La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer
El siguiente texto es una transcripción de las ponencias presentadas en el primer “Circuito Disidencia Sexual” el día 4 de mayo de 2009 en la Universidad de Chile. En la mesa -una de las más acaloradas de todo el encuentro debido a la diversidad de activismos presentes-titulada “La crisis del lienzo y la marcha: política lesbiana y activismo queer” expusieron Julia Antivilo del Colectivo Malignas Influencias, la Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”, la ex-presidenta de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual y el Colectivo Gente Culiá de Valparaíso.
El término de la Dictadura Militar a fines de los ochentas significó en Chile no sólo la consumación de los anhelos de democratización institucional sino también la posibilidad inusitada de politización de las sexualidades marginales. Las acciones del Colectivo “Yeguas del Apocalipsis” que superpusieron la denuncia de la violencia militar, la identidad latinoamericana y la homosexualidad, junto con la fundación del MOVILH en 1991, y de Ayuquelén en 1984, son ejemplos de ese proceso, pero hoy casi 20 años después, las “Yeguas del Apocalipsis” son sólo un recuerdo y el activismo de las minorías sexuales, cada vez más Institucionalizado, se normaliza en la demanda integracionista del matrimonio y se acoplan a las lógicas del capitalismo post-industrial en la noción del Orgullo Gay, o en el caso de lo lésbico en el lema callejero de “soy lesbiana porque me gusta y me da la gana”.
El ejercicio de la mesa pone en discusión a diversos actores: mujeres feministas, activistas lesbianas, críticos queer, que han vinculado la reflexión crítica con la acción política y la experimentación e intervención estética y visual en materia de disidencias sexuales y feminismo. El sentido es pensar alternativas que sorteen la denominada “Crisis de la marcha y el lienzo”, es decir la crisis de las formas tradicionales de protesta, que en el caso de las sexualidades marginales se han expresado en las críticas al paradigma de la marcha y orgullo LGBT y a las formas tradicionales de denuncia y de representación mediática que corren el riesgo de fortalecer los estereotipos de víctima y victimario.
Se pondrá en acento no solo lo teórico, sino principalmente las acciones practicas y experiencias efectuadas por cada uno de los actores actices y colectivos presentes.
Como presentación: Hace dos semanas un grupo de deudores habitacionales manifestó contra un sistema económico nacional que no los protege en su capacidad de pago. Los manifestantes se tomaron una grúa ubicada en el sector cívico de la capital aun costado de uno los pocos liceos públicos de calidad, El Instituto Nacional. Estos trabajadores dueñas de casas, se toman una grúa, la maquinaria que construye sus viviendas, que luego les quitan el sueño y que los obligan a exponer sus cuerpos a varios metros de altura. Se trata de una metáfora que apropia la mecánica impersonal de un gobierno ajeno, poseedora de una excepcionalidad ubicada en las alturas, una cita a un tiempo en donde el detenimiento de las construcciones de viviendas en la explicación de un escaso desarrollo económico, una protesta aérea, sorpresiva, mediática, no entendida y lamentablemente fugaz, donde los cuerpos de los manifestantes toman un rol primordial, el lienzo que ha desplazado, porque ya no hay ideología que consignar y tampoco un enemigo explicito a quien acusar, ya no estamos frente a una movilización, la marcha democrática se presenta a través de todos quienes seguimos la noticia por Internet, televisión, radio o podcast, la movilización y el apoyo lo hacemos a través de nuestras redes sociales y virtuales. Estas son luchas hiper-individualizadas que emergen a través de los intereses de grupos pequeños y que critican grandes hegemonías.
Lo mismo ocurre con una Pamela Jiles figura mediática que para análisis políticos que se estiman de serios no conciben como político el que proteste contra un sistema patriarcal frente al palacio presidencial La Moneda exponiendo su cuerpo mujeril travestido con estitecas militares. Otra vez no vimos el lienzo ni marcha, sino deseos políticos que solo en pocas ocasiones ocupan los medios. Se podría decir mucho sobre estas manifestaciones que desordenan un orden político instaurados por movimientos de izquierda que tradicionalmente instauran los diseños de manifestación política. Las manifestaciones micro-políticas se encausan por manifestaciones precarias, marginales y potencialmente mimetizables. Entender el rol del cuerpo como voz política de manifestación y protesta, parece que hasta los adolescentes nacidos en post-dictadura y trasgresores de normas de géneros parecen entender muy bien cuando ocupan las plazas públicas del centro de Santiago.
Es necesario comenzar una lectura crítica de estos pequeños y silenciosos espacios de desestabilización de los discursos hegemónicos denotan relacionados con una crítica con un régimen autoritario, sino ante una democracia que escamotea espacios políticos visibles, donde hay que saber a que espacio de la transición democrática encaramarse.
Doy la palabra a Julia Antivilo que está a mi lado para que comience la exposición.
Julia Antivilo (Colectiva Malignas Influencias)
Bueno mi texto se llama “Desde lo personal y político malignas influencias espacio de colaboración de arte feminista”. Desde la fila del activismo feminista autónomo comencé camino dentro del colectivo “Las Clorindas”, el cual finalmente terminó fagocitado, primero y posteriormente extinto en la coordinadora “Memoria Feminista” que se formó a partir de unos talleres que impartimos “Las Clorindas” sobre historia de feminismo latinoamericano.
Media huérfana en el 2004 fundé “Malignas Influencias”, un espacio de colaboración y arte feminista, en el que ha participado Saida González, fotógrafa, Jesica Torres, escultora, y Paula Moraga, bailarina y coreógrafa, además de las contribuciones de muchos amigos y amigas adicto a “Malignas Influencias” y sus creaciones. Desde otros oficios soy historiadora y hoy por hoy me creo artista feminista, dedicada especialmente a la creación de textos teóricos al diseño y creación de objetos de artes y también a las perfomances.
Desde el quehacer he decidido ligar los campos de historia cultural y de las mentalidades el arte feminista y el activismo. Mis ensayos pretender hilar con sarcasmo e ironía el intento de tejer la red invisible entre la teoría y la praxis feminista a través del arte, “Malignas Influencias”, por tanto, aspira a ser una acción política-estética.
