espera con respecto al establecimiento de relaciones de pareja así como pasividad en la expresión de la sexualidad y la asunción de responsabilidades en el ámbito privado, entre otras.
Así mismo, podemos decir que la heterosexualidad hegemónica tiene como sustento la misoginia, la cual se expresa en diversos actos y omisiones, como violencia de género, así como la homo/lesbo/bi/transfobia. Esta es una práctica bastante común y tiene como base estas visiones dicotómicas de lo masculino y lo femenino, hombre y mujer, dominante y dominado, cultura y naturaleza, que además se insertan en una relación verticalizada de poder.
Hablar de una heterosexualidad diversa en la relación hombre-mujer implica colocarnos en el terreno de la desarticulación de las relaciones de dominación y poder de lo masculino sobre lo femenino. Es decir, las y los heterosexuales diversos buscan establecer relaciones intergéneros sin replicar los roles de hombre y mujer tradicionales; así mismo, tratan de establecer estas relaciones en condiciones más horizontales y equitativas. Además, también implica hablar de la construcción de identidades y/o subjetividades de género diversas, es decir, de femineidades y masculinidades distintas a los modelos estereotipados.
Otra forma de heterosexualidad diversa es la que reconoce que las fronteras entre las diferentes orientaciones sexuales e identidades genéricas son laxas y que si bien, una persona se identifica y se vive como heterosexual, puede reconocer la belleza en personas de su mismo género; sentirse atraída sin que esto implique un deseo erótico, jugar al nivel de las fantasías con diferentes posibilidades e inclusive haber tenido o tener en algún momento y período de su vida, prácticas y vivencias no heterosexuales. Incluso existen algunas personas que se nombran e identifican como heteroflexibles o como algunas/os dicen “heterosexuales con las ventanas abiertas”, haciendo referencia a esta gama de posibilidades que traspasan el abismo que tradicionalmente se ha creado: la heterosexualidad y la otredad que implica todo lo que se concibe como lo diferente.
También habría que plantear si las personas que se relacionan con hombres y mujeres transgénero y transexuales podrían considerarse heterosexuales; es decir, un hombre que se relaciona con una mujer transgénero o transexual ¿podrían considerarse una pareja heterosexual? Desde mi punto de vista, así lo es y de hecho, hay varias mujeres y hombres transgénero y transexuales que se asumen y reconocen como heterosexuales; también aquí hablaríamos de una heterosexualidad diversa y no de una situación de HSH (hombres que tienen sexo con otros hombres), por ejemplo.
En la misma situación se encuentran las personas que se travisten y que se identifican como heterosexuales; es decir, el travestismo no significa un cambio o modificación en la orientación sexual. Existen muchas parejas heterosexuales, donde –por ejemplo- la pareja hombre se traviste, sin que esto implique que la persona en cuestión cambie su orientación sexual.
De igual manera se incluye la construcción de una heterosexualidad no homo/lesbo/bi/transfóbica, es decir, de mujeres y hombres con una postura de aceptación e inclusión de las expresiones de la sexualidad no hegemónicamente heterosexuales.
b) La monogamia. Otro de los componentes de la heterosexualidad hegemónica es la monogamia. En este caso, este aspecto monogámico de la heterosexualidad hegemónica no sólo se refiere al establecimiento de una relación exclusiva entre un hombre y una mujer sino que implica un lugar y una forma de establecer esta relación: en el contexto del matrimonio y que dure para toda la vida o como se dice comúnmente “hasta que la muerte los separe”.
Sin embargo, aunque éste es el mandato social, podemos observar que las desigualdades de género también se denotan en este aspecto, ya que existe una doble moral con respecto al ejercicio de este tipo de monogamia al haber un permiso social, en el caso de los varones, para establecer otras relaciones fuera del matrimonio –siempre y cuando sean “discretas”- a diferencia de las mujeres en donde las relaciones extramaritales son sumamente condenadas.
