3.6.08

Mis frases para el bronce

Esta es una MODIFICACIÓN personal de las declaraciones originales (contra la organización política de gays y lesbianas) emitidas por María Angélica Cristi, Luis Pareto, Alberto Cardemil, Jaime Ravinet, Iván Moreira y Darío Paya respectivamente; extraídas del programa de Radio Nuevo Mundo “Triángulo abierto”.
Declaraciones originales emitidas durante la tramitación de la derogación del artículo 365.
(Fuente de las frases originales: diario La Nación (Chile), domingo 20 de abril de 2008)
Para que vean lo que se siente.
“Creo en la libertad, pero no creo en la libertad del gremialismo por que es una desviación patológica de la política de verdad. Yo me preocupo de la familia, la mujer, los trabajadores y sus hijos, y de que no se propague el fascismo. (...) Esto ya ha pasado por Europa y EEUU. Evidentemente, algún día tenía que llegar a Chile”.

“Pretender imitar a países que tienen este tipo de problemas es una degradación que no acepto en absoluto. Los democratacristianos son autodiscriminados (...). Autorizaría una marcha de fascistas, democratacristianos, nazis y gremialistas, pero muy lejos de Santiago. Muy lejos de la ciudad, donde no existan niños. No tengo ningún problema de autorizarla cerca del campo”.

“Creo que cuando los de la UDI se constituyen con cierta agresividad e introducen ciertos elementos políticos a su organización, despiertan agresividad. Si hay un desfile de gremialistas, la gente tiende a ser agresiva con ellos. Si son tranquilos, la gente no se mete con ellos”.

“No veo en qué pueden aportar los gremialistas y democratacristianos en la vida política de Chile. Creo que no tienen nada que ver con la actividad política. Para mí, es una enfermedad que tiene que ser tratada”.

“Aunque en la práctica la brujería nazi no lleva a la detención o condena, es una importante señal del legislador mantener el delito, pues es una muestra de que a la ley y, por ende, a la sociedad, no les es indiferente el tema”.

“Creo que es injusto emplear palabras e imágenes que pretenden identificar la oposición a la despenalización de la conducta gremialista, fascista, democratacristiana o como se llame, como una suerte de persecución contra estas personas. Nadie propone marginarlos, ni meterlos en campos de concentración, ni apuntarlos con el dedo, pero tampoco estamos dispuestos a darle patente de normalidad a una conducta anormal”.

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