La primera puesta preformativa de “Malignas Influencias” fue materializar el ensayo ilustrado sobre la alegoría y símbolos que se desprenden desde los cinturones de castidad y otros objetos de tortura y vergüenza publica coloniales y sus relaciones con la censura y autocensura de las mentalidades de las mujeres latinoamericanas.
En un primer momento trabajamos entre significar la metonimia la que nos hablaba de aparatos de tortura y de vergüenza públicas como prótesis mentales de censura y autocensura para trasfórmalas en dispositivos que sirvan para el placer y también para la autodefensa de las mujeres ante la violencia simbólica y directa que solimos recibir cotidianamente al salir de la calle o en nuestros hogares.
Creíamos de real importancia la resignificación de las tecnologías represivas que han perfilado en la mentalidad y los cuerpos de las mujeres, ya que hasta hoy en día podemos visualizar que ambos, cuerpos y mentalidad femenina, se siguen construyendo como cárceles de placer en el plano social, cultural y simbólico.
“Malignas Influencias” usa como materia prima la relación cuerpo-mujeres que se une a si vez con mentalidad, censura y autocensura, así mismo con violencia y autodefensa, además complacer y auto placer, así como en una ecuación.
Por tal razón vemos necesario hacer el llamado a reflexionar en torno a una ética del placer, en la que partiendo desde la epistemología feminista haga explicita una filosofía moral y ética mas idónea para las mujeres latinoamericanas. Para ello podríamos comenzar con la tarea de romper el cinturón de castidad que nos han implantados en las mentes femeninas desde la colonia.
“Malignas Influencias” invita a transgredir todo orden de cosas, va desde el cuerpo propio al cuerpo social.
Rescatamos la idea libre de una relación mas libre con nuestros cuerpos, muy diferente al dispositivo de control social heredado desde la colonia, el cual condena a las mujeres a ser ovejas de un rebaño que no tienen derecho a gozar en el banquete de la vida, como dijeron las mujeres libres en argentina en el siglo XIX, como también lo expresó Emma Goldmann al afirmar que las mujeres tenían un papel primordial en su propia liberación para la cual el retiro de nuestras barreras mentales constituía el primer paso.
La propuesta para otra ética para el placer también lleva consigo el romper con la idea de la obligatoriedad de la heterosexualidad entendiéndolo esta como “lo normal”, y lo único respetable entre las posibilidades de tener relaciones sexuales. Por eso nuestra obra es también una voz que aclama por otras formas de amor, es la llamada al amor libre sin las construcciones genéricas determinantes planteadas a partir de la diferencia sexual.
Se apela a una verdadera diversidad sexual en la que no se limiten las opciones sexuales que tomamos, en fin, es no llenarse de prejuicios con respecto a unirse con otra u otro o varios. El amor libre como conceptos es difícil de definirlo, solo podemos afirmar que conlleva a las ideas de igualdad y libertad en las relaciones sexuales y afectivas, podría significar promiscuidad o lujuria para los sectores conservadores ya sea de izquierda o derecha, pero es una opción sin culpas. La libertad del amor implica dos aspectos, primero la ausencia de los derechos posesivos entre los integrantes de una pareja o más si están de acuerdo o no, también puede ser ¿no?, en un segundo lugar la disolubilidad de la relación.
Puede ser practicante del amor libre una pareja o mas que mantienen una relación de respeto cariño e igualdad, si es que lo quieren. Nos liberaremos de los prejuicios en la medida en que se deje de ser una amante o amante, castrado o castrada y cobarde para transformarse en un amante libre de temores, si es posible pensar en la universalización de esta idea de amor, éste ya no será nuestra condena, sino nuestra liberación.
Volviendo a la línea de los trabajos de “Malignas Influencias”, son dos líneas principalmente, la violencia, la no más violencia hacia las mujeres, y el derecho al placer. Siempre hemos trabajado en las dos líneas juntas.
Otro de los trabajos comenzó en el 2006, en Julio, y lo comenzamos con una encuesta a más de 200 mujeres en plaza de armas en el cual se consultaba con respecto a estos dos lineamientos, con respecto a la violencia y con respecto al placer. Esta información ha sido un material de constante revisión y consulta para las creaciones, las encuestadas respondieron dos preguntas como les decía, y las depositaban en un buzón, eran privadas las respuestas, y también recibimos por correo electrónico. La encuesta fue aplicada a diferentes mujeres, de diferentes edades, de diferentes nacionalidades, etcétera. En general muy pocas mujeres se negaron a contestarlas después de señalarles quienes éramos y que sus respuestas secretas serian parte de las creaciones que se montarían en una exposición gratuita para inaugurar el 8 de Marzo de 2007, varios meses después, en el patio central del museo histórico nacional, en plaza de armas.
La mayoría de las preguntas fueron de desarrollo, no voy a abundar mejor en las preguntas en fin, más bien en las respuestas. Las preguntas centrales estaban en caso de si habían sido victimas de violencia por el hecho de ser mujer tanto de parejas o de extraños o extrañas, los tipos de acoso y otras de desarrollo en que se preguntaba en que deberíamos hacer las mujeres para protegernos o defendernos.
Cuando comenzamos a revisar las encuestas respondidas partimos de la ultima pregunta, y nos sorprendió que la mayoría apelaba a una mayor solidaridad entre las mujeres a través de organizaciones de mujeres y no todas interpelaban al Estado para su organización. Otra puesta reiterada a la pregunta como respuesta fue la autodefensa, especialmente que debería estar incorporada en la educación y el empodramiento de las mujeres como otra herramienta de autodefensa a través de la dignidad.
Con respecto al placer muchas señalaron las cosquillitas pubicas, nos pareció sorprendente, por ello se construyeron, partimos por las cosquillitas ¿no?, y creamos unos columpios vibradores, también recreamos estos aparatos de tortura que son unos cepos que son los “violines de las comadres”, que te colocaban al frente de tu comadre si eras acusada de copuchenta o le faltabas el respeto a tu padre, o en fin, era una de las vergüenzas publicas en la colonia.
Otras de las creaciones con respecto especialmente a la autodefensa de las mujeres fue el corpiño “anti-agarrones”, que es un corpiño el cual si alguien me agarra una teta o las dos, les doy un golpe de corriente.