Por otra parte, la consigna de que la monogamia además debe ser para toda la vida o por lo menos duradera, coloca a todas las otras formas de relación que no cumplan con este criterio como inestables e inmaduras.
Es así que la heterosexualidad diversa, en este rubro, implica diferentes formas de establecer relaciones monogámicas además del contexto del matrimonio; por ejemplo, mujeres y hombres que desean vivir en unión libre o establecen acuerdos de mantener una relación de pareja sin implicar necesariamente vivir juntos; por ejemplo, cada quien tiene su casa y pasan tiempos o momentos en una u otra; mujeres y hombres que establecen diferentes tipos de vínculos afectivos y/o eróticos entre ellos.
Así mismo, se incluyen los diferentes tipos de relaciones no monogámicas en donde existe un mutuo acuerdo de las personas implicadas, como es el caso del poliamor; es decir, personas que reconocen que pueden enamorarse de más de una persona de manera simultánea y establecer relaciones de pareja abiertas y responsables con ellas al mismo tiempo. También aquí caben aquellas mujeres y hombres que no desean tener pareja.
En este rubro también se consideran las y los heterosexuales que conforman familias diversas: los hogares monoparentales, las familias compuestas, las parejas que no desean tener hij@s, etc.
c) La energía sexual con fines reproductivos. Finalmente, el otro componente de la heterosexualidad hegemónica es la canalización de la libido hacia la reproducción. Uno de los sustentos para justificar la existencia o natura de la heterosexualidad es la culminación del vínculo hombre-mujer con la procreación de hijas e hijos. Es por ello que, como lo comenta Foucault, desde el siglo XIX se comienzan a patologizar o anormalizar todas aquellas prácticas que no persiguieran este fin.
Desde este punto de vista, las heterosexualidades diversas incluyen aquellas prácticas sexuales que no persiguen la procreación, que reconocen el placer como parte de la experiencia erótica-afectica y que van desde las mujeres y hombres heterosexuales que deciden no tener hijas e hijos hasta todas las prácticas sexuales que más bien tienen como búsqueda o fin el placer. Así mismo, se consideran las prácticas que desgenitalizan las relaciones sexuales, es decir, que no están centradas solamente en el coito. También se incluirían las prácticas que en un determinado momento se consideraron “parafilias” y que ahora se conocen mejor como expresiones comportamentales de la sexualidad. Éstas pueden ejercerse en diversos grados e incluso algunas se han convertido en nuevas identidades sociales, como es el caso de las personas leather y sadomasoquistas. Es importante mencionar que todas éstas son ejercidas en un marco de mutuo acuerdo –no impuesto- y libres de violencia. También están las y los heterosexuales swinger que, de común acuerdo, deciden llevar a cabo prácticas de intercambio de parejas en el ámbito erótico como una posibilidad más.
Para concluir, la desarticulación de todos o alguno de estos componentes de la heterosexualidad hegemónica, construyendo formas diferentes de relación entre hombres y mujeres, nos coloca a las y los heterosexuales diversos en el escenario de la diversidad sexual.

En: http://anodis.com/opcionbi/magazine.asp?id=140

15.10.07

Femicidio y políticos


ARTÍCULO / octubre 2007

Cuestionamiento mediático


Femicidio y políticos

"Desde los años 90, el Movimiento Feminista de Chile viene hablando contra la Violencia hacia las Mujeres y desde mediados de los 90, el Feminismo autónomo sale a la calle a denunciar el machismo, el clasismo, el neoliberalismo imperante contra las mujeres… Pero son Trivelli y “Lily” (la feminista derechista), quienes reivindican el Femicidio cuando éste atrae atención y divisas políticas"

Por Victoria Aldunate Morales *
¡El Crimen contra mujeres no es un caballo de troya señor Trivelli (1) y compañía! ¡Usted es parte de una Concertación de Partidos por la Democracia responsable de la persecución actual a los pueblos originarios de $hile por la que Juana y Luisa Calfunao (2) están presas y llevan un mes de huelga de hambre!