“Malignas Influencias” es principalmente un espacio de creación artística que utiliza diferentes formas de financiamiento, cabe señalar que partimos del autofinanciamiento, de la autogestión de recursos a través de fiestas en fin, y también de uno u otro que nos creen los proyectos y nos pasa materiales especialmente, por ejemplo todas estas creaciones fueron con donaciones y trabajos de amigos y amigas.
Eso es en Buenos Aires en otro encuentro de perfomances en el cual el proyecto se llamaba “Santiago - Buenos Aires bitácora visual” y fue una performance de larga duración, en la cual nos fuimos a dedo con Jesica Torres, y nos fuimos a dedo para un poco desmitificar en cierta parte, bueno esa era nuestra primera hipótesis, de que los espacios de las violencias hacia las mujeres no estaban dentro de los lugares donde uno supuestamente se exponía, como por ejemplo al hacer dedo, bueno así todo igual fuimos protegidas, fuimos con el corpiño “anti-agarrones”, un electroshock porsiacaso y la cámara de video escondida en primer momento, cuando nos dimos cuenta de que el camionero que nos llevaba era un amor de hombre, estaba muy preocupado de nosotras, acaso si que habíamos tomado desayuno en fin, sacamos la cámara tampoco pregunto nada en fin y fue un viaje muy piola, bueno eso lo registramos en video, lo editamos y lo mostramos en esta presentación que fue una conferencia performanciada donde ironizamos con el papel de la académica, entonces todo el mundo esperaba una conferencia muy académica, entonces llegamos disfrazadas, yo de Fauna, bueno yo ya me había sacado las orejitas y todo, y Jesica, yo arrastrándola con el violín, bueno ahí entramos a arrancarnos los cinturones de castidad y parto sacándome el cinturón que tenia puesto, después llamamos a la gente a probar el corpiño y se fue dando una conversa igual bastante interesante con el publico.
Estas en otra de las producciones de “Malignas Influencias” que es un video y una performance, y es un texto también que se llama “Afrodisia”, y que es la invitación a probar este urinario femenino, especialmente diseñado para las mujeres, para que puedan orinar de pie, y también es un bidé y también es un masturbatorio, entonces el video acompaña con música de Donna Summer con el tema “Try me, I know we can make it”, entonces llamamos a que lo prueben, y bueno, mucha gente lo ha probado, han quedado satisfecha y satisfechas también, y eso es “Afrodisia”, entubo en una bienal de videos en valpo, que fue raro porque la gente que alguien lo estaba haciendo en vivo porque se estaba proyectando hacia la carpa entonces la gente se metía con la curiosidad acaso yo estaba al otro lado, bueno fue igual un enganche para que la gente entrara, a! y esto lo voy a presentar en Colombia en vivo. Esto lo presente en vivo en la Galería Metropolitana, el año pasado, entorno del la Bienal Deformes. Bueno este, yo soy una dama, en la cual esta no tan dama dobla la canción “Yo soy una dama” de Frecuencia Mod, no se si la conocen, no se las puedo cantar ahora porque estoy media disfónica, bueno pero es una dama que dice que tiene que aguantar sus ansias de amor, entonces cuando habla de sus ansias yo me levanto el vestido y ando con un cinturón de castidad, fue presentado en la feria del libro en Santiago el año pasado en el lanzamiento del libro “Fragmentos para la Historia” de las mujeres, que compilo Sonia Montecinos, fue presentado en el cóctel Fem en el bar “El Clan” en Marzo del 2009 y también en la población Lo Hermida, en el marco de la celebración, en la conmemoración y también fue una fiesta en la población, en la plaza Víctor Jara en la población Lo Hermida, para este 8 de marzo. Y también para el 8 de Marzo de 2009 para una coordinación de varias colectivas lesbianas-feministas principalmente, donde estaban Las Moiras, Circulo Hereje, Las Callejeras y espero que no se me olvide ninguna, Las Mujeres Publicas también, se presento en la Plaza de Armas, esta justicia que deja de trabajar para la justicia patriarcal y se revela y llama a la lucha armada, y decía: “Yo a la justicia reivindico la lucha armada, mujer armada jamás será asesinada con las armas de la justicia, con las armas de la educación no sexistas, con las armas de otro tipo de amor, pues quien ama no mata, no humilla ni maltrata, solo en la lucha una será libre, también la victoria mas si se suma la Maria, la Carola y la Claudia”. En un poco de ironizar con todas las consignas de la izquierda tradicional, ese era como el cuento.
Bueno hay otro montón de otras acciones mas pero por tiempo creo que estamos, mas que ahora llegaron las chicas con Concepción, voy a ir terminando un poco con una reflexión que me llamaba, bueno que tiene que ver con el titulo de esta mesa, porque la crisis de las marchas y el lienzo, y bueno mi reflexión era que pasa por el estado actual de todos los movimientos sociales no es solamente de los que luchan por una diversidad sexual o por las que luchamos por el feminismo, en fin, es un escenario compartido con otros momentos sociales y coincidente en tanto, y a partir de las rupturas, disociaciones, alejamientos, disgregaciones, mezclas, mutaciones, de los grupos que podrían formar un movimiento social mucho mas compacto, nadie me puede negar que están todos peleados con todas y todas peleadas con todas, donde se privilegian los egos de quienes se cree mas o menos autónoma o menos radical o mas radical en fin, y es lo que nos tiene ahora sin tener la capacidad de si tener grandes marchas con lienzos, pero si bien el tiempo no, no se que se podrá hacer, tampoco tengo la gran receta, pero si seguir resistiendo aunque sea divididos, en fin, y quizás por eso mismo “Maldita Influencia” no es un espacio colectivo, es un espacio de colaboración de arte feminista, donde nos juntamos y paramos cosas, mas que con el nombre de colectivo, se hacen colectivos, como todas las cosas, y eso, hoy lo publico o lo callejero no pasa finalmente de ser una escaramuza válida, pero escaramuza al fin y al cabo, vale entonces pararse, ya sea desde los encuentros académicos , desde la calle, desde distintas marchas, no se, desde galerías, desde los museos, de todos lados, desde el video desde la red, en fin, eso gracias.