Y señora Lily Pérez, señor Sebastián Piñera: ¡No pueden con esa cara dura, penetrar el activismo contra la Violencia hacia las Mujeres, y su expresión más cruda, el Feminicidio que es Crimen contra la Humanidad, un crimen tan deleznable como las desapariciones, ejecuciones y torturas de las que ustedes mismos han sido cómplices en el $hile de los 70 y los 80!... ¿O pueden?… Somos mujeres, no somos “No Hombres” ni hombres defectuosos. No queremos ser contenidas en el supuesto genérico “Hombre”.
Es así: muchas feministas no queremos que nos digan “señora”, que define a “la mujer de un hombre”, ni “señorita”, que define a aquella que ningún hombre “eligió”. No somos el satélite de nadie. MUJER basta -no sobra- es una definición en sí misma. Lo mismo pasa con femicidio, define el acto de asesinar a una mujer por ser mujer. Es decir que se la mata “por no cumplir con el rol de género que le asigna el Patriarcado”, por resistirse, por dejar de tolerar, por salirse de la dinámica machista. El concepto que surge del trabajo de Diana Russell y Jill Radford en su texto “Feminicid” (3), podría ser traducido directamente al español como Feminicidio. Se trata de crímenes de odio contra las mujeres. Es el conjunto de formas de violencia, que muchas veces, concluye en asesinatos.
Así es, no nos molesta encontrarles la razón a mujeres feministas de habla inglesa, de habla suahili, de habla darí (lengua afgana) o de cualquier otro idioma del mundo, porque muchas feministas no tenemos patria (tal vez, ni siquiera matria) –“ni dios, ni patrón, ni partido, ni marido”-. No tememos ser acusadas de “estar penetradas por ideas foráneas”. (Por otra parte, a muchas ni siquiera les interesa la penetración). No hay regla. Podemos ser lesbianas o no serlo (y no perder las esperanzas de serlo). Podemos ser ecofeministas, indígenas, podemos ser autónomas, radicales, marxistas, anarcofeministas, ecologistas, psicoanalistas, humanistas, podemos ser activistas, pensadoras, investigadoras, filósofas, teólogas, trabajadoras, empleadas, campesinas, urbanas, jóvenes, viejas, gordas, flacas, blancas, negras, indias, mestizas… Pero lo que no podemos ser es: racistas, fascistas, neoliberales y entreguistas de nuestro movimiento a varones que surgen desde el poder establecido, responsables de políticas públicas que nos dañan, y a mujeres derechistas que se aprovechan de su sexo.
No se trata de que “mientras más gente esté en el tema, mejor”, No, porque muchos y muchas, sólo lo abusan para vaciarlo de contenidos políticos.
ACTIVISMO CONTRA EL FEMICIDIO NO ES POLÍTICA DE DICTADURAS
Lelia Pérez, sobreviviente de la dictadura de Pinochet, mirista en los 70, feminista actualmente, recordaba en los 90 que los torturadores trataban a las mujeres como tontas útiles de los hombres.
- ¡No te creai' que por ser mujer, te voy a tratar mejor!- fue lo primero que oyó cuando llegó al centro de detención (4). ¡Y claro que no! Los agentes de la DINA hacían orgías violadoras los Años Nuevos: violaciones con objetos y animales, torturas delante de algún familiar (pareja, hijos e hijas), obligación de escuchar el llanto de sus niños y niñas, abortos por tortura o embarazos por violación. Eso, señora Lily Pérez y señor Sebastián Piñera, fue violencia política fascista dictatorial avalada e instalada por la derecha golpista de la que ustedes son tristes herederos. Fue violencia contra la izquierda chilena y también violencia misógina. Les explico: MISOGINIA: otra palabra nuestra que significa odio y desprecio por las mujeres y lo femenino.