Daniela y Alejandro (Gente Culiá)
Alejandro
Quería partir aclarando el porque no somos colectivo, y porque somos simplemente la “Gente Culiá”, primero porque en las condiciones actuales del espectáculo integrado del capitalismo tardío todos somos gente culiá, la diferencia es que hay gente culiá en si, y gente culiá para si, nosotros somos gente culiá para si, considérese que esto no esta en mofa y no esta en ridículo ni un neologismo barato, sino que tiene un símil directo de aplicaciones en nuestro análisis con la proletarización de la vida cotidiana desde la integración del capitalismo tardío, como forma regulada de sociedad de control. ¿Por qué surge la idea de ser gente culiá?, de partida nosotros nos juntamos sin pensar que éramos gente culiá, lo descubrimos en el camino como un proceso de construcción y de recuperación de nuestra memoria anal.
Primero partió como propuesta de un taller de discusión, juntarnos a hablar weas, pero weas con un vocabulario amplio y académico, pero weas. Nos podríamos definir entonces en este vocabulario de mierda como un “devenir molecular en la multitud”, que surge como iniciativa de análisis a partir de las políticas antagonistas de los cuerpos, entendiéndolos como campos de batallas cruzados por significaciones y mierda. Lo que nosotros tratamos de hacer en nuestra propuesta analítica que esta plasmada en nuestro sin fin de actividades, que es una hasta el momento, es tratar de desarmar la relaciones de poder que se establecen en el cuerpo, no lo hemos logrado hasta ahora, hemos descubierto que el ombligo no es el centro del cuerpo ni el eje gravitacional y en el fondo si nosotros estamos entendiendo que la gente culiá parte como una nueva forma, una forma que nosotros proponemos de entender la proletarización de la vida cotidiana en este extremo en este capitalismo tardío o totalitarismo multicultural democrático de mierda, nosotros estamos hablando de espectáculo, que mas espectáculo que el desfile del orgullo gay, o que el activismo en general de las minorías en general, no hay un espectáculo mas acabado, mas simpático, mas democrático y mas amarillo de mierda que el que podemos realizar nosotros sacos de weas.
Daniela
Cuando hablamos del desfile del orgullo gay nos preguntamos que queremos representar, o sea que va a pasar con esta maquina mediática que corta y pega nuestros cuerpos y dice lo que quiere entonces en el fondo salen todos nuestros cuerpos celebrando al lado de carros alegóricos escuchando a la cantante pop de moda y luego yendo a la disco Blondie y reventarnos hasta morir en el día gay, entonces pensamos que pasa con las demandas que pasa cuando nos sacan la cresta después de salir de las discos, cabe otras demandas dentro de este desfile?, es por eso que nosotros criticamos un poco a esta estabilización y naturalización de identidades porque pensamos que en este sentido el sistema ha coartado, ha captado, coartado y normalizado estos espacios, ósea como que dicen: “acá tienen un día gays” y marchen en la alameda y ponen un limite a las demandas dentro de un campo de lo posible, o sea tenemos que pensar nuestras demandas dentro del campo de lo que nos dice el gobierno, entonces en este sentido nosotros nos planteamos como un “entre” o un “y” o un “devernir” que se reconoce desde el cuerpo de pensar, no pensar la marcha como un acto político en si, si no como la lucha, o sea como el campo de batalla, he ahí donde se tienen que posicionar nuestras sexualidades, nuestras demandas, si tenemos demanda o no, o nuestras acciones especificas, no tomar la marcha como el hecho político y que ahí culmine todo, entonces pensando en esto entramos a la discusión si es que la marcha era politizada o fue despolitizada, Alejandro tiene algo que decir al respecto.
Alejandro
Ustedes lloran bastante y dicen “uy la marcha del orgullo se esta despolitizando, oh nuestras acciones no tienen la fuerza de critica que tenía”. Yo he escuchado llantos de esos, en movilizaciones y movimientos de otro tipo, pueden ser estudiantes secundarios o estudiantes universitarios.
Si tratamos de escarbar mas en realidad de desmovilización social sostenida que se esta llevando en el país desde el inicio de los noventas con la transición pactada lo que estaríamos viendo nosotros en el movimiento LGBT o de minorías en general, no sería una despolitización sino que seria una politización y reterritorialización por partes de las institucionalidades hegemónicas que dota de nuevos significados a nuestros actos, como decía Daniela, cortando y pegando, y mostrándonos como les parece. No es que nosotros estemos perdiendo nuestro peso, nuestro peso se lo esta llevando la marea, la marea mediática que genera este espectáculo montado a partir de nuestras propias demandas, porque parte de la demanda, parte porque nosotros estamos pidiendo algo, a alguien exigiendo algo que tenemos que hacer y mostrarnos de tal manera, estamos demandando y performateando en vacío, moviéndonos en el aire, ¿Por qué?, porque hemos sido al tratar de demostrar nuestro cuerpo, nos hemos ido perdiendo, nuestra propia experiencia vivencial, cruzada por este campo de batalla que nosotros decíamos al principio, se va perdiendo ¿Por qué?, porque escogemos una batalla en especial que queremos ganada, que es la que conocemos mejor, definirnos como “A-B-D-C-Mierda”.
Quería citar una canción de Xuxa, no, quería hacer una consideración con respecto a un rayado de ese decadente, triste y patético Mayo del 68 francés, que era: “hay que ser realista y pedir lo imposible” y reconsiderarlo como algo que tratamos de rayar una vez con un amigo para un año nuevo que estábamos muy aburridos y se nos acabó el spray, que era: “no sea hueón, no pida lo imposible, hágalo usted mismo”, ¿Por qué?, nuestras demandas se están pasando, en general en el clima de desmovilización social que esta cundiendo en el país, y sigo diciendo: como parte de la consolidación del modelo hegemónico neoliberal, ahora su readaptación multicultural cuando dicen que estamos entrando en la crisis del neoliberalismo y cuando están entrando las minorías participativas al empodramiento de nuevas formas de establecerse y presentarse, y llevar a cabo su vida a través de farsas como podríamos hablar en términos sociológicos o de análisis institucional, políticas publicas, en las farsas del capital social o lo que nosotros llevamos hasta cierto punto como una farsa cuando se convierte en una propuesta vacía, como la performatividad, es el rescatar que no tenemos que andarle demandando a los hijos de puta, porque nosotros en la misma marcha podemos estar compartiendo con los hijos de puta que nuestros mismos cuerpos lo reconocen como enemigo, no a estos mismos cuerpos como algo ciencializado, si no que nuestros cuerpos en las vivencias practicas diarias, o sea no me extraña que mañana que tenemos que hacer una presentación en Viña, nosotros como la “gente culiá”, para un foro sobre la juventud, lo mas probable es que muestren alguna imagen de una persona, que podría haber sido fácilmente yo o algún amigo mío, puta borracho y botado en una esquina y arriba en un power point, y que arriba salga: “jóvenes, estamos entregando suficientes espacios de participación”, y junto con eso venga a hablar una persona que posiblemente pueda estar bastante de acuerdo con las minorías o las movilizaciones de minorías sexuales o el LGBT, y como por ejemplo alguien participante decir: “¡si!, usted es un niño de mierda, debería empezar a participar a empoderarse, ¿Por qué no bota?”. ¿Y cómo voy a estar participando con el?, que es mi enemigo, que al decirme que tengo que botar, que a pesar de que estamos marchando juntos, con supuestas demandas iguales, él esta legitimando un sistema democrático que ampara la represión de Estado y la violencia de genero como vivencia de Estado, que ampara la persecución de los cuerpos, que ampara la criminalización a través de usos de sistemas de exclusión, porque cuando nosotros estamos haciendo esto sin criticar el sistema en general como una forma, no me estoy refiriendo a un sistema único de critica, sino que a un sistema articulado a partir de nuestras propias vivencias, cuando nosotros no estamos haciendo eso, lo que estamos haciendo es hacerle el trabajo, o sea que mierda, mas allá del espectáculo que pueda estar montado Pamela Jiles, ella esta legitimando que la democracia puede funcionar, cuando la democracia ha dado cuenta de que en las condiciones actuales lo único que hace es extender su espacio de dominación y control, ¿Para qué?, para poder legitimar que la clase enemiga, y lo digo en esos términos, porque lo reconozco así, pueda invisibilizarse, transparentarse, hacerse multicultural, escribir poesía, cortar el pelo mohicano, teñirse el pelo, ser maricón, meterse palos en el poto, ¿qué?, chao.
Alejandra y Antonia (Colectiva Lésbica Feminista Autónoma “Las Mafaldas”
Alejandra
Nosotras hablamos más lento porque nuestra ciudad funciona más lento. Nosotras somos de la colectiva lésbica feminista autónoma “Las Mafaldas”, en conce, y somos de la comunidad lésbica “la teta insurgente”, y estábamos conversando mientras escuchábamos todo, como que no pertenecemos, porque nuestra forma de intervenir los espacios para nosotras las lesbianas es completamente distinto al que han mostrado los compañeros y las compañeras, y distinto no solo porque nosotras hacemos intervenciones que tengan que ver con las lesbianas, nosotras también hacemos intervenciones que denuncien a un gobierno fascista que oprime a los mapuches y a las mapuches en el territorio donde nosotros vivimos, hacemos intervenciones que denuncien que las micros en conce cuestan mas caras de lo que cuesta en Santiago y hacemos un montón de intervenciones que no tienen nada que ver con el género, porque no creemos en el género nosotras, entonces por eso pensábamos como que no encajábamos mucho con lo que estaban presentando las compañeras y los compañeros. Nosotras no quisimos traer un video, porque sentimos que la única forma de demostrarles la forma en que nosotras intervenimos, es conversando, porque es como nosotras lo hacemos en la comunidad, conversamos, intercambiamos ideas, nuestras conversaciones tampoco son tan académicas, son mas bien sencillas, porque nosotras somos sencillas también, entonces un poco para contarles, nosotras tampoco creemos en la marcha del orgullo, creemos que orgullosamente inútil, pero también nos hemos cuestionado durante este tiempo el tema de las marchas y también sobre la palabra performance y preferimos llamarla “intervención lésbica feministas”, pero en nuestras intervenciones hemos estado dándole un vuelco nosotras y de haber estado mucho, como cinco años, haciendo cosas en la calle, pegando harto papelografo, también habiendo viajado a Santiago con otras compañeras, que hoy día tenemos algunas acá, haciendo complicidades juntas, por ahí nos paso que este 8 de Marzo dijimos “vamos a hacer otra marcha en conce” y la respuesta fue: “no sé”, y empezamos o decidimos todas en conjunto en que las intervenciones que hiciéramos iban a ser en donde no llegue la prensa, en donde no llegan las micros y en donde las compañeras no tienen acceso a dinero para tomar la micro e ir a ver la intervención o la marcha y nos fuimos a meter a las poblaciones, para nosotras fue, llevamos como un años ya con el tema de Boca Sur, que es una población que queda muy cerca de la comunidad donde nosotras vivimos, y Boca Sur es una población que esta a un kilómetro de un barrio que es muy burgués, que podríamos decir que es como Vitacura, y esta población esta a un kilómetro, porque Pinochet saco a toda la gente que no servia de Concepción y la puso en eso lugar que es Boca Sur, y la 8-R, que es la Junta de Vecinos, donde nosotras hemos hecho complot juntos con los vecinos y las vecinas, son una junta de vecinos autónoma, ellos se definen como autogestionados y autogestionadas, y a partir de eso, con conversaciones con otras compañeras, anarquistas, casas okupa, compañeras mapuches, decidimos empezar a hacer las intervenciones en los lugares en donde las compañeras no tenían acceso a llegar al centro de la ciudad o a llegar a la universidad por ejemplo, o al Internet, y la experiencia ha sido increíble porque las compañeras y los compañeros no tienen dialogo académico, entonces hemos tenido nosotras también que desconstruir el dialogo, sacarle la academia y volverlo popular, y ha sido un aprendizaje mutuo, tanto de ellas como de nosotras, y nuestras intervenciones tienen que ver con eso, tienen que ver con los espacios y los territorios en donde muchas veces no llegamos por buscar la masa, por buscar la marcha que tenga mas prensa o que salga mas en Internet, y hemos llegado a lugares en donde no llega la prensa, porque esta el estigma de que se van a robar las cámaras o que como esta el conflicto se los van a echar, y para nosotras ha sido otra experiencia en términos de intervenciones, quizás mi compañera pueda explicar lo que se nos estaba ocurriendo en estos días, porque la comunidad entrega como muchas ideas cuando una esta juntita entre mujeres, al lado de una cocina a leña, tocándose, oliéndose, como que surgen las ideas y por ahí se nos han estado ocurriendo dentro unos talleres literarios que hemos estado haciendo y unos encuentros lésbicos que hemos estado haciendo, hacer intervenciones en la población con canciones infantiles muy sexistas que hemos estado escuchando y quizás la Toña pueda contar un poquito mas de eso que estamos haciendo.