A las mujeres, había que ponerlas en su lugar, mostrarles que deben estar entre 4 paredes y no metidas en política, eran culpables de ser “mujeres de terroristas”, “maracas”,” comunachas”, “upelientas”… ¡Acuérdense de los brindis con champaña el 11 maldito, que, por lo demás, siguen celebrando hasta la actualidad 2007!
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES TAMBIÉN ES POLÍTICA, Y FASCISTA
Es una política sistemática de control y dominio sobre los cuerpos, las acciones, los pensamientos y las psiquis de las mujeres. Se trata de mostrarles dónde está el límite femenino (como a los judíos de la Alemania Nazi o a los palestinos en el actual Estado de Israel). Esta Violencia no es una excepción, ES LA NORMA DEL PATRIARCADO y toda forma de violencia política sistemática tiene un componente de misoginia. También aquellas violencias dirigidas contra otros grupos humanos como los y las indígenas (violencia racista) o contra las y los vendedores ambulantes, que es violencia económica neoliberal que fomenta el libre comercio para los ricos, pero se los prohíbe a los pobres.
Muchas veces los tratos a las mujeres son especialmente deningrantes y centrados en el cuerpo sexual de las mujeres. El 9 de septiembre recién pasado una profesora y dos alumnas detenidas en la marcha en conmemoración del 11 de septiembre, fueron vejadas sexualmente en la sexta comisaría de Recoleta, en Santiago, en plena “democracia” (5) como en los mejores tiempos de dictadura. Hablo de lo que sé: así pasó con las detenidas el 1º de mayo del 79 y a muchas otras, en los 80, las violaron luego de introducirlas en autos sin patentes. Son muestras de Violencia política y misógina contra mujeres y niñas.
FEMICIDIO Y FEMINICIDIO
El conocimiento se produce y elabora, el lenguaje está vivo y en varios siglos de Feminismos hemos creado muchos conceptos, miradas, posturas, estrategias e ideas diversas. Incluso, hemos producido unas ideas feministas cuestionadoras de otras ideas feministas, porque los Feminismos, no sufren de una “única línea política” desde alturas eclesiásticas o partidarias. Así, podemos adoptar el concepto Feminicidio como Genocidio de mujeres. Es el fenómeno al que asistimos hoy en $hile y en todo el mundo, que significa más que una mujer asesinada por el agresor–que no es poco- el exterminio de mujeres, en un 99 por ciento de los casos, a manos de hombres y grupos de hombres. En $hile los grupos de hombres se encubren tras uno sólo. En el caso de Alto Hospicio, hay un solo condenado, aunque las familiares de las niñas y mujeres asesinadas nunca han creído, por las características de los femicidios, que hayan sido perpetrados por un solo agresor (6).
En el caso de Cynthia Cortés Pérez en Valdivia, sucede lo mismo, ella salió de la fiesta de su universidad con 5 jóvenes varones (varios, hijos de señores influyentes, excepto el condenado) (7). Feminicidio es un fenómeno cometido, por individuos femicidas: maridos, convivientes, amantes, pololos, novios o ex parejas, compañeros de estudios o de trabajo. También padres, hijos, otros familiares masculinos que no asumen las resistencias, las rebeldías, la negación a sus reglas de parte de sus víctimas. Pero también son cometidos por grupos: policías, cafiches, mafias masculinas, prostituyentes (clientes) de mujeres y niñas en el comercio sexual o no. Otras veces, los femicidas son agentes de dictaduras políticas, militares, paramilitares, también guerrilleros: varones en conflictos armados que consideran que violar y matar a las mujeres del otro bando es una “buena táctica”. Y otras veces, señor Trivelli y señoras y señores de la Concertación, los agresores son fuerzas especiales de Estados represivos contra mujeres de pueblos originarios o guardias privados de empresas forestales a los que el Estado y el Gobierno ampara.