Antonia
Quería decir algo para terminar eso respecto a la visión que tengo yo desde la comunidad y la que conversábamos las compañeras, en ningún caso somos todas compañeras y creo que hay mas visiones también, pero dentro de lo que pensamos, yo creo y rescato lo que dice la Ale que en el fondo nuestro mayor trabajo es la intervención en la población, porque en sí las que vivimos en la comunidad somos pobladoras y eso es lo que fuimos desde siempre, nacimos en la población fuimos pobres siempre y como decía el compañero, tal vez con otros énfasis, si nos cagaron toda la vida y dentro de ese cagarnos no nos quedamos en la victimización, en ningún caso, si en las propuestas y empezamos a trabajar con las compañeras que al igual que nosotras tenían realidades muy semejantes y yo creo que esa ha sido nuestra mayor intervención, porque no tiene publico, no tiene masas, como le gusta al partido comunista o a los otros partidos, no busca eso, busca conversar en lo mas intimo con las compañeras, porque creemos, y es una creencia no cristiana, en ningún caso, pero si una creencia muy feminista y muy autónoma de que hay que luchar contra la hegemonías de poder y eso se hace desde lo intimo y eso es colectivo, todos podemos hacerlos y es muy popular, creo que esa es una gran lucha, que hay que popularizar las luchas y dejar de ponerlas académicas, y creo que desde ahí nos fuimos a lo mas popular, como para volver al ejemplo, que eran nuestras míticas canciones infantiles que a todas nos contaron y que hace como dos semanas empezamos a cantarlas y yo no me había dado cuenta de que Pepito era el capitán de un barco Ingles y si se sabe la continuación, es una mierda de canción sexista, y fue entretenido empezar a redescubrir porque si las compañeras de la pobla también se las conocen, porque nos cagaron con el mismo lenguaje, la misma hegemonía de poder, los mismos sexismos y el mismo patriarcado, y desde ahí ha sido atractivo empezar a generar dinámica, las compañeras llegan a la comunidad y una conversa todo el día, es la gran ventaja de venir en comunidad y no en ciudad, acá todos apartados, y creo que ahora estamos intentando ver como, desde la autonomía y la autogestión como decía la compañera por acá, empezar a hacerlas, porque es para el otro desafío, la clase es uno de los punto en donde nos caga, pero no es el único punto, que es el problema de otras luchas, entonces yo creo que estamos en eso, con respecto a las canciones y bueno en otras cosas, los que pueden entrar a Internet, que son casi todos los que están aquí están.
Alejandra
Quizás así para que entiendan un poco, hay una canción que dice, que nosotras empezamos a descubrir estas cosas porque en la población hay hartas niñas y niños, y una haciendo memoria también recuerda las canciones, entonces una canción decía: “cuidadito las manitos lo que tocan, cuidadito las manitos lo que tocan, que hay un Dios allá, que mirándonos esta, cuidadito con las manitos lo que tocan”, y después decía: “cuidadito las manitos, los ojitos, lo que ven, la boquita lo que habla” son tres partes, entonces nosotras pensábamos: primera escena: cuidadito las manito lo que tocan, y una lesbiana masturbándose, segunda escena: cuidadito los ojitos lo que miran, una lesbiana leyendo un libro de la Emma Goldman y el tercer acto: cuidadito los oídos lo que escuchan, otra compañera escuchando a lo lejos “lesbianas contra la violencia”, al final se miran las tres y se sacan como un percho que tienen y una era Eva, la otra Adelita y la otra Safo , y ahí se van las tres a marchar, pero eran como cosas que se empezaron a venir, cada compañera empezó a dar ideas y empezamos a descubrir un montón de canciones, como “Sal de ahí, chivita, chivita”, hablaba casi de una violación a una mujer, como que había que buscar todas las formas de sacar a la chiva y se nos ocurrieron cosa muy buenas, hay compañeras como que quieren hacer comics, como “Búscate una chiva”. Han salido cosas buenas pero han salido desde la población y para nosotras eso también ha significado cambiar también un poco también el chip nosotras porque nos preguntábamos cuales eran los espacios donde queríamos estar, y la decisión de estar en este espacio también tuvo una razón, y cada espacio en donde decidimos estar también tiene una razón. La semana pasada estuvimos en la universidad de Concepción y nos sentaron al lado de un especialista del género, y a ella la presentaron como: “la especialista del género” y a nosotras como: “las lesbianas de Concepción”, fue como súper despectivo, la gente tan académica de la universidad de Concepción. Fuimos a este lugar, porque nos tomamos este lugar en conjunto con varios compañeros, entre ellos estaban el pueblo nación mapuche, estaba la gente de escuelas libres Víctor Jara, estaba la gente de los bachilleratos populares de Argentina, estaba la gente de la fabrica “Sin patrón”, también de Argentina, y estábamos nosotras, entonces nos tomamos el lugar, quisieron sacar los lienzos y todo, pero resulto igual, pese a que no querían. Para nuestra sorpresa se lleno el lugar donde estábamos, logramos hablar de muchas cosas con los chiquillos, los chiquillos se sentaron en el suelo, fue como que se rompió este esquema de estar sentadito en la silla y nos sentamos todos en el suelo a conversar, todos eran de la población, todos eran pobres, o sus mamas eran obreras u obreros, había mas de alguna mapuche, mas de algún anarquista, y eso, para nosotras esa intervención tomo otro significado dentro de la política que nosotras hacemos, es que nosotras pensamos como una vez leí en algún lugar creo que no se si fue con Las Moiras o con la Memoria Feminista, pero una frase que decía: “lo personal es político y lo político es estructural”, nosotras sentimos que hay una estructura social que ha perdido lo político, y ha perdido lo político porque ha dejado de ver lo personal en las compañeras y los compañeros, para nosotras el estar en los espacios y hacer intervenciones o performance, no se como lo llamaran, pero para nosotras son intervenciones, tiene que ver con romper esa estructura que no tiene política de limpiar la vida en las personas, en la vida de las identidades, porque las identidades han sido anuladas en esta estructura y para nosotras esas identidades se recuperan solamente buscando en lo personal y en lo personal volviendo a lo político, entonces yo no soy persona, yo tengo una identidad y esa identidad la defiendo, porque me ha costado casi treinta años valorarla, construirla, y no es que me etiquete, esta es mi identidad, es la que a mi me ha costado construir y va en base a esa misma defensa de mi identidad, creo que nosotras hemos logrado construir en la población y con otros grupos y otras grupas autónomas la lucha de nuestras identidades, tanto las identidades de las mapuches, tanto las identidades de las vecinas, porque son pobladoras, de la identidad de las anarquistas, la identidad de las okupas, todas las identidades, de las identidades feministas también, para nosotras ha sido un proceso tan lento como lo que nosotras estamos hablando, porque ha sido un proceso lento, el otro día nos decían, nos preguntaban si nosotras éramos la copia de “Mujeres creando comunidad”, y nosotras decíamos: “no, no somos la copia de las compañeras mujeres creando y tampoco pretendemos serlo. Nosotros tenemos otro territorio y es otro contexto político en nuestro país, y es otro contexto político también el que cada una tiene en nuestra vida, en nuestra comunidad”, pero creo que lo que si tenemos en común con las compañeras es que nosotras creemos que los procesos políticos son revolucionarios, y si no son revolucionarios, entonces no hay, no genera ese cambio estructural que nosotras pensamos, porque son radicales, y lo radical nunca va a ser políticamente correcto, entonces para nosotras nada mas que agradecer que hayan destinado escucharnos, nos costo harto llegar, creo que eso es también algo a mirar, porque le decía a mi compañera: “definitivamente alguien de la población aquí hoy día, una compañera de la Legua no llego aquí”, porque yo gaste cuatro lucas para llegar aquí, ¿cachay?, me costo caleta llegar, entonces es parte del territorio también, quizás esto debería hacerse en la población, buscar estos espacios en la población, o también en el sur o en el norte, pero en otros lados, y la invitación es que también busquen en otros espacios ustedes, vayan al sur o vayan al norte, si somos lentitos, pero seguros, así que muchas gracias por la invitación.
Eloísa ( Ex-Presidenta de la CUDS)
Mi texto se titula “Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual: Política sexo-disidente en movimiento”
Voy a hablar desde el activismo de la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual, por lo cual en el presente texto intento representar sucintamente las líneas teóricas desde donde ejercemos nuestro activismo tortillero-marica, y sobretodo demostrar con hechos concretos que se puede hacer un activismo “alternativo” polimorfo, interdisciplinario, no tradicional, posicionado menos en el discurso y más en las prácticas simbólicas, menos políticamente correcto, y más subversivo, o al menos eso creemos.
Uno / otro, opresor / oprimido, masculino / femenino y heterosexual / homosexual, son díadas que operan en nuestro lenguaje y por tanto en nuestra cultura, donde el primer término necesita al Otro para constituirse como el Uno, y a la vez que se constituye como el más valorado en una díada aparentemente simétrica. A partir de la invención del término “homosexual” para denominar a una especie de personas, se constituyó el término “heterosexual”, donde el Uno heterosexual se invisibiliza pues es el normal, el obvio, en una operación semántica parecida a la que vemos en los libros de historia con respecto a las mujeres: los avances y conquistas del “hombre” son sinónimos de avance de la “humanidad” como un todo.
Estas díadas asimétricas operan en nuestra cultura casi sin contrapeso, como si no existieran más posibilidades de comprensión del mundo. Se reproducen en nuestras acciones políticas de transformación social: la lucha de clases, el feminismo, el movimiento estudiantil y por supuesto en el movimiento LGBT (es decir, lésbico/gay/bisexual/trans). Esto por nombrar sólo algunas de esas luchas.
Específicamente hablando de la Marcha del Orgullo LGBT, uso las palabras de mi compañero de colectivo Cristián Cabello (con alguna modificaciones, por cierto), “la marcha es una herramienta política que indispensablemente necesita de personas que expongan su precariedad frente a los ojos de otros. El otro en este caso está constituido tanto por los transeúntes observadores, las fuerzas policiales y los estamentos gubernamentales que a través de su arquitectura son observadores simbólicos y legitimadores de esta acción política. Este “otro” que sin duda es el Uno invisible que valida a la masa aglutinada es sin duda un Uno legítimo, un Uno con el suficiente silencio -y poder en el silencio- como para asegurar la integridad de su forma, “dando permiso” a las identidades que se visibilizan en la marcha.”
Y sigo. El Uno sentencia: “Yo te tolero, te permito existir, pero no olvides que tu acercamiento a una mayor dignidad depende en última instancia de mí”. En el caso de la marcha, el Uno al que se interpela es al Gobierno, al Estado, demandando Derechos. No por nada la marcha transita por la Alameda, pasando por distintos edificios gubernamentales y, obviamente, La Moneda.
Yo no sé si la Marcha (tanto en sus versiones de carnaval y de protesta), el lienzo, y la consigna están en crisis -como dice Cristina- en conjunto con las demandas articuladas desde los Derechos Humanos. Sin duda, forman parte de una misma semántica, pero esto no significa que las políticas integracionistas y liberacionistas de las mal llamadas minorías sexuales pierdan su validez y urgencia dentro del contexto chileno. Demandas como la Ley Antidiscriminatoria, por ejemplo, siguen siendo urgentes en un país donde la precariedad de los sujetos LGBT está a la orden del día.
Sin embargo, nosotras como Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (yo mujereo a todos y todas en mi colectivo porque soy tan dictadora como Presidenta que me da lo mismo que no sean todas mujeres), nosotras como una colectiva que se articuló aquí, en la Universidad, desde un ser jóvenes e irreverentes, pero además miembras de una elite como lo son los estudiantes de universidades tradicionales, nosotras personas sexo-disidentes, estando en contra de un sistema heteronormativo y patriarcal, para nosotras es un deber ético el denunciar no sólo la homolesbofobia, sino que, y sobretodo, denunciar y evidenciar los binomios perversos y esencializantes con los que opera la Cultura.