Guardias privados que las persiguen, las golpean, las maltratan y que con la complicidad de las policías del Estado, las confinan en cárceles y pueden llegar a matarlas, ya sea directamente o por omisión, como podría suceder ahora con las hermanas Calfunao que su Gobierno no quiere reconocer como presas políticas.
FEMINISMO Y RACISMO NO CONJUGAN
Para nadie es un secreto que los colonizadores fueron huincas: violadores, ladrones y asesinos. Nosotr@s, huachos y huachas, hijos e hijas de una Historia patética, mestiz@s tod@s, hemos ido eligiendo adónde estar: si en el arribismo racista y clasista, o en la radicalidad antiimperialista y antineoliberal. Porque cuando se trata de Historia de exterminios no hay medias tintas: estás con ellos (los exterminadores) o contra ellos. Puede que haya otros pasajes de las Historias de los pueblos en las que puedas asumir matices, pero cuando se trata de genocidios contra grupos humanos como las mujeres, l@s indígenas o l@s negr@s, no hay caso. Si eres de izquierda, pero no reconoces el Feminicidio y la Violencia contra las mujeres como un fenómeno estructural, entonces eres patriarcal. Y el Patriarcado no es revolucionario porque no re-evoluciona nada, más bien se pudre en sus consignas vaciadas de contenido como las soviéticas. Y si eres feminista, pero no reconoces el racismo, el clasismo, si no te importa la pobreza creada por el neoliberalismo y la persecución a los y las mapuche, entonces eres racista, y el racismo niega el feminismo porque ¿qué es el origen del Feminismo, sino la resistencia, rebeldía y la propuesta social, cultural, filosófica y política de un grupo humano esclavizado que se rebela y libera?
MAPUCHE VIOLADAS Y HECHAS ABORTAR POR EL ESTADO CHILENO
Juana Rosa Calfunao, lonko de la comunidad mapuche Juan Paillalef, de la comuna de Cunco, XI Región, en Chile, ha sido detenida varias veces y juzgada por delitos como “desorden público” y “amenaza a carabineros”. Nada nuevo, como todas las persecuciones de la Historia contra mujeres, negros o indios. Su madre también estuvo presa. En 1913, se les entregó a esa comunidad títulos sobre 120 hectáreas de tierras, pero unos años después vino la primera venganza $hilena latifundista: desapareció la esposa del hijo de Juan Paillalef, cuyo nombre no sabemos porque la bibliografía a que hemos accedido la nombra sólo como la esposa de… Ella fue violada y hecha desaparecer, y sabemos que su marido falleció en la cárcel de Valdivia por maltrato y sus hijos fueron perseguidos. En 1950, la madre de Juana Calfunao asumió el rol de Lonko y en 1973, con el golpe fue detenida en la cárcel de Temuco durante dos años, y torturada. En 1983, Juana Calfunao asumió el rol de Lonko y en mayo de 2000 fue detenida junto a su esposo y su hijo, por carabineros. Todos fueron golpeados y a Juana, los golpes le provocaron un aborto. En marzo de 2001, durante una manifestación mapuche en Temuco, su hijo fue víctima de una golpiza de la policía, ella lo defendió siendo también golpeada y dejada sin conocimiento. También le mataron a sus mascotas. En diciembre de 2005, fue allanada y detenida con su hermana Luisa y puestas ambas a disposición del tribunal de garantía, donde se determinó que se trataba de una detención ilegal y se les liberó, pero en enero de 2006 Juana fue detenida nuevamente y hoy se encuentra junto a su hermana en el Centro de reclusión femenino de Temuco. Llevan un mes en huelga de hambre (8). El Estado $hileno encabezado por la Concertación y la Presidenta Bachelet, callan sobre estos atropellos, y los medios masivos de comunicación se hacen cómplices.