Nos hemos nutrido desde los estudios de género, el feminismo, el post-feminismo, los estudios gay-lésbicos, la teoría queer. Hemos delineado una política de la “disidencia sexual” -tal es la causa que ahora nos reúne tras nuestro cambio de nombre, y así se denomina también este Circuito de mesas y talleres sexo-disidentes. Parafraseando a otro compañero de colectiva, Felipa Rivas:
“Probablemente una de las primeras diferencias planteadas por la disidencia sexual, sea el alejamiento pos-identitario de los significantes tradicionales de la política minoritaria, tales como “homosexual”. La crítica al esencialismo sexual está en la base de este planteamiento: no existe una matriz natural en el ámbito sexual que justifique el binomio hombre-mujer. Al mismo tiempo, el género y las orientaciones sexuales son más el producto de procesos políticos y culturales, que esencias naturales de los seres humanos. El lema principal se transforma en el siguiente: “La heterosexualidad no es natural… y la homosexualidad tampoco”, como ya lo rezábamos en un lienzo en la Marcha del Orgullo de 2004. El “giro performativo” de la política de disidencia sexual está dado por la influencia queer de la interpretación butleriana del género. El género no expresa una esencia interna ni una naturaleza sexual. Es más bien el efecto de una serie de normas que son actualizadas en los cuerpos a través de la citación reiterada de esas mismas normas. Su formación es producto entonces de un proceso performativo, en el sentido que son los actos, performances o realizaciones, los que estabilizan la fantasía de un género natural. Es decir, somos lo que hacemos. Por eso, la performance como estrategia de subversión política, será una herramienta valiosa en la puesta en evidencia del carácter performativo de la sexualidad.
El interés primordial de la Disidencia Sexual, está en la lucha constante contra el sistema heteronormativo que pretende producir, controlar, naturalizar y normalizar el sexo y el placer y que se vincula estrechamente con otros ámbitos como el género, la raza, la clase, etc. No se trata ya de integrar a los homosexuales a los espacios institucionales heterosexuales, como aboga el integracionismo homosexual, sino de denunciar -como nos enseñaría Wittig- que la heterosexualidad es en realidad “un régimen político” de dominación.
Recapitulemos. Tenemos por un lado la precariedad de los sujetos sexo-disidentes en Chile, que aún son ciudadanos de segunda categoría. Por otro lado, tenemos que dichos sujetos, en su afán por poner en el debate público el problema de la discriminación social, cae en la trampa de la victimización homosexual, y terminan reforzando el lugar del oprimido y del opresor, en un círculo performativo del cual es difícil escapar.
Wittig se revolcaría en su tumba si supiera que uso los siguientes ejemplos, pues para ella las lesbianas no somos mujeres, somos desertoras de nuestra clase al marginarnos voluntariamente del contrato del matrimonio heterosexual, pero es necesario para ilustrar:
Luego de que obtengo como mujer mi derecho a voto, si como mujer puedo llegar a la presidencia, y si como mujer en un futuro obtengo derecho al aborto legal. Por otro lado, si como lesbiana pudiera demandar con un buen marco legal que me protegiera a quien me ha discriminado, por ejemplo, en el trabajo;y si como lesbiana pudiera aspirar a la presidencia de la nación; y si pudiera casarme con una mujer. ¿Terminarían ahí todas mis luchas? Sin duda mi vida sería más habitable, pero, ¿habremos hecho algún cambio tan abismante en la Cultura como para que los binomios asimétricos dejasen de operar? La respuesta es NO.
La discriminación, los estereotipos funcionan en un nivel simbólico del cual es muy difícil escapar. Pero este diagnóstico no nos desanima, sino muy por el contrario nos anima a ejercer un activismo en ese nivel simbólico: usamos la performance, las acciones de arte, la parodia, la exageración, el ciberactivismo, la contra-información, la producción teórica. Con todo esto, pretendemos operar en un nivel simbólico más profundo, más del orden de la imagen, intentando subvertir al sistema heteronormativo. No dejamos de lado el discurso -por algo estamos hoy sentadas aquí- pero no nos quedamos ahí.
En este sentido es que la tarea del feminismo, y de las personas no-heterosexuales y anormales en general es decirle en todo momento al sistema “estamos aquí y no sólo queremos su tolerancia, su respeto, sus limosnas, queremos también y sobretodo que ustedes se cuestionen qué es finalmente lo normal, qué es lo humano, y cómo es que esos conceptos se han constituido como tales”.
En términos de Judith Butler: “Debemos seguir un doble camino en política: debemos utilizar el lenguaje de los Derechos Humanos para afirmar el derecho a condiciones de vida aceptables de manera que se afirme el rol constitutivo de la sexualidad y el género en la vida política, y debemos también someter nuestras propias categorías a la exploración crítica. Debemos encontrar los límites de la inclusión e integración y la posibilidad de su traducción, las presuposiciones que incluyen, las formas en las que deben ser expandidas, destruidas o rehechas para abarcar y abrir a la vez lo que significa ser humano.
Siguiendo con la misma autora: “Una cosa es afirmar la realidad e insistir en que las vidas de las personas sexo-disidentes merecen ser protegidas en su especificidad y por el hecho de ser frecuentes; y otra cosa es insistir en que la misma afirmación pública de la homosexualidad pone en tela de juicio lo que se considera como una realidad y lo que se considera como una vida humana. Efectivamente -señala la autora- la tarea de la política internacional de gays y lesbianas es nada menos que rehacer la realidad, reconstituir lo humano y negociar los términos de lo que se considera habitable y lo que no.”
Nosotras pensamos que nuestro activismo va en esa línea. Porque la trampa simbólica del sistema heteropatriarcal no es sólo para las personas no heterosexuales sino que también para las supuestas mayorías normales, pues entraña discriminaciones, miedos y rigideces de conducta, al designar maneras unívocas de ser hombre y de ser mujer. Tienen el privilegio de ser los normales, pero no pueden cambiar, ni siquiera experimentar, so pena de perder sus privilegios.
fuente: http://www.disidenciasexual.cl/2010/01/2414/
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