DERROCHE DE ACTIVISMO FEMINISTA
Ahora, algunos de los rostros concertacionistas como algunos de los rostros derechistas $hilenos, intentan usufructuar del Feminicidio. Lily Pérez, la secretaria de Renovación Nacional, partido golpista, neoliberal y racista “está en la onda” de tipificar el femicidio, y Marcelo Trivelli, democratacristiano (partido que estuvo en su momento en la génesis del golpe pinochetista) quien dijo hace 2 meses a un programa farandulero de TV que se siente “preparado para entrar en La Moneda”, “colocó 40 cruces en Plaza Italia como homenaje a mujeres muertas por femicidio”. Por su parte, en un reportaje de investigación claramente profundo, de El Mercurio (que ya sabemos que miente) remata diciendo que: “Tres femicidios en una semana prueban el alza de estos crímenes después de las fiestas” y que “el alto consumo de alcohol serían gatillantes de la violencia extrema de algunos hombres contra su mujer” (9)… Definitivamente, se aplicaron… Hace 2 años que grupos feministas autónomos denuncian la Violencia estructural contra las mujeres y el femicidio en la calle y en los muros. Desde los años 90 el Movimiento Feminista de Chile viene hablando contra la Violencia hacia las Mujeres y desde mediados de los 90, el Feminismo autónomo sale a la calle a denunciar el machismo, el clasismo, el neoliberalismo imperante contra las mujeres… Pero son Trivelli y “Lily” (la feminista derechista), quienes reivindican el Femicidio cuando éste atrae atención y divisas políticas.
CARTA AL CINISMO
Primero: tipificar el Femicidio no será más que cambiar la denominación de parricidio por Femicidio: una palabra por otra. “Beneficiará” a las muertas no a las sobrevivientes. Por lo demás, contempla sólo los casos en que ha habido una relación de pareja entre víctima y agresor, nuevamente quedan fuera, las novias, las jóvenes sin hijos, las adultas sin hijos, las lesbianas que sufren femicidio en pareja lésbica, las prostitutas asesinadas por prostituyentes, las mujeres asesinadas por mafias, y todas las mujeres asesinadas por amigos, compañeros de trabajo o estudios, vecinos y cualquiera que la mate por ser mujer. Segundo: Hicieron y reformaron una Ley VIF, que contribuyó a una política comunicacional y de imagen de la Concertación, pero no le pusieron ni un peso de plata: la prueba está que no no alcanzan los carabineros, las consejeras técnicas, las jueces y juezas, las y los fiscales, las horas de trabajo de las y los funcionarios (hay 258 jueces de familia y 392 mil causas). Tercero: Los femicidios no se originan en los feriados o “el alto consumo de alcohol”. Borrachos y abstemios matan mujeres en días festivos o no. El Feminicidio es un crimen que no necesita alcohol, drogas o pobreza, sino un crimen patriarcal estructural, surgido de una sociedad jerárquica, masculinista y discriminadora. Cuarto: ¿Listo para La Moneda don Marcelo Trivelli?... (bueno, usted y varios más, según hemos escuchado)… ¿Cuántos votos espera sacar de su nueva perfomance de género? ¿y usted señor Piñera, cree que este año le irá mejor con estas feministas declaraciones?... A NOSOTRAS El Patriarcado y sus legislaciones anacrónicas no van a reconocer que las mujeres mueren por machismo y misoginia, nunca. Pareciera que todo este teatro, y disculpen l@s verdader@s artistas, se trata del “pacto social” propuesto recientemente por la Presidenta Michelle Bachelet a la oposición y de “centrar” la “acción previa al 2008” (año de elecciones municipales) “en los grandes temas que preocupan al país”... (10).
La Violencia contra las Mujeres no se enfrenta con leyecitas surgidas de la verborrea derechista (o de la derecha de la izquierdas). Cuando se acosa moralmente (sexualmente) a la mitad de la humanidad y se lo hace desde la normalidad de siglos, cuando se mata a la mujer por un acto patriarcal, no sólo se asesina el cuerpo biológico de ella, sino también se elimina una construcción defectuosa: una individua que debió ser pasiva y tolerante al varón y al Estado masculinizado, pero que se rebeló. Cuando se persigue a los y las mapuche se prosigue con el exterminio histórico de indios insumisos. Cuando se humilla a mujeres que conmemoran el 11 pinochetista, se persigue la memoria revolucionaria de las mujeres. El agresor no sale de su estupor: ¿Cómo han podido rebelarse, las mujeres, las mapuche, cuando se las ha entrenado siglos en la desesperanza aprendida? Han podido y lo seguirán haciendo. Sucede que no creemos en las mesas de diálogo, las mediaciones, las conciliaciones, las reconciliaciones, y menos en los pactos entre derechas.
1. Marcelo Trivelli: precandidato presidencial, político democratacristiano, ex-Intendente de Santiago.
2. Juana y Luisa Calfunao son mapuche, Juana es lonko mapuche, una autoridad de dicha comunidad. Ambas, se encuentran encarceladas desde fines de 2006 por defender las tierras de la comunidad, que empresas forestales quieren arrebatarles.
3. Feminicide/The politics of woman killing, Prentice Hall International, Nueva York, 1992.
4. Periódico Feminista PUNTADA CON HILO, Nº 3, AÑO 1, Septiembre 1994. Acosos a detenidas 9 de septiembre de 2007
5. El Mostrador.cl, 11 de septiembre de 2007. Hubo detención ilegal, torturas, abusos sexuales contra la profesora Claudia Macarena Fernández Contreras y las alumnas Tamara Figueroa Valdivia y María José Soto Raby en la Sexta Comisaría de Carabineros, en calle Gavilán 1980, Recoleta, Santiago. Los funcionarios policiales llevaron a cabo la humillación y Vicepresidente de la República tomó la determinación de impedir el paso de la marcha organizada por la Asamblea por los Derechos Humanos por la calle Morandé.
6. Entre 1999 y 2001, en Alto Hospicio, ciudad perdida en el norte pobre de Chile, 15 niñas y mujeres desaparecieron. Cuando aún no se sabía el paradero de las niñas la policía desestimaba las denuncias de sus madres y decía que “se habrían ido de putas” (eran niñas pobres). En 2001, Julio Pérez Silva, fue condenado por la violación y asesinato de 14 de las desaparecidas, ya que la número 15, se salvó de la muerte, escapó y lo denunció, lo que nunca ha estado claro es si cometió los hechos solo.
7. Cynthia Cortés Pérez, estudiante de 1º Año de Arquitectura de Universidad Austral de Valdivia desapareció en 1 de noviembre de 2003, desde una fiesta de su Universidad, y su cadáver apareció semienterrado en el fango del Jardín Botánico, a orillas del río Calle Calle, a 50 metros de la Escuela de Arquitectura, lugar que había sido revisado cada día desde hacía seis días, por cuadrillas de familiares y amigos. Tenía señales de asfixia por estrangulamiento, golpes en el cráneo, muestras de haber sido arrastrada, una herida profunda en la nuca, estaba semidesnuda, con hematomas en todo el cuerpo y varias muestras de tortura.
8. Cimac / Artemisa Chile, miércoles 25 de enero de 2006
9. “Tendencia ya había sido advertida por las autoridades: Tres femicidios en una semana prueban el alza de estos crímenes después de las fiestas”. El Mercurio 28 de septiembre de 2007
10. “Propuesta de la Presidenta Michelle Bachelet: Viera-Gallo aclara que el "pacto social" se resume en destrabar la agenda legislativa”. El Mercurio. Domingo 30 de septiembre de 2007.

* La autora es activista feminista e integrante de Memoria Feminista / feministautonoma.blogspot.com